Un procedimiento abreviado con libertad vigilada, más una multa que entre ambos sumó $857 millones de pesos. A ese acuerdo llegaron los controladores de Penta, Carlos Délano y Carlos Lavín, con la Fiscalía en el año 2018, luego de que quedara expuesto el mecanismo que empleaban para financiar ilegalmente a políticos de derecha.
De esta forma, el 9 de julio del año pasado, el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago resolvió condenar a los empresarios delincuentes a cuatro años. También determinó que ambos debían realizar un curso cerrado en la Universidad Adolfo Ibáñez de Ética Empresarial, cuyo costo asciende a los $30 millones de pesos, de acuerdo a un reportaje de Biobiochile.cl.
El portal de noticias también afirma que “los Carlos” han sido objeto de un seguimiento por parte del Centro de Reinserción Social (CRS) de la zona oriente, con el fin de modificar “distorsiones o cogniciones antisociales que justifiquen la comisión de delitos económicos”. La instancia también busca “motivarlos” para que asistan a la sesión semanal del curso de ética, que comienza el 4 de abril y se extenderá hasta diciembre.
“No me perjudique, yo no me parezco a Carlos Eugenio”
En este contexto, Gendarmería ha emitido informes con observaciones sobre la conducta de los condenados. Un documento de noviembre de 2018 señala que Délano se molestó cuando le informaron las características de su plan educativo. “Delegada debe pedirle que no se ofusque y la deja hablar para avanzar en la lectura del plan. Solo se pudo leer la propuesta (…) ya que algunos rasgos obsesivos y abstracciones selectivas del discurso, hicieron difícil el diálogo”, indica el texto citado por Bío Bío.
Aprovechando la libertad vigilada que consiguió, el “choclo” Délano celebró su cumpleaños en París, según revela un informe del 4 de marzo de 2018. También estuvo en Estados Unidos, invitado por su “compañero de causa” (Lavín) “para ver correr a su caballo”.
La delegada de Libertad Vigilada, Disa Oxa Gallegos, señala que busca hacerle ver a Carlos Délano el daño que provocó en su familia el que haya cometido un delito. Según el informe, el delincuente de cuello y corbata le pidió: “No me perjudique, yo no me parezco a Carlos Eugenio (Lavín)”.
“Se aprecia ausencia de juicio crítico”
Respecto del otro condenado, Carlos Lavín, Gendarmería ha establecido que “se aprecia ausencia de juicio crítico respecto del rol de ambos en el grupo empresarial donde se cometieron delitos”.
Un documento de noviembre de 2018 describe el descontento del empresario con la extensión del curso de ética. Se afirma que “muestra disconformidad frente a la duración del curso, señalando según sus propias palabras, sentirse privado de libertad, ya que no podrá programar ningún tipo de actividad fuera de Santiago o del país por más de una semana mientras se estén impartiendo las clases”.