Fotografía: José Mujica y rectora de U. de Chile, Rosa Devés | Fotógrafo: Jesús Martinez
Este martes se dio inicio al segundo Foro de Derechos Humanos de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) “Derechos Humanos y democracias contemporáneas”, el que se desarrolló en la U. de Chile. Como parte de sus actividades, el ex presidente de Uruguay, José Mujica, dictó la conferencia “Derechos Humanos y democracias contemporáneas”.
“No me digan ex presidente. Díganme como mi pueblo: Pepe”, dijo Mujica quien con esas palabras inició su presentación ante la mirada atenta de los asistentes reunidos en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile. “Soy militante desde los 14 años y tengo 87, pero algunas cosas he logrado como respuestas en mi cabeza: somos animales utópicos”, señaló, aludiendo a la colaboración como forma de vida innata de las y los humanos. Por ello, dijo, “la civilización es hija de la cooperación”.
En esa línea, señaló, “la democracia tiene que cultivar el nosotros. La izquierda, la derecha, el centro, pero hay que respetar un nosotros de valores comunes. Hagan todo lo posible por no cultivar el odio”.
Mujica también se refirió a la actual crisis climática y el necesario cambio de paradigma como respuesta. “La humanidad se transformó por primera vez en un agente geológico. Hoy incidimos en los equilibrios arriba de la Tierra y necesitamos cambios, y precisiones en nuestra conducta”, dijo, advirtiendo que “sabemos todo lo que hay que hacer. Hace más de 30 años los hombres de ciencia en Kioto nos dijeron lo que había que hacer, lo que estaba pasando y las medidas que había que tomar. Por primera vez, los humanos están incurriendo en una barbaridad a conciencia, sabiendo lo que pasa. No hay crisis ecológica, hay una crisis política. No hemos podido acotar la civilización que hemos desatado, porque es más importante la acumulación. Y tenemos que cambiar nuestros parámetros culturales”.
Universidades y cooperación latinoamericana
Sobre el rol de las universidades de la región, José Mujica señaló que “no hay cosa más importante que la vida de las universidades, pensadas hacia el futuro, pero acá se da la batalla por la inteligencia”. A ello agregó que “la universidad que cuenta es la que eleva la calidad del pueblo al cual pertenece. No puede ser una flor de invernadero, una exquisitez intelectual de un mundo exótico. Es un compromiso con las angustias, los dolores y las alegrías de su sociedad, es el lumen pensante”.
En esa línea se refirió al desarrollo colaborativo de la región. “Por eso estoy acá. Estoy acá porque estoy gastando los últimos cartuchos que me quedan para un mundo que no voy a ver, y luchando por la integración de nuestra América. No existe una masa de población mundial como los que vivimos del Río Bravo para abajo, que si hablamos despacio, nos entendemos”.
Sobre la lucha social como forma de vida, añadió Mujica, “yo no vengo a hablar solo de democracia como un académico, sigo siendo un luchador social y el mundo que tendremos será el mundo que seamos capaces de crear y arrancar y de luchar por él, pero se necesita gente que se comprometa, que le dé una causa a la existencia de su vida”. Para ello, agregó, “precisamos tiempo para los afectos porque no somos robot, no somos máquinas. Somos una bolsa de agua con sensibilidad, la aventura de la molécula, las cosas que palpita arriba de la tierra, que sufren, que lloran, que tienen cariño. No somos una piedra”.
Medalla Rectoral de la Universidad de Chile
En la ocasión el exmandatario recibió la Medalla Rectoral de la Casa de Bello, máxima distinción que fue entregada por la Rectora del plantel, Rosa Devés.
“A lo largo de los años, usted ha sabido convocar a través de un discurso generoso y esperanzador a distintas generaciones y a personas de los más diferentes ámbitos de la sociedad, en muchas partes del mundo, porque sabemos que ese discurso es consistente con su vida, y entonces no solo genera esperanza, sino también respeto y confianza. En una sociedad con tantas fracturas, esa capacidad de generar unión, usando lenguaje que atraviesa barreras y que hoy aquí se hace presente, la recibimos como un regalo”, dijo la Rectora de la Universidad de Chile.
La distinción se le otorgó al ex presidente de Uruguay en el marco de este encuentro de universidades públicas “con las cuales compartimos historia, principios y desafíos, los que al ser tan grandes y urgentes deben enfrentarse en colaboración”, dijo la Rectora.
Entre ellos, mencionó la caída de la confianza en las instituciones políticas y el debilitamiento de la democracia en indicadores internacionales. “Frente a esta creciente falta de confianza en las instituciones en Chile, cumplir con el mandato ciudadano de contar con una nueva constitución no es solo un imperativo moral, sino que también es una obligación política. La única manera de encauzar pacíficamente nuestras diferencias es a través del entendimiento participativo, abierto y transparente. El fortalecimiento de la democracia solo es posible con más democracia», dijo.