Por Francisca Mancilla
Me pareció tan amable la forma en que Irene del Real en su libro nos presenta tanta información clasificada como “dura” (espero cachen mi chiste respecto de los metales, estoy tratando de hacerle un guiño a la autora) que me parece injusto que no se animen a leerlo. Deberíamos leer más divulgación. Aquí celebro la iniciativa de La Pollera Ediciones por atreverse, encima con autoras.
Me llamó mucho la atención la cantidad de información sintetizada, y si bien hay momentos de información «más dura», hay una revisión histórica ágil. ¿Cuánto tiempo investigaste? ¿Cómo fue el proceso de edición y síntesis?
Yo creo que estuve como un año y medio investigando en paralelo a que iba escribiendo. Y fue un proceso, la verdad, muy entretenido, porque muchas de las cosas que cuento en el libro las aprendí en el momento y eso me dio la oportunidad de plasmar en la escritura emociones reales de sorpresa o asombro de lo que iba descubriendo. En general siempre traté de escribir, aunque fuesen grandes sucesos históricos, de la misma forma en que le cuento anécdotas a mi familia o amigos, de una forma en que no los aburra. Y creo que eso fue la clave de poder escribir de una manera más sintetizada y quizás también más amable para todo el público.
El tono del libro es muy entretenido, o mejor dicho, es cercano. Como una conversación con una amiga matea. ¿Cómo se te ocurrió escribir en este formato sobre metales?
El tono no se si lo elegí conscientemente, creo que es el tono en que escribo siempre, que varios me han dicho que es el mismo tono en que hablo o escribo correos. Una es muy buena para contar historias, siempre ando en esa con los amigos, familia, estudiantes, contando efemérides que me parecen sorprendentes, y sentí que esa iba a ser mi forma de acercarme al tema del libro, poder contar una historia fantástica y entretenida.
El tema del libro la verdad es que fue cambiando en el camino, o más que el tema el foco. Partí con la idea de escribir un texto donde poder mostrar la relevancia que tienen los metales para la transición energética y también para generar consciencia sobre nuestro consumo de metales. Y medio que en el camino me di cuenta de que una opinión informada al respecto también necesitaría una visión histórica, tener algo de conocimiento sobre cómo los metales han influido en nuestro desarrollo como sociedad. Y bueno, ya con eso medio que me di rienda suelta y terminé escribiendo este libro que mezcla metales, historia, geología y bastante de mi opinión personal.
El libro tiene muchos datos interesantes, las investigaciones paralelas, los datos rosa, la historia personal de alguna investigadora/investigador, porque también implican un montón de investigación, ¿cómo decidiste cuáles poner y cuáles no? ¿tienes alguno favorito?
Como iba escribiendo en paralelo a lo que iba investigando tuve muchos momentos genuinos de sorpresa o asombro sobre las vidas de algunos de los científicos que investigué o sobre sucesos históricos que me parecieron que ni el mejor guionista del planeta se le podría haber ocurrido. Así que diría que mi filtro de qué agregar estaba netamente amarrado al nivel de interés que me producía a mí. También le iba comentando a mis amigos, de repente en algún chat de whatsapp de la nada contaba algo que había aprendido y testeada si a ellos les parecía igual de espectacular que a mi jajaja, eran mi focus group. Yo creo que mi dato rosa favorito, porque una igual es copuchenta, es que la nieta de Marie Curie se haya terminado casando con el nieto de quién acusaron de ser su amante. Sentí que fue como la culminación de un amor que nunca pudo ser que se terminó realizando dos generaciones después, romanticismo cósmico puro.
Me pareció que terminas el libro muy esperanzada en la resiliencia de la humanidad frente al cambio climático – yo soy más bien del team: nos vamos a morir igual – ¿Realmente crees que estamos a tiempo de revertir en algo la situación climática? según tu opinión, ¿sirven las acciones individuales?
Muy sinceramente me parece que ya estamos bien pasados ese punto en que podríamos haber revertido el cambio climático. Los cambios que se necesitan como bien mencionas, son difíciles de lograr, especialmente a la velocidad necesaria y de la mano con los grandes cambios estructurales a nivel global necesarios. Pero, superar una crisis no es siempre revertirla, si no también adaptarse a ella y mitigarla, y ese es el proceso al que vamos a ir entrando como humanidad. Aceptar que las cosas van a cambiar y que nos tenemos que adaptar, y que tristemente muchas van a cambiar para peor (pensando por ejemplo en los eventos climáticos extremos que nos afectan cada vez más). Pero sigo siendo positiva, creo que de tanto leer sobre crisis en el pasado, pandemias, años sin verano, hambrunas masivas, etc. Y ver que como humanidad hemos logrado salir adelante me da una fe ciega en que vamos a poder lograr lo mismo ahora. Salvo que a alguien se le ocurre tirar una bomba atómica, porque de ahí sí que si no hay vuelta.
Ahora si sirven las acciones individuales es una buena pregunta, sirven en la medida en que se masifican, en que todos los hacemos. Si todos andamos con una bolsa de tela yendo a comprar al super efectivamente van a haber menos bolsas de plástico. Ahora, esas acciones individuales dentro del gran esquema de las cosas no pesan mucho, lo que pesa son las decisiones que toman los gobiernos, los grandes poderes económicos, a nivel ya más de geopolítica, y ahí la acción individual más poderosa que tenemos es votar, elegir quienes nos representan dentro de esas ligas donde se toman decisiones que pueden afectar el desarrollo del planeta.
Respecto de nuestro metal insigne: el cobre. ¿cuál sería para ti el modelo de extracción ideal?
Yo creo que un modelo de extracción ideal es aquel que minimize el impacto medio ambiental y que sea inclusivo con las comunidades que habitan los alrededores de una zona donde puede haber una operación minera. La minería se puede realizar con muy altos estándares para mitigar el impacto en el medio ambiente, es una minería eso sí más costosa, que requiere más tecnología y también de trabajadores muy capacitados. Pero a mí me gusta pensar que en el futuro esa si o si va a ser la minería que prime. Y que sea una extracción que tenga una licencia social, término que se ocupa para caracterizar el grado de aceptación que puede tener un proyecto de extracción socialmente, lo que es clave. Y en ese sentido me gustaría pensar que hacia el futuro la minería va a integrar a las comunidades aledañas desde el muy principio de su desarrollo, y con integrarle me refiero a que sean parte de la toma de decisiones, que sean parte activa de la extracción en sí, y abandonar esa relación un poco paternalista que se puede dar entre la empresa y las comunidades que habitan cercana a esta.
En los agradecimientos haces referencia a los clubes de escritura creativa, ¿cómo sumaron a la realización de este libro?
La verdad es que fueron una parte muy importante, principalmente porque a través de los talleres de escritura creativa logré empezar a encontrar un estilo de escritura que fuese mío. Al principio creo que escribía pensando en cómo algo debería ser escrito más que como yo lo escribiría. Y a través de los talleres y del mucho feedback que recibí fui logrando darme cuenta de que no, yo debo escribir como yo escribo, sin pensar en cómo los demás escriben. Y eso me sirvió mucho para el libro ya que creo que fue clave en el tono que tiene, ese tono medio lúdico de contar una gran historia es el tono que desarrollé en estos talleres.