En mayo pasado, el senador Carlos Bianchi advirtió al Gobierno de Sebastián Piñera sobre la posibilidad de que se produjeran contagios de COVID-19 en la Antártica si no se tomaban las medidas preventivas, y siete meses después se registraron 26 militares y 10 civiles infectados en la zona más austral del planeta.
El pasado lunes 21 de diciembre, el Ejército reportó un brote de coronavirus en la base chilena de la Antártica Bernardo O’Higgins Riquelme (BAE) y los contagiados fueron evacuados por personal médico tras presentar síntomas y luego sometidos a exámenes PCR.
“36 hombres resultaron ser positivos para COVID–19, de los cuales 26 corresponden a efectivos del Ejército y 10 son civiles de una empresa contratista que se encontraba realizando trabajos de mantenimiento programados en la base antártica”, indicó la institución castrense.
Sin embargo, esta situación pudo evitarse ya que el senador Carlos Bianchi envió a mediados de mayo dos oficios, uno al Ministerio de Salud y otro al Ministerio de Defensa, los cuales no fueron tomados en consideración por las autoridades.
En el primer documento dirigido a la cartera que hoy preside Enrique Paris, fechado el 18 de mayo de 2020, Bianchi se refirió al riesgo que suponía la llegada de científicos extranjeros y los relevos de invierno-verano de los funcionarios que se encuentran en las bases antárticas de los distintos países, incluida la de Chile.
“La situación precedentemente descrita, pone de manifiesto la preocupación respecto al control sanitario que se está efectuando por nuestro país al personal científico y de otro carácter que pasa por Chile para dirigirse a la Antártica y el que se está efectuando al personal que se dirige a las bases antárticas”, plantea el texto fechado el 18 de mayo.
“A la fecha (mayo de 2020), las bases antárticas están libres de Covid-19, pero no es descartable que se produzca la llegada del virus a alguna de ellas, si es que no se efectúa un riguroso control sanitario en los procesos de entrada y salida en dicho territorio”, advirtió el senador.
El segundo de los oficios de Bianchi estuvo dirigido a Defensa. En el mismo tenor del anterior, el parlamentario expresa su preocupación por el personal científico.
En su respuesta, la cartera respondió con el protocolo fijado para los pasajeros y transporte de carga que circulan entre la Antártica y Punta Arenas.
Dicho documento establecía entre otros puntos, informar y entregar antecedentes con 30 días de anticipación al Instituto Antártico Chileno (INACH) para la realización del viaje, información de protocolos para la prevención de contagios, llenar una declaración jurada y realizarse un PCR previo al viaje.
Ante la indiferencia del Gobierno Bianchi declaró a Diario El Día que “hubo un abandono”.
“El ministro de Salud simplemente anotó, pero no hubo ninguna reacción inmediata. Y el ministerio de Defensa hizo menos todavía. Nuevamente estamos ante un gobierno que sólo reacciona”.
Por su parte, el presidente del Colegio Médico de Magallanes Gonzalo Sáez, señaló que jamás se respetaron los protocolos y cuarentenas para los viajes desde Punta Arenas a la basa Antártica.
“El contingente militar que debía viajar a la Antártica nunca cumplió la cuarentena, pues después del PCR no se tomaron los 14 días de aislamiento y tampoco fue fiscalizado”, condenó.
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