Una investigación realizada en el cerro de Playa Ancha, en la ciudad de Valparaíso, reveló cómo se está dando la participación de los jóvenes en el territorio. Y es que pese a mostrar un evidente desinterés en involucrarse en organizaciones como juntas de vecinos o partidos políticos, el estudio ha permitido reconocer que, aunque no hay adscripción a entidades formales, sí hay una gran voluntad de organizarse en otro tipo de agrupaciones como centros culturales, cuya principal característica es presentar una estructura más horizontal, alejada de la clásica figura del directorio.
“Hay mecanismos muy innovadores que se han estado aplicando, donde, por ejemplo, si se va a tomar una decisión, no se toma esa decisión hasta que todos consientan en aquello. O sea, si hay una propuesta, que se hubiera informado, esa decisión se reformula hasta que cubra todas las áreas y a todos los que participan en esa organización. Ese es un modelo que se ha estado aplicando como una orgánica interna, pero yo diría que es más horizontalidad entre los actores que pertenecen a las organizaciones”, explica el investigador y profesor de Historia y Geografía de la Universidad de Playa Ancha, Claudio Páez.
La iniciativa titulada “Representaciones Sociales sobre la participación juvenil en Playa Ancha. Reforzando redes para el desarrollo territorial” -financiada por el Convenio de Desempeño “Innovación Social para el desarrollo territorial de Playa Ancha”- consideró una muestra de 382 personas, entre los 15 y 29 años de edad, residentes de distintos sectores de Playa Ancha ubicados desde la zona de Plaza Waddington hasta los barrios de Montedónico y Joaquín Edwards Bello.
Del total de encuestados (as), la participación en organizaciones territoriales se concentra en los clubes o asociaciones deportivas (31%), mientras que la “no participación” se da así: 96% indica que no participa en partidos políticos; 85%, no lo hace en iglesias o agrupaciones religiosas y un 83%, tampoco en alguna junta de vecinos, lo que podría corroborar la típica idea de que no hay disposición para involucrarse; no obstante, según este proyecto, eso no es así, ya que la acción juvenil se canalizaría a través de otras agrupaciones, no necesariamente formalizadas y que estarían directamente relacionadas con sus intereses: Educación, 84%; Arte y Cultura, 77% y Recreación, 77%.
“Cuando aplicamos la encuestas; la educación, el arte y la cultura, son las áreas en que están mayormente interesados los jóvenes y también en las que más participan, pero no en instancias formales, en las instancias culturales que ofrece el Estado o que ofrecen empresas privadas, sino que ellos mismos van creando, estas formas de participar en arte y cultura y en educación”, comenta Claudio Páez, quien agrega que frente a la ausencia de infraestructura para estas prácticas artístico-culturales en los barrios, las actividades se llevan a cabo mayormente en el espacio público.
En tanto, según el profesor de Historia y Geografía, Javier Vergara, co-investigador en el estudio, estas manifestaciones en la participación social juvenil permiten demostrar que el rechazo a las organizaciones formales tiene que ver fundamentalmente con la estructura y con la falta de identificación, y no con una inexistencia de interés de involucrarse en la esfera social.
“No son marginales. No son jóvenes que están antisistema. En el fondo lo que tienen los jóvenes es una inquietud y malestar porque en realidad la institucionalidad no le ofrece respuestas al nivel que ellos desean, entonces uno nota en los discursos de ellos, en sus expresiones, mucha refracción respecto de lo institucional, pero no así, respecto a su condición de protagonista social, de constructor de comunidad”, concluye el docente.