Contribuir a que se conozca desde la más temprana edad la historia de las personas afrodescendientes en el país, es el objetivo de “Margarita, una niña afrochilena”, una miniserie que la Fundación Rescatando Sueños comenzará a presentar desde el 1 de diciembre en sus redes sociales Facebook e Instagram.
Basada en investigaciones -para las cuales se contó con la colaboración de ONG Oro Negro, de Arica-, la obra, realizada en la región del Biobío, cuenta con cuatro capítulos de entre 4 y 7 minutos.
La producción general estuvo a cargo de Elizabeth Gallegos, directora de la Fundación, quien trabajó con experimentados artistas: la Dirección de Arte correspondió a Alexis Niebles; la composición y diseño sonoro estuvo a cargo de Pedro Moncada; la voz de Margarita es de María Fernanda Marín; el guión y otras voces fueron de Wilberto Salcedo; mientras que en la realización audiovisual estuvo a cargo Carlos Silva.
Utilizando la técnica de teatro lambe lambe y sombras chinas, con muñecos del tipo “amigurumis”, la miniserie describe cómo fue la llegada del pueblo Afro al país, historia que surge del diálogo entre Margarita, su primo Miguelito y su abuela. También se refiere a la participación que tuvieron durante el periodo de la independencia, entre otros temas.
“En honor a la primera mujer afro de la que se tiene registro en el país, se eligió el nombre para la miniserie”, cuenta Elizabeth Gallegos, quien es Educadora de Párvulo, Magíster en Dirección y Gestión Escolar de Calidad, y creadora de Rescatando Sueños, fundación que mediante un proceso creativo etnográfico, pedagógico y artístico situado territorialmente, recupera la memoria local a través del relato, para producir recursos didácticos que permiten la contextualización curricular con enfoque de inclusión.
Gallegos explicó que en el contexto de la elaboración de recursos didácticos, surgió la idea de crear la miniserie, pensando en llegar a más niños, considerando que la Ley 21.151 que otorgó el reconocimiento legal al pueblo Tribal Afrodescendiente chileno, “en su artículo 4 indica que el sistema nacional de educación procurará contemplar una unidad programática que posibilite a los educandos el adecuado conocimiento de la historia, lenguaje y cultura de los afrodescendientes, y promover sus expresiones artísticas y culturales desde el nivel preescolar, básico, medio y universitario”.
Por su parte, Alexis Niebles, describió como enriquecedora su participación en la miniserie: “Como profesional coloqué en el ejercicio mis dos profesiones, como diseñadora de modas, expuse todos mis conocimientos de dirección de arte tras de bambalinas, y como docente también me puse en el lugar de los niñ@s y docentes, en cómo implementar pedagógicamente la historia afrochilena en el aula de clase, utilizando como herramienta el área manual y audiovisual”.
En tanto, Pedro Moncada, destacado músico penquista, compositor, arreglista, sesionista e integrante de destacadas bandas locales, señaló su experiencia como “vital, poder participar desde el principio en la creación, en la grabación, en el montaje de escenografía; ser parte de todo ese proceso me permitió tener más claro lo que quería hacer y utilizar elementos fundamentales de la música, como el tumbe, que es afroariqueño y es super atingente con lo que estamos trabajando en la obra”.
Para Wilberto Salcedo, Maestro en Arte Dramático de la Universidad del Atlántico, Colombia, y con más de 20 años de experiencia profesional como actor, guionista, director y docente, la experiencia fue también enriquecedora, nueva, ya que nunca había trabajado en el formato lambe lambe ni manipulando muñecos.
“El hecho de haber escrito, haber adaptado una historia que cuenta la raíz del pueblo afrodescendiente y llevarla a un formato audiovisual de una serie, también fue una linda experiencia, puesto que siento que aporté un grano de arena para visibilizar la historia de nuestros antepasados africanos, sobre todo en este país que durante tanto tiempo se esforzó por ocultar sus raíces afrodescendientes”, comentó Salcedo.
En la misma línea, Carlos Silva, cineasta profesional, especializado en postproducción, destacó que fue interesante participar en un proceso distinto a otros en los que ha estado, en el rol de realización.
“Poner en imágenes una idea preconcebida, que está trabajada a partir de referencias visuales, de referencias históricas, de trabajar con otras personas que forman parte de otro tipo de creación ha sido muy interesante”, dijo Silva, quien destacó además el espacio de libertad creativa que se generó en el proceso.
“El desafío estuvo además de tomar las decisiones técnicas que permitieran transmitir adecuadamente los contenidos a los más pequeños, principalmente, en la manera de representar o mostrar lo atroz de la esclavitud, con la delicadeza que significa, por ejemplo, mostrar cómo fueron secuestrados desde África para ser traídos a Chile y ser esclavizados”, comenta el cineasta.
En este caso, se optó por trabajar con la técnica de sombras chinas, para “explorar espacios más complejos en términos discursivos”.
Memoria, identidad y territorio
Abordar el tema no fue casual, sino que surge del propio reconocimiento que Elizabeth Gallegos hace de sus raíces: nacida en Arica, con familia afrodescendiente. Esto, vinculado a su profesión como educadora de párvulos, le motivó a profundizar en el tema y detectar la necesidad de contar aquella historia, de una manera comprensible para niños, niñas y adolescentes, lo que permite visibilizar una parte de la historia que habitualmente no se cuenta en los colegios, y por otra contribuir al reforzamiento de la identidad de quienes se reconocen como afrodescendientes.
“Sueño con el día que venzamos el miedo y aprendamos a disfrutar de la diversidad. Enseñarles a los niños y niñas que la identidad, memoria y territorio, parte del ‘yo soy’, ‘quien soy’ y de ‘de dónde soy’, genera seguridad, autoestima. Es una herramienta fundamental para la niñez y con esto ya saben para dónde van y para dónde desean ir, en cuanto a logros, metas y expectativas de cada uno”, complementó Alexis Niebles.