La firman varios exministros de Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, los amarillos brillan ante el temor de la perdida de privilegios.
En la carta circulada, los firmantes aseguran que de un inicial apoyo a la iniciativa constituyente por la necesidad de contar con una nueva carta fundamental elegida democráticamente, pero ahora se dan vuelta la chaqueta.
Citan los que serían sus 3 problemas principales: una excesiva concentración de facultades en la Cámara de Diputadas y Diputados que debilita la separación de poderes de un Estado democrático; -en el fondo no quieren un Chile unicameral y quieren mantener dos cámaras con los gastos que ello involucra, un espaldarazo a sus amiges senadores- ademas acusan una politización del sistema judicial al crear un Consejo supervisor nombrado por los propios parlamentarios y con escaños reservados para pueblos indígenas; y el concepto de plurinacionalidad, al que califican de “identitarismo radical” que pondría en riesgo la unidad del país.
Todos argumentos que también ha ocupado la derecha para esparcir miedo en las personas. Al parecer hay gente que se dijo ser de izquierda alguna vez, pero solo fue por conveniencia.
El Ciudadano
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