En la Casa de la Memoria de los Derechos Humanos de La Serena, y con la presencia de la diputada y abogada Carmen Hertz, esta semana se inauguró la Biblioteca de La Memoria, actividad organizada por los miembros de la Generación 80, estudiantes de aquellos años de la Universidad de La Serena.
Una de sus miembros, Erika Rojas, comentó que «estamos entregando una biblioteca a todas las organizaciones que funcionan acá, que son la Agrupación de Ejecutados, Detenidos Desaparecidos, Exonerados Políticos y Presos Políticos. Principalmente contiene libros de Derechos Humanos y testimoniales, por lo que cualquier persona que quiera conocer la historia real puede venir a este lugar, que por el momento funcionará con la consulta en sala hasta que tengamos los recursos para poder operarla y para que las personas puedan sacar algún libro».
Esta generación, cuenta Rojas, «es un grupo de jóvenes que en esos tiempos pertenecía a distintas juventudes políticas y que formamos parte de las primeras generaciones que luchamos contra la dictadura. Sin embargo, a través de todo Chile tienes muchos G80 de la Universidad de La Serena, quienes han aportado, y que no hemos perdido nunca el vínculo ni la amistad, porque siempre hemos estado en estas instancias apoyando en todo lo que tenga que ver con mantener la memoria de lo ocurrido en esos años».
En esa línea, Rojas sostiene que «estamos tratando de hacer convenios con otros compañeros de la G80 que trabajan en distintas universidades de todo el país. Incluso hay algunos que tienen editorial y ahora estamos esperando una remesa de cien libros que trae un compañero».
Por su parte, la diputada (PC) y abogada Carmen Hertz, cuyo marido Carlos Berger fue torturado y ejecutado en la ciudad de Calama por la Caravana de La Muerte en 1973, valoró la iniciativa.
«Tiene por objeto contribuir a esta construcción tan lenta que hemos tenido que hacer de nuestra memoria colectiva, y como he reiterado en otras oportunidades, en los países que se ha sufrido el exterminio o el genocidio o los crímenes de guerra, como en el caso de Chile, que experimentó crímenes de lesa humanidad contra un sector de la población, la memoria colectiva es un salvaguarda y garantía de que nunca más no pase de ser un enunciado retórico, sino que efectivamente se transforme en una realidad», explicó Carmen Hertz.
La legisladora añadió en ese punto que «si no hay justicia no hay memoria y si no existen ambas, el mensaje que se le está entregando a la sociedad es que la injusticia es una forma de convivencia y que el crimen es una forma de regular los conflictos políticos entre las personas. La justicia es un camino muy largo, que el mundo de Derechos Humanos ha recorrido contra todos los obstáculos que nos pusieron».
«Hemos tenido dosis de justicia, pero falta camino por andar, falta que la verdad de los crímenes que destruyeron el tejido social de este país a partir del golpe, sea una verdad social y para eso se necesitan políticas públicas por parte del Estado que nunca han sido implementadas», concluyó la parlamentaria.
Fuente: Diario La Región de Coquimbo