Jorge Lavandero, tras presentar demanda por atentado de 1984: El Estado ha permitido las persecuciones más graves en mi contra

El ex senador y diputado Jorge Lavandero presentó una demanda civil en contra del Estado de Chile por el atentado perpetrado en su contra el 20 de marzo de 1984 y que le dejó graves lesiones físicas.

Jorge Lavandero, tras presentar demanda por atentado de 1984: El Estado ha permitido las persecuciones más graves en mi contra

Autor: Leonardo Buitrago

El ex senador y diputado Jorge Lavandero presentó una demanda civil en contra del Estado de Chile por el atentado perpetrado en su contra el 20 de marzo de 1984 y que le dejó graves lesiones físicas.

Para entender el caso del ataque por el que Lavandero pide justicia es necesario remontarse a la década de 1980.

Luego de diez años de férrea dictadura de Augusto Pinochet, en 1983 se realizaron grandes manifestaciones, “las protestas nacionales”, por lo que el régimen nombró como ministro del Interior a Sergio Onofre Jarpa, con la intención de intentar aplacar la situación.

Con Jarpa se dio inicio a “la apertura”, pese a lo cual se registraron huelgas y protestas que culminaban con detenidos, heridos y muertos.

Dentro de la escena política, el nombre de Jorge Lavandero fue cobrando más protagonismo. El 4 de Septiembre de 1983 fue el único orador en la  primera manifestación autorizada a la oposición, luego de 10 años de gobierno militar y que se realizó en Santiago, la que congregó a más de 100 mil personas.

Fortín Mapocho: n° 287, 26 de marzo de 1984
Portada de ElFortín Mapocho en 1984. Imagen: Memoria Chilena.

El Fortín Mapocho

Asimismo, durante «la apertura» se autorizó la publicación del único diario opositor en los kioskos, “El Fortín Mapocho”, que había sido fundado en 1947, como un medio oficial de comerciantes del sector de «la vega», pero que en febrero de 1984 cambió de línea editorial al ser adquirido por Lavandero.

De este modo, El Fortín Mapocho como medio de oposición a la dictadura, fue objeto de represión y amedrentamiento por parte de los efectivos de seguridad del Estado, y fue objeto de numerosas querellas, medidas de censura y de restricción de información, entre ellas la prohibición de publicación de imágenes en contra del régimen.

Imagen: Archivo El Fortín Mapocho.

El diario fue clausurado en varias oportunidades y sus periodistas detenidos y llevados a tribunales militares.

A la par, y a pesar de la prohibición de los partidos políticos en Chile, Lavandero creó una organización denominada Proyecto de Desarrollo Nacional (Proden) -a la que se incorporaron organizaciones sociales y dirigentes políticos de un amplio espectro- con la que formuló propuestas democratizadoras, y con la que obtuvo reconocimiento dentro y fuera del país.

Imagen: Memoria Chilena.

Denuncias y un brutal atentado

En medio de la censura, la represión y la violencia de la dictadura perpetrada a través de la Central Nacional de Informaciones (CNI), El Fortín Mapocho se atrevió a denunciar  las cuantiosas propiedades que habían sido adquiridas por Augusto Pinochet.

Ante el revuelo causado, el 7 de marzo  de 1984 el dictador argumentó que compró las propiedades con  los ahorros de toda su vida y por medio de hipotecas.

Jorge Lavandero insistió y siguió adelante con las investigaciones. Cuando logró recabar los datos, se comunicó telefónicamente con Emilio Philipi director de la revista HOY para comentarle que tenía todas las escrituras que acreditaban la compra de 6 grandes terrenos de 14 hectáreas en el sector del Melocotón por parte de Pinochet, lo que se sumaba a la otra casa recién adquirida por 12 millones de dólares en Lo Curro.

«El día 20 de marzo cuando eran aproximadamente las 19 horas tuve necesariamente que llamar a Emilio Philipi informándole que tenía todos los antecedentes y que me dirigía a la casa de Jorge Donoso, en ese entonces director del Fortín Mapocho a quien debía entregar los documentos del caso Melocotón para su publicación«, relató Jorge Lavandero en su libro «El precio de sostener un sueño«, publicado en 1995 por la editorial LOM.

Los teléfonos estaban intervenidos por los servicios de seguridad del gobierno, por lo que pudieron conocer los pasos que daría Lavandero.

Durante el trayecto a la casa de Donoso y al llegar a la Avenida Ossa con Sucre, presintió que algo andaba mal y al mirar por el espejo retrovisor divisó que un vehículo lo seguía.

«Eran cinco sujetos y uno de ellos hablaba por radio. Doblé bruscamente en una curva para verificar si el seguimiento era efectivo, ellos realizaron igual maniobra, lo que me despejó las dudas. Intenté escapar doblando por Tobalaba hasta llegar a la intersección de Diego Almagro y Celerino Pereira», señaló en el libro.

Al llegar a esa esquina, lo detuvo un semáforo, frente a la Iglesia Santa María y tres autos lo cercaron impidiéndole mover el suyo.

«Entre mi nerviosismo y previendo la reacción de los individuos, decidí bajarme para evitar que me dispararan dentro del vehículo. Al hacerlo los miré detenidamente como para memorizar sus rostros e identificarlos . Cuando me dirigía hacia estos, no me miraron, no me hablaron, no hicieron nada. Al darme vuelta para observar a los otros dos autos que me habían encerrado, de reojo logré percibir que sobre mi venía cayendo un golpe con un fierro, me llegó en la cabeza, los cinco personajes que venían en el auto se bajaron con una especie de laqui», relató Lavandero.

«En ese momento sentí la mitad de mi cuerpo paralizado, caí bruscamente sobre el pavimento. Logré arrastrarme bajo el auto con la fuerza de la mano que no estaba paralizada, pero entre todos golpearon el vehículo y me empujaron hacia afuera pegándome con fierros, patadas y golpes de puño hasta dejarme por muerto en ese momento ya estaba inconsciente«, afirmó en su libro.

Posteriormente, dos de los agresores entraron al auto y robaron valiosa información sobre el Fortín Mopocho y otra carpeta que contenía las escrituras públicas de los terrenos adquiridos en el Melocotón, que involucraban a Pinochet en un gran escándalo económico.

El atentado no duró más de tres minutos. Incluso fortuitamente pasaba por allí Enrique Krauss que luego fue Ministro del Interior, quien junto a un niño y su madre, le ayudaron.

Como consecuencia del brutal ataque agonizó durante 17 días en la Clínica Indisa de Santiago, y a pesar de haber salido con vida, le quedaron secuelas hasta el día de hoy.

En declaraciones a El Ciudadano, el ex senador y diputado explicó las razones por las que decidió introducir la querella contra el Estado por el atentado de 1984 en 2020. Imagen: Verdad Ahora.

Justicia y responsabilidad del Estado

36 años después del atentado, Jorge Lavandero busca hacer efectiva la responsabilidad del Estado y sus agentes en este crimen.

En declaraciones ofrecidas a El Ciudadano, el ex senador y diputado explicó las razones por las que decidió introducir la demanda judicial en 2020.

«No había querido querellarme contra el Estado, pero este Estado ha permitido las persecuciones más graves en mi contra, con secuelas muy graves, me dejaron agonizante, perdí el oído izquierdo para siempre, tuve que someterme a una operación con más de 60 puntos y apenas logré sobrevivir, pensé que esto lo repararía y se sancionaría los culpables, que fueron ya entonces establecidos”.

Un niño que estaba jugando en el jardín de su casa vio lo que sucedió. Eran como a las 7 de la tarde. Ese niño tomó la patente y después fue con su mamá donde el ministro en visita designado, Arnaldo Toro Leiva, a entregársela. Este juez hizo la investigación y descubrió que el autor del delito era Carlos Vargas, matón que contratado por la CNI para diversas tareas.  El expediente con toda la investigación fue robado del tribunal.

Fotografía y retrato hablado de Carlos Vargas, uno de los agresores de Jorge Lavandero en el atentado de 1984. Las imágenes fueron publicadas en libro «El precio de sostener un sueño«. Editorial LOM, 1995.

Después de mucho tiempo, en que esta causa penal no avanzó, el Ministro en Visita Mario Carroza retomó esta causa en 2017, tras querella presentada por Lavandero con el patrocinio de los abogados Roberto Ávila y Luis Toro. Y, aunque Carroza encontró el expediente, tiene el proceso archivado «temporalmente».

Como la causa penal está empantanada, Lavandero indicó que decidió presentar ahora una demanda civil en contra del Estado por daños y perjuicios. Este proceso quedó radicado en el Tercer Juzgado Civil, de Santiago.

El precio de sostener un sueño – LOM Chile
Portada del libro «El precio de sostener un sueño» de Jorge Lavandero.

Lucha por Chile

En sus declaraciones a El Ciudadano, Jorge Lavandero, destacó que desde la dictadura ha dedicado su vida a luchar por Chile.

“En dictadura luché a cara descubierta con las dos organizaciones que creé- El Proden, con personalidad jurídica, estuvo a cargo de (las primeras) convocatorias públicas a protestas y, junto a mi diario Fortín Mapocho, fueron organizaciones democráticas que desafiaron públicamente a la dictadura de Pinochet, en momentos que la importante lucha se hacía en forma clandestina”, precisó.

Recordó también que siguió luchando con llegada de la «democracia«, enfrentándose a  cualquier Gobierno,  para velar “que se cumpliera lo que se le había prometido si caía Pinochet”.

Sin embargo, lamentó que “nadie en esos gobiernos quisieron escucharme”, por lo que decidió escribir 18 libros, “para que nadie dijera más tarde ¿Y tú, que hiciste cuando fuiste senador?”.

En tal sentido, Jorge Lavandero destacó que ha sumado esfuerzos por “recuperar nuestros recursos naturales, y  en especial el cobre”, denunciado los abusos cometidos por las grandes multinacionales mineras y los hechos de corrupción relacionados con Codelco.

El ex senador también defiende la modificación de la Constitución, a través del artículo quinto que señala que la soberanía reside en una nación y el pueblo ejerce la soberanía a través del plebiscito; también promueve una reforma tributaria “como la que existe en todos los países del mundo y no como ocurre en Chile, en el que los que más ganan, como las empresas y personas, no pagan impuestos a las ganancias”.

A su juicio, la realización del referendo constitucional del próximo 25 de octubre, representa una oportunidad para que se puedan expresar todas las personas que están desencantadas de la situación actual del país y la política nacional.

Lavandero fue condenado en 2005 por, supuestamente, cometer abusos sexuales contra menores. Pero la historia de este proceso está plagada de irregularidades, sobornos y mentiras, cuyos detalles se han precisado en sendos reportajes publicados en Chile y destacados medios internacionales, como la mexicana revista proceso.

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