Este viernes 12 de marzo, en el marco de la suspensión en otros países de la vacuna contra el COVID-19 elaborada por el laboratorio AstraZeneca en conjunto con la Universidad de Oxford, y tras la preocupación generada por posibles casos de trombosis en personas vacunadas, el Instituto de Salud Pública (ISP) solicitó todos los antecedentes a dicho laboratorio, explicó en un comunicado.
El ISP obtuvo como respuesta que el laboratorio, tras realizar un estudio de datos de más de 10 millones de personas, no pudo comprobar la evidencia de un riesgo de embolia pulmonar o trombosis venosas en los grupos vacunados.
Además, el ISP informó que contactó a la Agencia Europea del Medicamento (EMA), quienes manifestaron que no existen indicios de que la vacuna de AstraZeneca haya causado dichos eventos.
En esta línea, EMA les comunicó que los “beneficios de la vacuna superan sus riesgos y la vacuna puede continuar administrándose, mientras se realiza la investigación de los casos de eventos tromboembólicos. En esta misma línea, las agencias de España, Reino Unido, Francia y Australia, continúan su programa de inmunización con la vacuna SARS CoV-2 de AstraZeneca”.
El ISP indica que «actualmente no existe evidencia suficiente para asegurar que los eventos tromboembólicos presentados estén asociados a la administración de la vacuna, por lo que no se justifica la adopción de alguna medida sanitaria en nuestro país”.
Finalmente, el ISP agregó que la Agencia Nacional de Medicamentos continuará monitoreando la información de seguridad que se genere en relación con estos eventos para actualizar el perfil de la vacuna.
Fuentes: El Mostrador/La Tercera.