Este miércoles 28 de octubre, cuatro organizaciones de investigadores y científicos manifestaron su interés en ser parte del proceso constituyente que se encargará de redactar la nueva Constitución.
En un documento de seis puntos, firmado por la Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades (AyH), la Asociación Red de Investigadoras (REDI), la Asamblea por el Conocimiento y la Investigación (ACIC) y la Asociación Nacional de Investigadores en Posgrado (ANIP), los investigadores plantean «construir relaciones con aquellas instancias e instituciones políticas y sociales que busquen posicionar la investigación y las ciencias como disciplinas al servicio de la democracia«.
El primer punto indica: «el proceso constituyente debe tener como uno de sus horizontes la valoración de las ciencias y la investigación y su rol en nuestra sociedad. Creemos que las premisas fundamentales para comenzar a transitar ese camino son que los conocimientos son bienes comunes, y que nuestra aspiración general es profundizar la democracia».
El segundo punto plantea la necesidad de luchar contra «las brechas de género, sociales, étnicas, disciplinares y territoriales«, y agregan: «también nos posicionamos en resistencia a la diversidad de inequidades y precariedades que vivimos como investigadoras e investigadores, así como también los elitismos y redes de poder que muchas veces controlan nuestros quehaceres y defienden intereses particulares ajenos a lo público».
El tercer apartado señala la importancia del «rescate y puesta en valor de múltiples saberes ancestrales y locales que no siempre son considerados por los centros de producción y difusión del conocimiento; pero también implica la aceptación de que todo saber se construye siempre desde un lugar territorial y simbólicamente situado y, por ende, nunca puede ser completamente neutral».
El cuarto punto establece: «nuestra intención es promover intereses y miradas derivadas de la reflexión colectiva y democrática que se han profundizado desde la revuelta del año pasado, pero todavía deben consolidarse y ampliarse mucho más».
Las organizaciones en su quinto punto demandan que la generación de conocimiento pase «por un proceso de profunda transformación si queremos enfrentar los desafíos del presente y del futuro en buen pie. Sabemos que tenemos un gigantesco potencial como país, pero la cultura del individualismo y la hipercompetencia son sumamente contradictorias con formas de trabajo colectivo que mediante diálogos inter y transdisciplinarios amplios tengan como foco el abordaje de necesidades concretas y democratizadoras».
Para cerrar y como sexto punto plantean: «la investigación ha sido históricamente en Chile un campo patriarcal, jerárquico y elitizado. Por ende, ha sido un caldo de cultivo para diversas formas de abusos y acosos que hoy son intolerables. La necesidad de erradicar todas las formas de violencia de nuestros espacios de trabajo es una bandera de lucha fundamental, por lo que nos comprometemos a levantar la voz en cada ocasión que se requiera, junto con aportar los conocimientos teóricos y metodológicos que permitan ir resolviendo las inequidades que están a la base de ellas».
La carrera para ser parte de la histórica convención constitucional que redactará la nueva carta magna ya inició. En este sentido, los partidos tendrán el desafío de escuchar este llamado y abrir sus puertas a candidaturas que no necesariamente comulguen con sus viejas prácticas electorales, si aspiran a ser elegidos el próximo 11 de abril de 2021.
Fuentes: El Mostrador/Diario Futrono.