En reciente entrevista publicada en el diario El Mercurio, el presidente del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, ministro Mauricio Oviedo, anunció que el fallo que confirma o no la clausura definitiva del proyecto Pascua Lama se conocería durante agosto.
Junto con ello, hizo declaraciones que alertaron y preocuparon a las comunidades, relacionadas con la gran incidencia en materia de inversiones económicas de las causas que lleva su Tribunal, y en como las decisiones que éste toma impactan no solo en los territorios, las comunidades y el medioambiente, sino también en la productividad nacional, y que, por lo tanto, esto último sería un elemento a considerar.
Ante estas declaraciones, la Asamblea por el Agua del Valle del Huasco emitió un comunicado donde calificaron como «lamentables» los dichos de Oviedo: «Consideramos que se trata de declaraciones lamentables pues ponen en entredicho la independencia del Tribunal, el cual, recordamos, tiene la misión de velar por el cumplimiento de nuestra legislación ambiental y sopesar los hechos en ese contexto, y no de incorporar la economía o la productividad como elementos de análisis», afirmaron las comunidades y habitantes de la zona.
En ese sentido, recordaron que esta causa «está en acuerdo desde febrero de este año y aún no conocemos el fallo, a pesar de que se había anunciado para mayo pasado. Esperamos que la decisión del Tribunal no responda a discernimientos y cálculos erróneos de supuestas pérdidas de productividad para nuestro país».
«Además de generar condiciones para el empobrecimiento y precariedad de la población local y afectar gravemente actividades productivas tradicionales e innovaciones sostenibles, las operaciones de Barrick han provocado pérdidas cuantiosas al patrimonio natural tanto del país como del mundo, afectando entre otras cosas a vegas altoandinas, ríos y glaciares», agrega la declaración.
En ese sentido, catalogaron a la empresa Barrick como «un mal vecino, que ha actuado de mala fe y con dolo desde el principio. Poco le ha importado enfermarnos, contaminarnos y destruir todos nuestros ecosistemas. Con su corrupción, secuestro de la soberanía nacional y daños ambientales cuantiosos sobre elementos de la biósfera esenciales para los más de 75.000 habitantes de este Valle y para toda la vida del planeta, Pascua Lama es un ejemplo de lo que NO SE PUEDE REPETIR NUNCA MÁS en ningún territorio, particularmente en el actual contexto de cambio climático y escasez hídrica».
Finalmente, la Asamblea anunció el inicio de una campaña por el cierre definitivo del proyecto Pascua Lama, a la espera del fallo: «Pedimos la solidaridad de todos los pueblos de Chile y del mundo. Tras 20 años de lucha y contando con todas las pruebas a nuestro favor de que es este un proyecto criminal e inviable. ¡Exigimos la confirmación de la clausura definitiva otorgada por la Superintendencia de Medio Ambiente ahora ya! En el fondo, le exigimos al Estado que haga Justicia. ¡No más impunidad para Pascua Lama ni para Barrick Gold!», concluye la declaración, firmada por la Asamblea por el Agua del Valle del Huasco.