El ex senador Jorge Lavandero comentó la investigación por supuestos delitos tributarios, cohecho y negociación incompatible abierta en contra del antiguo ministro de la Segpres, Jorge Insunza, con motivo de los pagos que recibió de la empresa cuprífera del Grupo Luksic mientras dirigía la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados.
Por iniciativa propia, la Fiscalía Oriente decidió armar una carpeta con los antecedentes que fueron conocidos el año pasado cuando el ex secretario de Estado de Bachelet, vinculado al lobbista Enrique Correa, abandonó el cargo en medio de cuestionamientos por las presuntas asesorías de «coyuntura política» realizadas a Antofagasta Minerals por una cifra cercana a los 200 millones de pesos.
En conversación con El Ciudadano, el ex dueño del Fortín Mapocho, Jorge Lavandero, no mostró sorpresa con la información, revelada en el marco de una serie de pesquisas del Ministerio Público sobre el uso de boletas y facturas ideológicamente falsas para financiar la política e influir sobre las decisiones de autoridades en ejercicio, tal como se indaga en los casos de Jaime Orpis y el ex titular de Economía de Piñera, Pablo Longueira.
«Durante la dictadura planteamos recuperar nuestros recursos naturales, el agua y la previsión. Por cierto, el país creyó en esto y por eso iban a las protestas. Cuando observé que lo que se había prometido no se cumplía (con la llegada de la Concertación al poder), empecé a escribir. Escribí doce libros. Empecé a intervenir en el Senado, en las comisiones de Hacienda y Minería, y a pesar de haber hecho 180 intervenciones y seminarios, mis palabras rebotaban. Ahí empecé a darme cuenta que había una mafia», dijo Lavandero.
Quien fuera víctima de un atentado fallido de la CNI bajo el régimen de Pinochet, como dirigente del Prodem, explicó las dificultades que tuvo en el Congreso para conformar una comisión especial destinada a elaborar una política de Estado sobre la gran minería del cobre durante el gobierno de Ricardo Lagos.
La instancia fue aprobada con la unanimidad de los parlamentarios, pero quedó en nada («como si se hubiese escrito en agua») cuando Lavandero fue sometido a un juicio por supuestos abusos a menores. Los cargos son desmentidos por el ex senador en su último libro «Asesinato de imagen», acompañando las declaraciones juradas de testigos que denuncian eventuales presiones de la Fiscalía para inculparlo injustamente.
Poco antes de ese proceso judicial, recordó, conversó de su proyecto con Lagos a bordo de un helicóptero: «Le entregué el proyecto elaborado (sobre gran minería y royalty) y le dije ‘aquí vamos a cambiar la desigualdad en este país con los recursos del cobre, aquí están los estudios’. Me dijo ‘Jorge, el cobre no está en mi agenda’. Yo casi me caí del helicóptero. Meses después, me enteré que Luksic se lo había llevado en su avión particular, dos veces, a la mina Los Pelambres».
«Cuando estaba ocurriendo esto, la comisión investigadora, la discusión sobre la Barrick Gold y todas las investigaciones que hicimos, Luksic era presidente del Consejo Minero, el presidente de la mafia minera. Él entregó financiamiento a Lagos y lo hacía con confianza, porque también había tenido contactos con distintos personeros de la Concertación. Acá hay una corrupción realmente seria y grande, y el caso de Jorge Insunza, siendo diputado, está dentro de este contexto», afirmó.
Para Lavandero es posible identificar los vínculos de la Concertación con Luksic al seguir la pista de los políticos que han terminado trabajando en empresas del grupo económico, tal como sucedió en el caso de Jaime Estévez, quien facilitó un préstamo para que la familia de origen croata adquiriera el Banco de Chile.
En este sentido, el ex parlamentario apuntó a la necesidad de que la investigación contra el ex ministro Insunza se expanda a otras aristas, considerando las sospechas que apuntan a más políticos eventualmente cohechados por Luksic.
«Yo conocí a Jaime Estévez (militante socialista) como un revolucionario, porque en dictadura andaba detrás de mí, andaba conmigo en las charlas. Bueno, este hombre le permitió comprar el Banco de Chile a Luksic, con la plata de todos los chilenos, cuando estaba en el Banco Estado. Por cierto, este hombre, además de ser presidente de la Católica, es director del Banco de Chile… Uno se da cuenta que altos funcionarios del gobierno de Bachelet fueron empleados de Luksic, el mismo Eyzaguirre (actual Segpres) y Arenas (ex Hacienda), entonces a mí no me extraña que exista una especie de devolución de mano con estos créditos que se le otorgaron a su nuera, la señora Compagnon», puntualizó.