El gobierno rechazó dar acceso a las comunicaciones internas generadas a raíz de la publicación del diario El Ciudadano que reveló los nexos del actual edecán de Carabineros, coronel Rafael Rojas Agurto, con funcionarios policiales investigados en el caso Matute por narcotráfico.
En respuesta a una solicitud por Ley de Transparencia realizada por este medio, el director administrativo de la Presidencia de la República, Cristian Riquelme, argumentó que los correos electrónicos compartidos entre funcionarios públicos con motivo de las consultas periodísticas que precedieron al reportaje “Caso Matute: Los secretos del edecán de Bachelet”, y las posteriores comunicaciones dirigidas a otros servicios, constituyen información de carácter privado.
La Presidencia indicó así que “la entrega de tales correos importa una acción que vulnera garantías constitucionales de los remitentes o remisores de los mismos” en lo que tiene que ver con la “protección a la esfera de la vida privada”.
Bajo el mismo argumento, el funcionario se negó a informar si el director de Carabineros, Gustavo González Jure, y el cuestionado coronel que ejerció como jefe del departamento antidrogas de Concepción hasta 1998, Rafael Rojas, se reunieron con la presidenta Michelle Bachelet o intercambiaron conversaciones referentes a la publicación.
Del mismo modo, en lo relativo a si el edecán rindió algún tipo de cuentas a la Presidencia de la República con motivo del reportaje, se informó que “no existe información o documento que permita satisfacer su requerimiento”.
Se señaló además que la Presidencia desconoce si los antecedentes fueron derivados al Ministerio del Interior o Carabineros de Chile para instruir algún sumario, agregándose que “esta Entidad no tiene potestad legal para ordenar la instrucción de ninguna investigación sobre la materia consultada”.
Recordemos que en julio del año 2000, de acuerdo a antecedentes aportados por El Ciudadano, el nombre del coronel Rafael Rojas y un número telefónico de La Moneda aparecieron en la libreta de un burrero ligado al traficante “Mañungo”, situación que fue oportunamente informada al Ministerio de Defensa de la época por el teniente de OS7 que incautó la evidencia. En ese momento, Rojas se desempeñaba como escolta de presidente Ricardo Lagos.