Una dura lucha por la administración autónoma de los fondos que se recaudan para las festividades religiosas de Jesús de Nazareno (agosto y septiembre), está llevando actualmente la comunidad de la Isla de Caguach, ubicada en la comuna de Quinchao, en Chiloé.
Según consigna una nota del portal La Revuelta de Chiloé, durante las mencionadas fiestas la isla “colapsa” de personas que van a pagar sus mandas o simplemente a escuchar la misa que se celebra en la iglesia ‘Santuario Isla Caguach’, declarada hace más de 20 años como un Monumento Nacional.
Pero, la Iglesia necesita urgentes reparaciones, y como es habitual, los recursos escasean. Sin embargo, desde la comunidad advierten que los recursos en realidad no escasean, si no que están mal repartidos. Y en ese sentido, tienen claro a quien hay que exigir: al Obispado de Ancud, quien “se queda con todos los fondos”, según comentan los dirigentes.
«En enero 2019 fueron 7 millones de pesos, sin contar las platas extras que entran durante los meses del año, más los 5 millones de pesos -aproximados- que se recaudan en agosto, genera en total un monto superior a los 12 millones de pesos al año, por lo bajo», explican.
Rosario Almonacid es la Fiscal de la iglesia, título designado democráticamente por la comunidad. Asegura que la intención de los comuneros es generar autonomía de los fondos es para poder restaurar la “santa casa” ya que se encuentra en pésimas condiciones.
«Nuestra iglesia se nos está cayendo, nos gustaría poder administrar parte de los fondos, es decir que por lo menos la mitad de lo que se recauda quede en nuestro territorio, ¿no es lo justo?» se pregunta.
Almonacid detalla que la iglesia necesita con urgencia una restauración: “No vaya ser que se nos venga abajo. Por un lado, se sostiene con tres puntales y por otro, con dos. Ojalá que no se nos caiga” dice con preocupación. Además, añade que el Consejo de Monumentos Nacionales no ha hecho nada al respecto, desde hace más de 20 años.
Otra voz autorizada dentro de ésta problemática es Jorge Mancilla (34), secretario de la Comisión de la Iglesia y lugareño de Caguach, quien comenta con tristeza que quiere que ésta situación sea de conocimiento público, ya que siente vergüenza, por una parte por como se lucra con la fe, y por otra, porque la comunidad se siente desplazada de la fiesta que se vive en su territorio.
“La gente que viene con tanta fe, que viaja grandes distancias por el nazareno, me da mucha vergüenza lo que está pasando, porque desde hace mucho tiempo que nos sentimos desplazados, no tenemos la participación directa, no podemos tomar decisiones de la fiesta, prácticamente somos observadores de lo que pasa, nadie nos pide nuestra opinión. Se están aprovechando de la fe de las personas”, asegura.
Además, reafirma el argumento de lucha de las comunidades, que en la isla no queda ningún recurso económico de lo que recauda la iglesia: “La gente nos pregunta: qué pasa con las platas, porqué no arreglan la iglesia, y nosotros no tenemos qué decirles. Además, los baños colapsan, no hay agua potable o hay poca”.
Reunión con el Obispo
Luego de meses de intentar gestionar una reunión, el pasado lunes 22 de Julio, representantes de las islas de Caguach, Alao y Tac se reunieron con el Obispo de Ancud, Juan María Agurto, y el Rector del Santuario, Arturo Mancilla.
Los dirigentes aseguran que la reunión fue muy extensa y no llegaron a ningún acuerdo. «Es más, el señor obispo generó actos displicentes por los cuales la comunidad se sintió pasada a llevar. A su vez, les indicó que no verán ningún peso de lo que se recaude».
“El señor obispo se reía en nuestra cara de lo que le decíamos. Fue muy triste que la cabeza de la iglesia católica en nuestro archipiélago se haya burlado de la comunidad, se reía de lo que le tratábamos de explicar. No nos dio respuesta a nuestras demandas, lo único que daba a entender era que él tenía la razón”. aseveró la Fiscal de la Iglesia.
Los dirigentes indicaron que pese a todo, quedó agendada una nueva reunión con el Obispo. “Él con un tono despectivo comentó que probablemente iría el 7 de agosto. Nosotros le pedimos que fuera el 4 (de agosto), ya que ese día tenemos reunión ampliada con la comunidad para preparar la fiesta del 30. Él se negó, dando a entender que se hace lo que él quiere”, finalizó la dirigenta.