Hans-Otto Pörtner es climatólogo y experto en océanos. Actualmente, ejerce como copresidente del Sexto Informe de Evaluación sobre el Cambio Climático IPCC.
En esta entrevista, publicada por la revista Europa Azul, el especialista habla la influencia destructiva del cambio climático, la cual -asegura- se está produciendo más rápidamente y con mayor intensidad de lo previsto.
¿Cómo han cambiado las pruebas del cambio climático en los últimos años?
Hasta hace unos años, la gente decía que podía haber un componente natural en el cambio climático. Pero hoy en día, las pruebas son inequívocas de que el cambio climático que hemos observado desde la época preindustrial está totalmente provocado por el hombre. Estamos muy convencidos de ello.
¿Cómo afecta el cambio climático a los océanos?
En un tiempo, la gente pensaba que podíamos verter el exceso de dióxido de carbono en el océano para deshacernos de él. No fue una buena idea, porque hay impactos directos en los ecosistemas oceánicos. Los tres factores de impacto del cambio climático en los océanos son las temperaturas extremas, los bajos niveles de oxígeno y los altos niveles de CO2 . Lo llamamos el trío mortal.
Esta combinación se ha observado en eventos de extinción masiva en la historia de la Tierra, donde los extremos climáticos han sido un factor importante en la extinción de especies, como hemos visto en el registro fósil marino.
¿Se ha subestimado la influencia del cambio climático en los océanos?
El IPCC ha informado de ello, pero no ha recibido tanta atención como los fenómenos que observamos en la tierra, como la producción de cultivos o los fenómenos meteorológicos extremos. Durante las últimas COP se ha hecho un esfuerzo por situar a los océanos en una posición más central en el debate sobre el clima. El mar y el hielo cubren casi el 80% del planeta, y el océano es muy importante para la población humana en cuanto a fenómenos meteorológicos extremos, inundaciones y pesca.
¿Qué significa el cambio climático para las especies animales?
Las observaciones nos dicen que las especies se desplazan, más al norte o más al sur, hacia latitudes más altas. Estamos empezando a ver procesos similares a las crisis evolutivas anteriores, cuando las especies abandonaron los trópicos, y éstos quedaron desprovistos de vida superior durante el evento de extinción masiva del Pérmico-Triásico. Nosotros iniciamos ese proceso, y el cambio climático no hace sino aumentar la influencia destructiva que la humanidad ejerce sobre la naturaleza.
También vemos reducciones en las poblaciones de peces en el océano, que continuarán, dependiendo del grado de cambio climático. Todavía no podemos proyectar completamente cómo serán los ecosistemas dentro de varias décadas, pero ciertamente este cambio en el sistema no es bueno para la productividad ni para la pesca.
¿Cree que la opinión pública ha cambiado?
La movilización de las generaciones más jóvenes, consecuencia del ‘informe 1,5°C’, ha contribuido a hacer avanzar la agenda. Desgraciadamente, como los intereses económicos de la gente están atados a los viejos modelos, todo se vuelve más difícil.
¿Cuáles son las opiniones de los expertos que comparten los últimos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)?
Las estimaciones de riesgo de los informes anteriores del IPCC eran un poco conservadoras, pero ahora sabemos que el calentamiento precipita el desarrollo del riesgo.
Además, ahora hay una clara diferenciación entre el calentamiento de 1,5°C y el de 2°C, ya que este cambio de temperatura relativamente pequeño significa mucho en términos de impacto. Basta con pensar en este último verano y en los daños que el cambio climático ha causado en el hemisferio norte. Y también en el hemisferio sur: acabo de ver hoy otra situación meteorológica extrema sobre la costa este de Australia, donde se prevén fuertes lluvias e inundaciones.
La última evaluación indica que la probabilidad de que se produzcan fenómenos meteorológicos extremos es varias veces mayor con el cambio climático. Hay que reforzar nuestra ambición de limitar el calentamiento a 1,5 °C.
¿Han sido el IPCC y los científicos demasiado cautelosos en sus informes en el pasado?
Ha habido una cierta vacilación a la hora de hacer declaraciones más incisivas y se supone que no debemos ser preceptivos en materia de política. Al hacerlo, podemos parecer demasiado conservadores. Además, hemos intentado llegar a un consenso con un gran grupo de personas. De informe en informe, puede que nos hayamos quedado un poco atrás en cuanto a proyecciones totalmente realistas, y los impactos han llegado antes y han sido más fuertes de lo que pensábamos.
¿Qué efectos positivos han tenido los informes del IPCC?
El efecto sobre la política y la sociedad no ha sido lo suficientemente fuertes. El establecimiento de objetivos internacionales ha sido bueno, pero su aplicación ha sido siempre demasiado lenta.
¿Cómo debemos entender la adaptación al cambio climático?
Sabemos que ya tenemos alrededor de 1,2 °C de calentamiento global, y está claro que el mundo natural y la sociedad humana tendrán que adaptarse a este cambio. No hacer nada ante el cambio climático no es una opción. Podemos adaptarnos instalando un mejor aislamiento en nuestras casas o un aire acondicionado altamente eficiente. Sin embargo, la adaptación también puede incluir medidas de mitigación, como la reducción de las actividades que causan más emisiones.
A veces, las medidas de adaptación van en nuestra contra, como la construcción de un muro en la costa para protegernos de la subida del nivel del mar. Eso sería claramente malo para el ecosistema más allá de ese muro, porque el espacio se está reduciendo y las especies no pueden desplazarse a la orilla con la subida del nivel del agua. Además, estas medidas de protección pueden provocar sorpresas cuando el agua pase por encima de ese muro. Es mejor utilizar los sistemas naturales para la adaptación del litoral.
Corto plazo vs largo plazo
¿Ha habido suficiente urgencia y progreso en las anteriores COP?
Ha ocurrido muy poco. La tendencia ha sido resolver los problemas a corto plazo sin tener en cuenta las implicaciones a largo plazo, por ejemplo, transigiendo con los grupos de interés y diluyendo así los objetivos climáticos y de biodiversidad.
Las subvenciones a los combustibles fósiles deben trasladarse a las energías renovables, y deben eliminarse los obstáculos burocráticos para la construcción de parques eólicos y la instalación de paneles solares. Poner paneles solares en la mitad de los tejados del mundo sería suficiente para satisfacer las necesidades energéticas.
¿Cuál es el mejor resultado que puede esperarse de la COP27 en Egipto este año?
Que nos alejemos de la división Norte-Sur al debatir las pérdidas y los daños y nos acerquemos a una posición de responsabilidad compartida sobre cómo garantizar un futuro habitable para el planeta, sus ecosistemas y las sociedades humanas.
En principio, todos deberían contribuir a una suma a la que los países puedan recurrir para apoyar la transición hacia una sociedad basada en las energías renovables y no en los combustibles fósiles.
La equidad y la solidaridad internacional, así como las contribuciones (de cada país) en función de las emisiones pasadas y actuales, deben ser los principios rectores para crear un sistema en el que ningún país se quede atrás.
Entrevista publicada en Europa Azul, Revista de la Mar