Las huelgas tienen más poder cuando incluyen acciones complementarias en los primeros días

Una investigación Fondecyt a cargo de Diego Velásquez, Domingo Pérez y Sebastián Link analizó la forma como las estrategias adoptadas en huelgas laborales afectan su probabilidad de éxito. “¿Cómo y cuándo actuar para vencer? Estrategias de acción de los trabajadores en huelga en Chile y su poder de movilización”, se titula el trabajo de los académicos.

El trabajo toma como punto de partida que la relación laboral es una mezcla de cooperación y conflicto. Una expresión de este último son las huelgas, donde los trabajadores paralizan su trabajo por diversas reivindicaciones. Al mismo tiempo, las huelgas se entienden como un mejoramiento de la capacidad de presión de los trabajadores respecto de su contraparte (empleador), buscando equiparar su poder de negociación.

“¿Qué hace a una huelga fuerte?” se preguntan los investigadores. La respuesta que dan identifica dos grandes factores. El primero es la posición estratégica, ya sea en puestos neurálgicos de la empresa o en sectores estratégicos de la economía nacional, como el minero, portuario o forestal. El segundo factor apunta a las características de la organización, como comisiones de trabajo en la huelga o fondos de resistencia organizados previamente.

Sin embargo, Velásquez, Pérez y Link plantean una tercera variable: el poder de movilización, derivado de las acciones y tácticas que emplean los huelguistas.

De acuerdo a la revisión que hizo el Observatorio de Huelgas Laborales sobre los tipos de repertorios tácticos desplegados en huelga, entre los años 2010 y 2016, un 23,8% de las huelgas no realizan acciones complementarias. Un 53,9% ejecuta “repertorios contenidos”, acciones que no transgreden el orden, como marchas, recolecciones de firmas y piquetes pacíficos. Mientras que 22,3% de las huelgas incluye “repertorios transgresivos», a través de acciones disruptivas, como cortes de rutas y bloqueo de entradas, en conjunto con tácticas contenidas.

A partir de estos datos, el estudio concluyó que una huelga tiene mayores probabilidades de imponerse mientras más acciones complementarias realice, sean contenidas o disruptivas. A su vez, las acciones complementarias son más eficaces en los primeros 10 días hábiles efectivos de huelga. Posteriormente, indica la investigación, se pierde el control que tienen sobre el resultado de la huelga. Por tanto, mientras más días hábiles dure la huelga, resulta más conveniente para el empresario.

El trabajo señala además que en el primer día, las acciones disruptivas tienen mayor poder de movilización que las contenidas. De esa manera, los trabajadores demuestran convicción y determinación. Entre el segundo y el décimo día hábil, estas tácticas no muestran grandes diferencias entre sí respecto de su poder.

Por otro lado, la investigación determina que en general, la movilización es central en el poder que tienen las huelgas y no tanto la posición en la economía. La cantidad de trabajadores movilizados y las huelgas por fuera de la negociación colectiva suman puntos de presión.