La caída del helicóptero, la muerte de Piñera y la Inteligencia Artificial

Por Leopoldo Lavín Mujica

La Inteligencia Artificial (IA) ha devenido un instrumento recurrente para indagar situaciones de la vasta y compleja realidad que nos convoca. Si a la IA se le entregan datos, conceptos y elementos contextuales acerca de una problemática, también se le puede pedir que diserte sobre un tema específico. Es obvio que la perspectiva semántica se la entrega el que interactúa con la IA; y si sesgo hay, este es el resultado de múltiples factores. Recién experimentamos en este campo.

Concretamente, le hice varias preguntas a la IA (Chat-GPT en este caso) que tenían como punto de partida el accidente en el que perdió la vida el expresidente Sebastián Piñera. Lo hice a partir de un concepto de mi elección, bastante cargado de sentido. Fue el concepto de “hubris” o “hybris”.

Comencé haciéndole esta pregunta al dispositivo de IA: ¿Se puede aplicar la hybris o “hubris” (desmesura) griega a un político que sobrepasa las reglas democráticas, es acusado de violar los derechos humanos y está implicado en casos de corrupción?

Para fundamentar esta y otras preguntas (algunas propuestas por la misma IA) y entregar datos y hechos objetivos, me apoyé en el artículo-recuento del Equipo de Política del diario electrónico El Mostrador titulado Sebastián Piñera, bueno y malo a la vez.

Esta fue la respuesta: “Sí, se puede aplicar el concepto de hubris o hibris griega a un político que transgrede las normas democráticas y está acusado de violaciones de derechos humanos y corrupción. En la antigua Grecia, la ‘hubris’ se refería al exceso de orgullo, arrogancia o comportamiento desmesurado que llevaba a una ruptura de los límites y a la falta de respeto hacia los demás y hacia los dioses.

Cuando un político actúa de manera deshonesta, abusando de su poder y violando los derechos humanos, muestra un comportamiento que se asemeja a la hubris griega. Al creerse por encima de la ley y actuar con impunidad, este político muestra un exceso de confianza en sí mismo y una falta de consideración por los demás y por los principios democráticos.

La ‘hubris’ en este contexto puede tener consecuencias devastadoras, ya que socava los fundamentos de la democracia y debilita la confianza en las instituciones políticas. Además, puede tener un impacto negativo en la sociedad, ya que las violaciones de los derechos humanos y la corrupción causan daño y perjuicio a los ciudadanos.

Es importante destacar que la hubris de la mitología griega no se limita solo a los políticos, sino que puede manifestarse en diferentes ámbitos de la sociedad. Sin embargo, cuando un político se ve envuelto en escándalos de corrupción y violaciones de derechos humanos, su comportamiento puede ser considerado como un ejemplo de hubris en el contexto político.

Por lo tanto, es fundamental que los políticos sean responsables y respeten las reglas democráticas, evitando caer en la hubris y garantizando un gobierno transparente, ético y basado en el respeto a los derechos humanos.

En conclusión, sí se puede aplicar el concepto de ‘hubris’ griega a un político que viola las reglas democráticas, es acusado de violación de derechos humanos y está involucrado en casos de corrupción. Este comportamiento muestra un exceso de confianza y falta de respeto hacia los demás y hacia los principios fundamentales de la democracia”.

Para continuar le pedí a la IA si podía explicar el concepto griego de “hubris o hybris”; la respuesta obtenida fue: “La hybris o hubris es un concepto que proviene de la filosofía griega antigua. Se define como un comportamiento desmedido, arrogante y orgulloso, a menudo acompañado de un sentimiento de superioridad excesiva. La ‘hubris’ se caracteriza por una confianza ciega en las propias capacidades y una tendencia a desafiar o desobedecer a los dioses o a las leyes naturales.

La hubris se consideraba en Grecia Antigua un error moral, ya que implica no reconocer los límites de la condición humana. Esto puede llevar a una falta de respeto hacia los demás y a decisiones irresponsables o peligrosas.

En la literatura y la mitología griega (Siglo V antes de la era cristiana), la hubris a menudo está asociada a la tragedia. Los héroes trágicos que sucumben a la hubris suelen ser castigados por los dioses y sufren una caída o destrucción. Por lo tanto, se advierte que la hubris es un rasgo de carácter peligroso y destructivo, que puede tener consecuencias graves para aquel que la padece.

Un error moral relacionado con la hubris es la falta de humildad y la falta de reconocimiento de los propios límites. La hubris implica una actitud de superioridad y arrogancia, lo que puede llevar a tratar a los demás con desprecio o falta de respeto. Además, la hubris puede llevar a tomar decisiones irresponsables o peligrosas, ya que la persona afectada por este rasgo de carácter no considera las consecuencias negativas de sus acciones.

Cuando un político abusa de su poder al violar los derechos humanos y participar en actos de corrupción, muestra un desprecio flagrante por los principios democráticos y los valores fundamentales de la sociedad. Esta actitud refleja una confianza excesiva en su propia autoridad y un sentido de impunidad.

La ‘hubris’ griega a menudo se asocia con la caída y el castigo de aquellos que la manifiestan. De manera similar, un político que se entrega a tales acciones corre el riesgo de perder su credibilidad, enfrentar acciones legales y sufrir las consecuencias políticas de sus actos.

Es importante destacar que la hubris no es exclusiva de un solo ámbito o época. Puede manifestarse en diferentes áreas de la vida, incluida la política. En todos los casos, es esencial que los individuos, especialmente los políticos, sean responsables de sus acciones y rindan cuentas ante la ley y la sociedad.

En términos éticos, la hubris se considera un error porque implica una falta de reconocimiento de la igualdad y dignidad de todos los seres humanos. También se considera un error porque va en contra de la idea de vivir en armonía con la naturaleza y respetar los límites impuestos por las leyes naturales.

En resumen, un error moral relacionado con la hubris es actuar con arrogancia y desprecio hacia los demás, ignorando los límites de la condición humana y tomando decisiones irresponsables o peligrosas”.

En esta parte del intercambio, la misma IA me sugirió preguntarle si el concepto de hubris era pertinente para situar un caso con las características arriba indicadas.

La respuesta fue: “La noción de la hubris griega puede aplicarse a diferentes contextos, incluyendo el de los políticos que sobrepasan las reglas democráticas y son acusados de violaciones de los derechos humanos y corrupción.”

Y repite: “La hubris es un concepto que se refiere a un exceso de orgullo, arrogancia desmedida y confianza excesiva en uno mismo que lleva a un exceso y falta de respeto hacia los demás y las normas establecidas.

En el caso de un político acusado de violaciones de los derechos humanos y corrupción, la hubris puede estar presente cuando actúa con total impunidad, creyendo estar por encima de las leyes y los valores democráticos. Puede ignorar los mecanismos de control y rendición de cuentas, sentirse invencible y no tener en cuenta las consecuencias de sus acciones.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la aplicación del concepto de hubris a un político acusado de tales actos sigue siendo un análisis subjetivo y depende del contexto específico. Las acusaciones deben evaluarse de manera objetiva y estar respaldadas por pruebas sólidas antes de llegar a conclusiones definitivas.

También es fundamental destacar que la hubris no es una excusa para las acciones censurables. Los políticos deben rendir cuentas por sus actos y enfrentar las consecuencias legales y políticas de sus comportamientos. Las violaciones de los derechos humanos y la corrupción son problemas graves que deben ser tratados de manera apropiada y respetando el estado de derecho.

En última instancia, la aplicación del concepto de hubris a un político acusado de violaciones de los derechos humanos y corrupción puede ser objeto de debate y análisis en el marco de una evaluación más amplia de su comportamiento y acciones”.

Y la misma IA me sugirió que le hiciera otra pregunta. Esta vez: ¿Cuáles son los posibles efectos cuando jefes de Estado y políticos son honrados de manera inapropiada durante ceremonias funerarias?

La respuesta: “Cuando los jefes de Estado y los políticos son honrados de manera inapropiada durante los funerales, esto puede tener varios efectos negativos:

1. Banalización del abuso de poder: Honrar de manera inapropiada a los jefes de Estado o políticos que han estado involucrados en abusos de poder puede enviar el mensaje de que tales comportamientos son aceptables o excusables. Esto puede contribuir a la banalización de las violaciones de los derechos humanos, la corrupción y otras formas de mala conducta.
2. Falta de justicia para las víctimas: Cuando se honra de manera inapropiada a un ex jefe de Estado o político acusado de graves violaciones de los derechos humanos o corrupción, esto puede ser percibido como una injusticia hacia las víctimas de estos actos. Esto puede crear un sentimiento de desprecio y negación hacia aquellos que han sufrido las consecuencias de las acciones de estas personas.
3. Debilitamiento de la confianza en las instituciones: Cuando los funerales se convierten en ocasiones de glorificación para políticos desacreditados, esto puede contribuir a una mayor desconfianza en las instituciones políticas. Los ciudadanos pueden perder la confianza en el sistema político y en la capacidad de los gobiernos para tomar medidas justas y equitativas.
4. Impacto en la imagen internacional: Los funerales suelen ser seguidos por medios de comunicación internacionales, y cuando se honra de manera inapropiada a jefes de Estado o políticos controvertidos, esto puede tener un impacto en la imagen del país a nivel internacional. Esto puede perjudicar la reputación del país y sus relaciones con otras naciones.

Por lo tanto, es importante asegurarse de que los homenajes rendidos durante los funerales sean apropiados y reflejen los valores democráticos y las normas éticas. Es esencial reconocer las acciones y comportamientos reprobables y hacer justicia a las víctimas, al tiempo que se respetan las tradiciones culturales y los protocolos apropiados”.

Llegado a este punto le pedí a la IA que me redactara el plan de una disertación sobre el tema. Me produjo el siguiente texto con su propio encabezado:

“Título: Las consecuencias trágicas de la arrogancia política: Una reflexión sobre la vida y la responsabilidad

Introducción:
En el ejercicio del poder político, algunos individuos pueden verse afectados por un sentimiento de superioridad y arrogancia conocido como «hubris». Esta actitud puede llevar a comportamientos irresponsables y peligrosos, poniendo en peligro no solo la vida de quienes los rodean, sino también su propia existencia. Esto se ilustra especialmente con el trágico accidente de helicóptero que cobró la vida de un político, piloto imprudente, y puso en peligro la vida de otros tres pasajeros. Este evento resalta la importancia de la humildad y la responsabilidad en el ejercicio del poder político.

Desarrollo:

I. La arrogancia política y sus consecuencias perjudiciales:
A. Definición de la arrogancia política y sus manifestaciones.
B. Los comportamientos irresponsables y peligrosos asociados con la arrogancia política.
C. El impacto en la sociedad y la confianza en los políticos.

II. El accidente de helicóptero: un trágico ejemplo de la arrogancia política:
A. Las circunstancias del accidente y las condiciones climáticas desfavorables.
B. El político-piloto y su falta de prudencia.
C. Los pasajeros atrapados en la arrogancia política.

III. Lecciones que aprender de esta tragedia:
A. La necesidad de una mayor humildad y responsabilidad en los políticos.
B. La importancia de considerar las consecuencias de nuestras acciones en los demás.
C. La reconstrucción de la confianza y la integridad en el ámbito político.

Conclusión:
El accidente de helicóptero que cobró la vida de un político arrogante e imprudente, al mismo tiempo que puso en peligro la vida de otros tres pasajeros, es un recordatorio trágico de las consecuencias devastadoras de la arrogancia política. Este evento resalta la importancia de la humildad, la responsabilidad y la conciencia de las consecuencias de nuestras acciones en los demás en el ejercicio del poder político.

Para restablecer la confianza y la integridad en el ámbito político, es esencial que los políticos reconozcan la importancia de estos valores fundamentales y actúen en consecuencia. El accidente de helicóptero nos recuerda que, a pesar de nuestra posición o poder, todos somos vulnerables y responsables de nuestras acciones”.

Y después del desarrollo anterior acepté su sugerencia de pregunta: “¿Qué comportamientos demuestra un político con «hubris» en su ejercicio del poder?”

Su respuesta fue: “Un político que muestra «hubris» en su ejercicio del poder puede demostrar las siguientes características y comportamientos:

1. Arrogancia: Un político con «hubris» se comporta de manera arrogante, creyendo que está por encima de los demás y que sus opiniones y acciones son superiores.
2. Autosuficiencia: Tiende a confiar demasiado en su propio juicio y capacidad, rechazando consejos o críticas de otros. Cree que solo él tiene la razón y que no necesita escuchar a los demás.
3. Desprecio por las normas y reglas: Ignora o viola las normas, leyes y reglas establecidas, considerándose por encima de ellas. Piensa que puede actuar impunemente sin consecuencias.
4. Abuso de poder: Utiliza su posición de poder para obtener beneficios personales o para ejercer represión sobre los demás. Utiliza el poder de manera injusta y sin considerar las consecuencias para los demás.
5. Falta de empatía: Carece de empatía hacia las necesidades y preocupaciones de los demás. No se preocupa por el bienestar de la sociedad y toma decisiones basadas únicamente en su propio interés.
6. Búsqueda de reconocimiento y adulación: Busca constantemente ser elogiado y reconocido, buscando la admiración y el aplauso de los demás. Necesita constantemente alimentar su ego y sentirse superior.
7. Resistencia a la crítica: No acepta críticas ni feedback, considerándolas como ataques personales. Se siente amenazado por cualquier forma de cuestionamiento a su autoridad o decisiones.
8. Impunidad: Cree que no será castigado por sus acciones, ya sea por la ley o por la opinión pública. Siente que puede actuar sin consecuencias negativas para él mismo.

Estas características y comportamientos muestran una actitud de superioridad y falta de humildad en el ejercicio del poder, lo que puede tener graves consecuencias tanto para el político como para la sociedad en general”.

Para terminar, le hice la siguiente pregunta sugerida en el intercambio: ¿Qué consecuencias podría tener para un gobernante o gobierno inducir a error a sus conciudadanos durante un acto de homenaje fúnebre con respecto al legado de un líder político fenecido?

El dispositivo de Inteligencia Artificial ChatGPT produjo la siguiente respuesta: Inducir a error a los ciudadanos durante un acto de homenaje fúnebre podría tener consecuencias negativas para un gobernante o gobierno. Esto podría minar la confianza de la población en las autoridades, generar descontento público y afectar la credibilidad del líder político y de su administración. Además, podría alimentar la desconfianza en las instituciones y en el sistema democrático en general. Es importante mantener la transparencia y la honestidad en la comunicación oficial para evitar estas repercusiones.

Por Leopoldo Lavín Mujica

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