En el marco del Día Mundial de la Tierra, que se celebra cada 22 de abril, se estrenará a nivel mundial el documental “Newtok: ¿Qué se llevará el agua?”, premiado trabajo audiovisual de Patagonia Films que relata la historia de Newtok, comunidad destinada a desaparecer debido al cambio climático.
Construida sobre un delta a orillas del Mar de Bering, esta pequeña aldea Yup’ik ha presenciado el derretimiento del permafrost y la erosión de los ríos e infraestructura en decadencia durante décadas. Las temperaturas en aumento han acelerado la erosión y el río Ninglick -que antes estaba a más de 1.5 kilómetros- hoy corre en la frontera de la aldea.
De esta forma, los 360 residentes Yup’ik enfrentan un desafío sin precedentes: Para mantener su cultura y comunidad intactas, deben trasladar toda su aldea a un terreno estable río arriba, mientras enfrentan a un gobierno que no ha tomado las medidas adecuadas para combatir el cambio climático.
Así, los habitantes de Newtok se convertirán en refugiados climáticos. Mira el trailer acá y el documental completo, desde el 22 de abril, aquí.
Documental: la historia narrada
Newtok -dirigida por Andrew Burton y Michael Kirby Smith- sigue a Della Carl, madre soltera de tres hijos; a Albertina Charles, una líder en la comunidad y profesora; y a Andrew John, un ex militar a quien se le ha encomendado ayudar con la reubicación de su comunidad. “Este es el retrato de un pueblo que busca justicia ante el desastre climático”, comentan sus realizadores.
El pueblo Yup’ik ha cazado, pescado y habitado en las tierras que rodean el pueblo de Newtok durante milenios, pero Newtok como una aldea es mucho más joven. Para 1983, la erosión de las orillas del río Ninglick, producto de una combinación de la acción de las olas, las corrientes y el derretimiento del permafrost (capa de suelo permanentemente congelada debajo de la superficie terrestre), ya significaba tal amenaza, que geólogos e ingenieros concluyeron que sería menos costoso reubicar el pueblo que tratar de detener la aproximación del río.
Una peligrosa tendencia en aumento
Según el Centro de Monitoreo para el Desplazamiento Interno, sólo en 2017 fueron cerca de 19 millones de personas en el mundo las que se vieron obligadas a trasladarse debido a desastres naturales. En efecto, los pronósticos dicen que entre 25 millones y mil millones de migrantes climáticos podrían verse obligados a reubicarse para 2050. El pueblo de Newtok es parte de una tendencia que va en aumento y que también puede verse en los Estados Unidos: el cambio climático está aquí, pero no nos afecta a todos por igual.
“Los desastres del cambio climático, que aumentan en frecuencia e intensidad, están afectando de manera desproporcionada a comunidades de bajos ingresos, pueblos indígenas y personas de color. Sin embargo, los gobiernos están haciendo muy poco para entregar reparación a los más afectados. En el caso de Newtok, fuimos los únicos periodistas a quienes el Consejo de la Aldea les otorgó acceso, y entendimos que las migraciones climáticas masivas están a la vuelta de la esquina”, explican los realizadores del documental.
Desde Patagonia comentan que “nuestro propósito al realizar este documental fue aumentar -desde nuestra perspectiva- la conciencia sobre lo que sucede cuando hay inacción climática, para poner urgencia a soluciones climáticas que sirvan como herramienta para que la gente se comprometa en el trabajo dirigido por la comunidad y en un cambio de comportamiento significativo”.
En tanto en nuestro país, la crisis hídrica generada tanto por la falta de lluvias (debido al cambio climático) como por el desmesurado uso del agua de industrias mineras y agrícolas, es un claro ejemplo de lo fundamental que es potenciar el concepto de Justicia Ambiental.
En este sentido, Pilar Moraga, subdirectora del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, e investigadora del CR2 y de la U Chile, ha sostenido que “Chile se está abriendo a considerar el cambio climático dentro de la resolución de causas que se llevan ante los tribunales. Éstos y la Corte Suprema han considerado el cambio climático en las decisiones incluso cuando las partes no lo han promovido. Por lo tanto, hay cada vez menos barreras para este tipo de casos en la justicia chilena”.
Finalmente, cabe destacar que uno de los principales derechos fundamentales a los que se suele hacer referencia en litigios climáticos es el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación. Desde esa perspectiva, Ezio Costa, director de la ONG FIMA, ha indicado que “es de esperar que la nueva Constitución integre la variable de crisis climática y que reconozca que el Estado debe tomar ciertas acciones al respecto. Si se establecen acciones límites o una dirección en la que tienen que ir las decisiones públicas, se pueden generar nuevos juicios contra el Estado si hay un incumplimiento”.