Por Daniela Pizarro
Es indudable que Chile tiene la ventaja en transformación digital al menos en gran parte de Latinoamérica. Sin duda hemos avanzado paso a paso y cada espacio de oportunidades que hemos tenido en el desarrollo de innovar lo hemos aprovechado.
Hay que ser conscientes o realistas que aunque acojamos con rapidez las nuevas tecnologías y seamos muy buenos consumidores de la misma, esto implica establecer un compromiso educativo y de divulgación mayor para que esa adopción tecnológica sea en provecho de la ciudadanía, cobre sentido y genere impacto.
El papel del Gobierno
Un ejemplo del escenario de oportunidades actuales es el anuncio de la alianza entre el Gobierno de Chile y Google para el cable submarino de fibra óptica, que es un anhelo que ha pasado de alguna manera por distintos gobiernos y es en definitiva un acuerdo de distintos colores políticos para tomar medidas a largo plazo.
Y es que el beneficio final de la tecnología no tiene color político ni ideología, al fin se centra en la experiencia del ciudadano o del consumidor.
Que esta mirada transversal desde el Estado no sea desde la trinchera política ayuda a que se vaya avanzando, pues si bien estamos adelantados en varios frentes, en cuanto a la educación tecnológica seguimos muy atrasados. La evolución de las tecnologías sin duda siempre va a un compás distinto al de la educación, también al entorno que habilita u obstaculiza estos avances, como lo regulatorio, normativo, etcétera.
Tecnología en la nube
Chile es uno de los mercados de América del Sur con mayor actividad en la nube. Las crecientes inversiones del gobierno respaldan el desarrollo de diversas tecnologías, incluyendo 5G, IA, IoT, aprendizaje automático y Big Data.
Además, se prevé que la expansión del mercado chileno de TIC se verá impulsada por el aumento de la transformación digital. Google Cloud Platform (GCP) ha revelado información adicional sobre sus regiones de nube en Santiago, Chile.
Inversión del gobierno y proyectos de servicios internacionales
El gobierno ha ofrecido una inversión de USD 9,1 millones para crear un centro digital que comprenda el desarrollo de 5G, el desarrollo de fibra óptica local y las interconexiones internacionales de fibra óptica.
Además, InvestChile tiene en su cartera 62 proyectos relacionados con servicios internacionales. En conjunto representan una inversión potencial de USD 1.924 millones, de los cuales USD 1.743 millones corresponden a centros de datos.
Debido a estos factores, se espera que los funcionarios gubernamentales utilicen más datos, aumentando así la demanda de racks completos con cada vez más instalaciones de centros de datos en Chile.
Más innovación, más oportunidades
La transformación digital no se trata de cambiar algunas empresas o servicios públicos, es una realidad que debemos entender estratégicamente sumando a todos los actores, entre un ecosistema multidisciplinario y multisectorial en donde la colaboración y la convergencia pública, privada y cultural es fundamental. Es un gran número de sectores el que en estos minutos se ve fuertemente beneficiado por la oferta que tiene nuestra industria. El establecimiento del startup como un sector en aumento, se incorpora fuertemente por la necesidad de innovar con tecnología ajustada a la realidad chilena.
El mercado tecnológico está en constante crecimiento y aún queda mucho espacio de expansión, con alta posibilidad de escalamiento. Por lo mismo, contar con capital humano avanzado y fomentar nuevo talento digital para todos estos desafíos es fundamental, formar nuevas capacidades, nuevos skill y habilitar en nuevas herramientas.
Mujeres en la industria tecnológica
Y acá me atrevo a hablar en primera persona, pues visibilizar y realzar el rol de las mujeres en esta industria me parece importante.
Mi experiencia en el sector ha sido cada vez más apasionante, es un rubro en el que la brecha de género disminuye con mayor rapidez que en cualquier otro, por lo mismo es importante motivar a más mujeres y niñas a que sean parte de este gran avance que las tecnologías conducen y a las oportunidades que no son solamente económicas, sino que también en pos de su crecimiento personal, con verdaderas posibilidades de llegar a ejercer liderazgo y tomar un rol significativo para este cambio de era.
Hoy contamos con tecnología altamente disruptiva, como la inteligencia artificial, herramientas para acelerar y modernizar el desarrollo de nuevas aplicaciones, soluciones de escalabilidad y otras herramientas que sin duda nos van a ayudar a tomar mejores decisiones, incluso para poder seguir existiendo en este planeta.
Si tomamos esto muy a conciencia, vamos a entender que compartir estos conocimientos entre nosotros mismos, adentro de nuestro gremio o con nuestro sector, ya no basta, hay que traspasarlo involucrando a la ciudadanía y asumir un rol educativo también desde lo privado, llevar las mejores prácticas un paso más allá del ITIL y sumar a la ciudadanía difundiendo qué es lo que se está haciendo hoy en TI, que no es otra cosa que buscar lo mismo que todos buscan: vivir mejor cada día y en un entorno, aunque más tecnológico, tremendamente más humano.
Por Daniela Pizarro
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