Esperando justicia está la familia de Robinson García Morales, joven con discapacidad mental que apareció muerto en un recinto de Gendarmería el 11 de enero de 2013. La versión oficial afirma que Robinson cayó de su cama y se golpeó accidentalmente en la cabeza, pero una serie de incongruencias levantan sospechas sobre la posible participación de terceros.
Al momento de los hechos, Robinson cumplía prisión preventiva en Santiago 1 tras sufrir un cuadro de epilepsia que lo hizo agredir a familiares. Originalmente sería derivado al Hospital Psiquiátrico Dr. José Horwiz Barak para recibir un tratamiento especial, pero la institución señaló que no había cupo. Por esto fue devuelto a las manos de Gendarmería junto a la población penal común.
Este lunes, la familia de Robinson protestó a las afueras del Centro de Justicia para exigir avances en la investigación que lleva adelante la fiscal Ximena Chong.
La sobrina del joven, Allyson Cádiz, señalóque hay una serie de diligencias que la Fiscalía se ha negado a realizar, como un examen a las cámaras del recinto penitenciario y la declaración de una persona que efectuó una llamada anónima señalando que Robinson era maltratado por sus custodios.
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