La insólita razón por la que podría caer la reforma de pensiones: «Los diputados republicanos no quieren correr sus vacaciones»

Si la reforma previsional es despachada la próxima semana del Senado, la Cámara de Diputados debería votarla durante la última semana de enero. ¿El problema? Los parlamentarios tienen fijada para esa fecha su semana distrital, tras lo cual inicia el receso legislativo que duraría todo el mes de febrero. Si bien el Gobierno ha solicitado en dos oportunidades a los diputados postergar el inicio de las vacaciones, el Partido Republicano se ha negado argumentando que la reforma de pensiones no es una prioridad para la ciudadanía.

La insólita razón por la que podría caer la reforma de pensiones: «Los diputados republicanos no quieren correr sus vacaciones»

Autor: Axel

Este miércoles se dio a conocer el acuerdo entre el oficialismo y la oposición para avanzar en la reforma de pensiones, la cual debería ser despachada la próxima semana por el Senado para iniciar su tramitación en la Cámara de Diputados. Si bien el Gobierno busca que los parlamentarios atrasen el inicio de sus vacaciones para aprobar la reforma durante enero, la bancada del Partido Republicano ya anunció que no darán la unanimidad para avanzar en lo que denominan «un mal proyecto».

El problema se origina en la semana distrital que tiene agendada la Cámara de Diputados para fines de enero, lo que implica la suspensión de las sesiones legislativas para que los diputados realicen trabajos en sus territorios. Luego, en febrero, está fijado el receso legislativo, por lo que los parlamentarios se irían de vacaciones por el mes completo.

De seguir así el calendario, la reforma de pensiones retomaría su tramitación en marzo, lo que genera temores tanto en el oficialismo como en la oposición debido a que el «clima electoral» que se instalará en esa fecha podría hacer tambalear el acuerdo.

De esta forma, el Gobierno busca que la reforma previsional sea despachada en enero, para lo cual se debería postergar la semana distrital de los diputados. Sin embargo, el reglamento de la Cámara establece que se requiere unanimidad de todas las bancadas parlamentarias para proceder con esta modificación.

Si bien la mesa de la Cámara, presidida por la diputada Karol Cariola, ha solicitado en dos oportunidades realizar este cambio, la bancada del Partido Republicano la ha rechazado, argumentando que el proyecto no va en sintonía con las prioridades de la ciudadanía.

«Queremos legislar sobre los temas que son importantes para Chile y no solo prioridades de este Gobierno, que están completamente desconectadas», declaró el diputado Luis Sánchez, jefe de la bancada republicana.

El plan B de Boric

Durante la última sesión de la comisión de Trabajo del Senado, la ministra Jeannette Jara hizo hincapié en el rechazo del Partido Republicano a modificar el calendario legislativo y recordó que, si la colectividad sigue negándose, el Congreso estará obligado a cerrar sus puertas durante febrero y la reforma quedará estancada.

«Se requiere una semana más de tramitación en la Cámara de Diputados y los diputados del Partido Republicano no quieren correr sus vacaciones y, por tanto, el Congreso tendría que cerrar, lo que sería lamentable. Hago un llamado al Partido Republicano para que posterguen sus vacaciones, si igual van a tener febrero», declaró la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, durante la tarde del miércoles.

A pesar de esto, el Ejecutivo cuenta con un plan B: el artículo 32 de la Constitución, el cual establece las atribuciones especiales del Presidente de la República, facultaría a Boric a citar a sesión del Congreso el día en que él lo decida. Sin embargo, esto no garantiza la concurrencia de todos los parlamentarios, lo que podría afectar los quórums y perjudicar la votación final del proyecto.

El ministro, de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), se sumó a las críticas del Ejecutivo hacia la tienda liderada por José Antonio Kast, asegurando que su portazo a la reforma «es una pésima señal».

«Eso contrasta con lo que ha hecho el Senado, que tiene disposición de sesionar la última semana de enero, y no la Cámara. Pero en el caso de la Cámara es solo porque el Partido Republicano se opone. Se opone a que las diputadas y diputados trabajen hasta fin de mes. Es una pésima señal», declaró.


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