La minería en Chile siempre ha sido visualizada como el sueldo de nuestro país, pero ante nuestros ojos es mucho más que eso, ha sido la moneda de intercambio de los sucesivos gobiernos post-dictadura cívico-militar para ponerse a la altura de las relaciones de negocios internacionales y parecer que como interlocutor somos más grandes que lo que realmente somos, entregando nuestro mayor tesoro a grandes empresas trasnacionales, que se quedan con las ganancias y externalizan sus costos sociales y ambientales en nuestro territorio.
Esta explotación a gran escala se ha ido perpetuando desde la época del salitre y ha permanecido como la base económica hasta el día de hoy. Se sigue explotando y hay millones de dólares de ganancias para los grupos internacionales, pero ¿cuál es el impacto al medio ambiente y a la salud de la población que estas mineras generan?
En la actualidad existe una total contradicción en la instalación de diferentes explotaciones mineras a lo largo del país. Su instalación en un contexto actual de sequía está generando que gran parte de la población se esté activando, como en el caso de Putaendo, para rechazar el saqueo y contaminación de las aguas que realizarán estas mineras en ese territorio y a lo largo del país, en los sucesivos proyectos que se proponen desarrollar.
La actual instalación de la gran minería en la zona central, responde al interés de darle un nuevo enfoque a aquellas regiones que anteriormente se enfocaban en la agricultura y la explotación forestal. Estas mineras, con la promesa de generar empleo, están dispuestas a sacar más agua a aquellos ríos que hoy en día su caudal es diezmado por la sequía, afectando directamente a las comunas de la zona central del país que son más afectadas por este fenómeno, generando además un impacto ambiental en ecosistemas que son únicos a nivel internacional.
En la Región del Maule, ya se están ejecutando proyectos mineros a “menor escala”, como el caso de Hornitos en el Alto Maule y Nirivilo. Ambos se enfocan en la producción de oro. El caso de Hornitos es quizá el más particular, debido a que por 50 toneladas/mes no entró al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), y pretende ejecutarse por una modalidad a cielo abierto en una zona que ha sido mencionada como un sitio prioritario para la conservación, con una estimación de vida del proyecto por treinta años.
En nuestra Región, se siguen investigando distintos yacimientos mineros para su futura explotación y en zonas altamente importantes a nivel de la preservación de la biodiversidad. No debemos olvidar como maulinos que desde el periodo de la conquista española con la agricultura extensiva del trigo y después con las forestales, nuestro espacio geográfico se ha ido modificando a gran escala. Ahora con una futura llegada de gran minería en un territorio que ha sido devastado por los incendios forestales y que está pasando por la sequía más grande de la historia, sería un acto totalmente fuera de contexto y que empobrecería aún más a las comunidades, con el interés de seguir generando ganancias para unos pocos.
Desde el punto de vista de la salud de las personas la instalación de estas mineras resulta inquietante. Es bien sabido que la minería del oro afecta la salud del trabajador, disminuyendo la esperanza de vida, aumentando la incidencia de cáncer de tráquea, bronquios, pulmón, estómago e hígado; incrementando los casos de tuberculosis, silicosis y enfermedades pleurales; disminuyendo la capacidad auditiva; y aumentando ciertas enfermedades bacterianas y virales.
Esto repercute no sólo en su calidad de vida, sino también en la de su familia y comunidad en general. Además, es importante destacar que las operaciones mineras son fuente de contaminación del aire, porque el material particulado es transportado por el viento afectando a otros sectores y por ende a un mayor número de personas. Todas las sustancias peligrosas y desechos de la minería impactan en el agua, aire y suelo, lo que puede ocasionar serios y negativos impactos en la salud pública, según lo reportado por la Organización Mundial de la Salud.
En consecuencia a los argumentos aquí planteados, es que como comunidades territoriales diversas, manifestamos nuestro rechazo a este cambio estructural, cultural, social y económico, en nuestros modos y costumbres y en la relación de las políticas económicas con el territorio vivo que nos acoge.
Exigimos mayor transparencia y participación en tan importantes decisiones. Somos y buscamos participar del acontecer del relato colectivo y de las propuestas y proyectos que afectarán, tal vez irreversiblemente, el desarrollo de nuestras comunidades y el equilibrio medioambiental.
Entendemos, y esperamos que los ciudadanos y ciudadanas que ostentan cargos de autoridad de nuestra región y nación, también comprendan, que sin justicia ambiental y sin real participación, jamás existirá justicia social, exhortándoles a trabajar con y para las comunidades que habitan el territorio.
De plano rechazamos desde ya, en todas sus formas, que la Región del Maule se trasforme en una zona cuyo eje principal sea la megaminería y los factores productivos que la sostienen.
Es por todo esto y mucho más que decimos:
¡Rechazamos categóricamente la llegada de la mega-minería al Maule!
Wichawum ka Mapu Maule / Alianza por la Tierra del Maule / Agrupación de comunidades por la defensa y conservación de nuestro territorio, nuestra identidad cultural y nuestro futuro:
1. MOVIMIENTO POR LAS AGUAS Y LOS TERRITORIOS (MAT), CAPÍTULO REGIONAL MAULE
2. RED MEDIOAMBIENTAL DEL MAULE (RAMA), REGIÓN DEL MAULE
3. CENTRO ARTÍSTICO Y CULTURAL “EL CAHUÍN”, MOLINA
4. CORPORACION SOCIO-AMBIENTAL “KONFLUENCIA”, MOLINA
5. CONCEJO ECOLÓGICO DE MOLINA
6. ECO-CENTRO CULTURAL “TRARUÑE”, MOLINA
7. CLUB DE ÁRBOL PENCAHUE ECOLÓGICO, PENCAHUE
8. CENTRO CULTURAL “EL ESPACIO”, TALCA
9. “LA CAMPANAZO”, TALCA
10. AGRUPACIÓN SOCIOAMBIENTAL “SAN CLEMENTE MANIFIESTA”, SAN CLEMENTE.
11. COLECTIVO DE MUJERES, CURICÓ
12. CENTRO EXPERIMENTAL DE ARTE Y CULTURA, CURICÓ
13. CENTRO CULTURAL “WENUMAPU”, CURICÓ
14. REVISTA “HECHO EN CURICÓ”, CURICÓ
15. AGRUPACIÓN DE CUIDADORES DE SEMILLAS DE LA PROVINCIA DE CURICÓ
16. AGRUPACIÓN “CURICÓ ECOLÓGICO”, CURICÓ
17. AGRUPACIÓN “PUEBLO VERDE”, CURICÓ
18. “FUERZA POPULAR”, CURICÓ
19. ASOCIACIÓN MEDIOAMBIENTAL “ECO-SARMIENTO”, SARMIENTO, CURICÓ
20. CONCEJO DE DEFENSA DE LOS QUEÑES
21. ASOCIACIÓN CULTURAL Y DE LAS ARTES “RUKANTU”, TENO
22. UNIÓN COMUNAL DE JUNTAS DE VECINOS DE TENO
23. ASAMBLEA POPULAR “TENO DESPERTÓ”, TENO
24. MOVIMIENTO SOCIAL “DESPIERTA LA MONTAÑA”, TENO
25. JUNTA DE VECINOS Y VECINAS “LA UNIÓN”, TENO
26. FUNDACIÓN “PUTAGÁN LIBRE”, LINARES
27. AGRUPACIÓN SOCIO-TERRITORIAL “CABILDO MAUCHO”, CONSTITUCIÓN
28. COLECTIVO ECO-FEMINISTA “UNIDAS CONTI”, CONSTITUCIÓN
29. AGRUPACIÓN TERRITORIAL “DEFENSA Y DESARROLLO ZONA SUR”, CONSTITUCIÓN
30. FUNDACIÓN CULTURAL “CINECON”, CONSTITUCIÓN
31. AGRUPACIÓN TERRITORIAL “TERRITORIO VIVO”, CONSTITUCIÓN
32. AGRUPACIÓN ECOFEMINISTA “INALAF”, CONSTITUCIÓN
33. AGRUPACIÓN DEFENSA Y CONSERVACIÓN MAULE MATAQUITO (ADEMA), PUTÚ, CONSTITUCIÓN
34. COMITÉ AMBIENTAL COMUNAL DE CONSTITUCIÓN
Imagen: Zona amenazada por proyecto minero entre Nirivilo, La Palmilla y la ribera sur del río Maule. Foto: Google Earth.-