En medio de la actual crisis sanitaria, económica y social generada por la pandemia de Covid-19, el gobierno de Sebastián Piñera anunció el martes la renovación de la suma urgencia para legislar sobre el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, más conocido como TPP-11.
Con esta, suman cuatro veces las ocasiones en que el mandatario ha solicitado a Senado la tramitación del proyecto en un plazo máximo de 15 días.
Cabe recordar que tras más de un año sin movimientos en el Parlamento, el 6 de enero de este año el Gobierno sorprendió al descongelar la tramitación de la iniciativa, aplicando «discusión inmediata» a su debate, lo que daba un plazo de seis días al Senado para aprobar o rechazar el TPP-11.
Sin embargo, durante la administración pasada del Senado, la legisladora Adriana Muñoz (PPD), rechazó poner en tabla este texto.
Luego de ello, el 13 de enero el Ejecutivo aplicó la primera «suma urgencia» que recibió la iniciativa este año, la cual no tuvo y retiró. Después volvió a ingresar la “suma urgencia” el pasado 03 de marzo, y nuevamente este martes 30 de marzo, la retiró e ingresó de nuevo.
A pesar de las claras intenciones desde el Ejecutivo de querer aprobar lo antes posible el Tratado Transpacífico, al que ya han adscrito Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, el propósito de agilizar la votación este año ha sido infructífero, esto, debido a que incluso dentro del propio bloque oficialista no hay un completo acuerdo en esta materia.
Ante esta insistencia, la presidenta del Senado, Yasna Provoste, indicó que espera «que el gobierno no insista en forzar discusiones que nos dividen, sobre todo en estas materias donde existe una disposición mayoritaria que no está a favor de la suscripción de este pacto».
¿Por qué la urgencia de Piñera en aprobar el TPP-11?
Este Tratado en múltiples ocasiones ha sido criticado tanto por la ciudadanía como por expertos en la materia económica, debido a los efectos que podría tener en áreas tan importantes como la salud, la agricultura nacional y los derechos laborales.
Sin embargo, la mayor preocupación radica en cómo podría afectar a la nueva Constitución de ser aprobado antes de redacción de la carta magna.
A juicio del abogado Mauricio Daza, el presidente Sebastián Piñera claramente está tratando de sabotear el proceso constituyente.
«Si se ratifica este tratado antes de que empiece a operar la Convención Constitucional lo que va a pasar es que la Convención va a tener que respetar los tratados internacionales ratificados por Chile, dentro de los cuales va a estar el TPP-11», expresó el Magister en Derecho Penal y Procesal Penal UDP.
Daza recordó que el TPP-11 plantea que no se puede modificar el estatuto jurídico al cual se está rigiendo una determinada empresa de los países que han firmado’.
«El TPP-11 establece que usted Chile no puede generar una legislación que afecte gravemente a las multinacionales, sobre todo cuando ellas han operado de una determinada forma durante todo este tiempo. Esa es la razón por la cual se está impulsando esta normativa, Este es un a asalto a mano armada para sabotear el proceso constituyente», explicó.
«Gran parte del empresariado que apoya a Sebastián Piñera es propietario de los grandes grupos que económicos de nuestro país que tienen las grandes cadenas de televisión, los principales diarios y no quieren que esto se hable se debate y quieren que esto se apruebe a la rápida de una manera que la gente no entienda o no se entere», subrayó el candidato a la Convención Constitucional por el distrito 28.
Frenar la protección a glaciares y al agua
En la columna de Carlos Tromben: El TPP-11 con la mano del gato, se expone que el tratado beneficiaría por sobre todo al mercado internacional en desmedro de la autonomía nacional respecto a, por ejemplo, leyes laborales.
En el texto, Tromben planteó que “si se aprueba el TPP-11, como quiere el gobierno de Piñera, la Convención Constitucional no podrá establecer una protección más fuerte para los glaciares, el agua o los derechos de quienes habitan en zonas de sacrificio.”
Por otra parte, si bien el tratado ha sido calificado por el Ejecutivo como un beneficio para el comercio nacional, antes del mismo Chile ya tenía y mantiene acuerdos comerciales bilaterales profundos con cada uno de los 11 países miembros del acuerdo, según consigna la columna del escritor y periodista chileno.
“El TPP11 es en realidad un dispositivo jurídico vinculante destinado a proteger dichas inversiones no solo en caso de expropiación, sino de cualquier decisión política que afecten sus ganancias directas, sus royalties y sus patentes. Por ejemplo, la dictación de normas laborales o ambientales más estrictas”, sentenció Tromben.
Rechazo al TPP11
A través de la etiqueta TP11 los ciudadanos han expresado en la red social Twitter su rechazo a la urgencia de Piñera en ratificar la adhesión de Chile al controversial y polémico tratado.
A juicio de los usuarios, el gobierno solo busca prolongar su mandato y amarrar la mayor cantidad de «negocios» posible.
Asimismo, los ciudadanos instan a la presidenta del Senado, Yasna Provoste, a no colocar en tabla el texto y a los parlamentarios a defender los intereses de la población sobre lo de los grandes grupos económicos.