El próximo 21 de diciembre la banda chilena Guachupé celebrará sus 18 años de trayectoria con un esperado y prometedor concierto en el Teatro Caupolicán, icónico recinto que ya los albergó en 2014 cuando festejaron sus 15 años de vida.
En este contexto El Ciudadano conversó con dos de sus integrantes –los hermanos Rodrigo (bajo) y Nelson (batería) Alveal– instancia en la que los músicos reflexionaron también sobre varios otros temas, entre ellos las elecciones presidenciales que se desarrollarán en nuestro país el próximo 17 de diciembre.
Al respecto, Nelson Alveal -haciendo un guiño a la cercanía de Guachupé con el fútbol- plantea la siguiente analogía para dibujar su visión del escenario político. «Siento que la situación actual es una cancha de fútbol donde el arco de la derecha es ‘de este porte’ (grafica con sus manos un tramo pequeño) y el arco de la centro izquierda es ‘de este porte’ (muestra igualmente con sus manos un espacio grande) y ellos te dicen ‘oye, vengan po, vamos a jugar’… Y tú sabí que vay a perder y entrai a la cancha y, de repente, mágicamente, vai ganando y cuando vai ganando te dai cuenta que uno de los tuyos patea para atrás. Te dai cuenta que cuando vamos ganando, los compran», reflexiona.
«Entonces, a mí me pasa una cosa con el votar: siento que estoy legitimando el juego de ellos», dice Nelson, al tiempo que plantea que le gustaría que «en algún momento dijéramos: ‘¡no vamos a votar, queremos nueva Constitución ahora! ¡Cambiemos las reglas del juego ahora!’”.
En ese sentido, el baterista postula que es necesario un cambio estructural. “Creo que debemos apuntar a una crisis que debe ser de tal manera, que el paradigma deje de ser el mismo, porque si no, lo que vamos haciendo es que vamos encontrando fallas en el paradigma y las resolvemos, solo las mejoramos».
Por su parte, Rodrigo Alveal -si bien señala que no vota- de todas formas reconoce la importancia de hacerlo, pero en otras condiciones. «Debiéramos tener otras reglas del juego para poder votar sobre muchas cosas; hoy uno vota por alguien que viene con un plan ya preestablecido. Podí votar entre dos opciones que son como un contrato de Falabella, no podí pelearle ni un punto», sostiene.
El bajista suma a su reflexión el hecho de que la clase política está hoy teñida por un accionar profundamente cuestionado. «Más encima, si se descubre que el tipo es corrupto, tampoco podí hacer mucho porque quedai ahí, como que es ‘formalizado'», señala, aprovechando de ironizar con lo que ocurre con la gente ligada al poder que debe enfrentar a la Justicia. «Yo digo: ¿qué significa esa hueá de ‘formalizado’?… como que les ponen un terno a los hueones, porque al final no es más que eso, en la cárcel no están; es mentira», cuestiona. Es esa realidad -agrega- la que «indigna mucho y deslegitima mucho el proceso».
Te invitamos a ver la entrevista completa a los integrantes de Guachupé realizada por el Área Audiovisual de El Ciudadano.
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