En un momento trascendental para el país, las y los convencionales constituyentes cuentan con una mayor representatividad y legitimidad de gran importancia histórica y política, más que cualquier otro órgano o institución gubernamental, lo que puede generar mucho temor en los grandes poderes y quizás incertidumbre en la población sobre lo que se va a hacer.
Así lo considera Loreto Vallejos, constituyente del Distrito 15 por Lista del Pueblo, al reconocer que “tenemos una representatividad, una legitimidad y además, mucho más importante, una esperanza, de tanta gente que se entusiasma de que las cosas pueden ser distintas” y transformar el país, siempre con la participación del pueblo.
En este sentido, destaca que para este nuevo proceso de construcción debe imperar la sensación de realismo sin aires de superioridad, con la historia de vida, honestidad y sentido de realidad de cada constituyente que fue electo desde las bases, confiando en que “tenemos ese mismo espíritu de construir, dialogar, pero transformar profundamente nuestro país”.
“No somos una manga de ignorantes que va a quemar Chile, eso no va a pasar”, enfatiza la primera mayoría de votos a Constituyentes en el Distrito 15, al explicar que está convencida de que toda esa gente que había sido invisibilizada por años y que ahora cuenta día con la voz para representar a los ciudadanos, “tiene mucho más que aportar que la gente que ha estado en una cúpula encerrados viviendo, que ve la vida solo desde esa perspectiva”.
“Quienes por tantos años han gobernado, escapan de esa realidad (…) Hay una precariedad que hoy día nos forja como constituyentes”, agrega.
Sin privilegios
En entrevista para El Ciudadano y al hacer un repaso sobre la victoria electoral, en la que logró 17.059 votos de los 35.132 que obtuvo la lista del pueblo más votada, resalta la versatilidad y conformación 100% independiente. Fue una “lucha de pequeño a gigante, de David y Goliat, al pasar del anonimato, pasar de ser ciudadano común y corriente con la misma sensación de injusticia, a terminar siendo una lista representando y convocando gente”, señala la profesora de historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
“Si tú quieres cambiar Chile, transformar este país, no te puedes gastar 20 millones en una campaña. Eso no es transformar nada eso es repetir lo que los políticos han hecho por treinta, cuarenta años”, añade al tiempo que reitera la importancia y responsabilidad del mensaje de los constituyentes electos de hacer las cosas distintas para hacer un país diferente.
Ahora, una vez inicie el debate, Vallejos espera que sea “lo más cercano a la realidad de todos y todas. No puede haber nada que huela a privilegio, tiene que ser lo más simple, sobrio y cómodo”, por ende, subraya que “todo lo que hagamos tiene que ser con sentido de realidad, la mayor austeridad posible, con los pies en la tierra”, cuidando enviar las señales equivocadas al pueblo, siendo consecuentes con el discurso y sin olvidar de dónde viene cada uno.
Con relación a la designación de la directiva de la convención constituyente, la docente dedicada también al coaching, cuestiona las supremacías y jerarquías, ya que a su juicio, “al personalizar el cargo corremos el riesgo de que se piense de una cierta manera todo, y lo que nosotros buscamos es una diversidad máxima”, humanizar el espacio por encima de la autoridad.