Pese a que el Ministerio del Interior revocó la residencia chilena del sacerdote John O’Reilly, condenado por abusos sexuales en contra de una menor del Colegio Cumbres, el irlandés no podrá ser expulsado del país sino hasta después de cumplir su pena de libertad vigilada, que podría extenderse incluso hasta el año 2028.
Así lo manifestó el diputado Ricardo Rincón (DC), quien visitó este lunes a la ministra de Justicia, Javiera Blanco, para solicitar apoyo en la urgencia de un proyecto de ley que permita expulsar del territorio nacional a extranjeros involucrados en delitos contra la infancia cuando gozan el beneficio de cumplir condena en medio libre.
El parlamentario aseguró que después de los cuatro años de libertad vigilada impuestos a O’Reilly, «hay otra sentencia, que es la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante diez años más al término de esa pena», lo que podría mantenerlo en medio libre «durante 14 años» bajo la actual legislación.
Rincón envió también un oficio al Ministerio de Justicia para que tome medidas a fin de instalar un brazalete electrónico que controle los desplazamientos del religioso, impidiendo que «vuelva a estar cerca de niños, como por ejemplo, ingresando a un establecimiento educacional, lo que pondría en riesgo la integridad de los menores presentes en él».
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