Aclamada reciente en el prestigioso Festival de Cannes, “La Cordillera de los sueños” de Patricio Guzmán completa una trilogía sobre Chile, cuyos primeros capítulos fueron “La nostalgia de la luz” y “El botón de nácar”. Esta vez, Guzmán pone su cámara frente a la imponente cordillera de los Andes, “un inmenso muro que rodea la ciudad de Santiago” y que casi nadie se detiene a ver.
“La cordillera es algo que nos protege y nos aísla del resto del continente. Desde chicos los chilenos la miramos, está allí siempre y ha sido testigo de nuestra historia. Pero no la conocemos”, expresó el cineasta chileno.
A través de bellas imágenes aéreas, Guzmán hace un paralelismo entre esa cordillera, testigo de la historia desde hace 20.000 años, y la historia reciente de Chile, desde el golpe de Estado contra Salvador Allende. El cineasta también aborda el doloroso tema del exilio y de la soledad.
En esa línea, Guzmán va al encuentro de artistas que como él, debieron huir de Chile, además de otros cantantes, escritores, documentalistas, que siguen en Chile y son testigos de la pesada herencia que dejó la dictadura militar.
“Chile sigue sonado por el golpe de Estado”, cuenta el director quien hace de narrador en esta obra documental. “Fue una cosa tan espantosa, que seguimos viendo las consecuencias terribles en el Chile de hoy”, agrega. Como la grietas y desniveles que a lo largo de la historia se han dibujado en la cordillera.
“La cordillera de los sueños” forma parte del selección oficial y fue proyectada en la categoría “Sesiones especiales” del Festival de Cannes.
En la presentación de la cinta, Guzmán declaró sobre su película: «La nieve cubre este paisaje en plena cordillera. Si buscamos este lugar en un mapa casi no viene señalizado, tampoco existen caminos públicos para venir a visitarlo. Nadie puede venir aquí sin autorización, este es un inmenso territorio chileno que no es chileno. En algunas provincias el 80% del territorio es propiedad privada».
Fuentes: Diario y Radio U. de Chile / Festival de Cannes