Marzo también es el mes de los abortos

Columna de opinión: "Marzo también es el mes de los abortos" por Red Con Las Amigas y En La Casa.

Marzo también es el mes de los abortos

Autor: Cristian Hugo García

Por Red Con Las Amigas y En La Casa

Hablemos de lo concreto. De lo inmediato. Marzo no sólo es “el mes de la mujer”, sino también el mes de los abortos. Una verdad incómoda que no se refleja en las coloridas actividades de conmemoración de una fecha dolorosa que a ratos parece haber sido vaciada de contenido político y travestida en un festival posmoderno.

La cárcel sigue siendo una amenaza real y ahí no hay nada festivo. Por eso, el ambiente privado sigue siendo el único espacio de protección para quienes abortan y para quienes acompañan esos abortos. El retroceso en derechos que las niñas y mujeres estamos enfrentando hoy es real y alarmante.

En la intimidad del chat, del correo, en la discreción del hogar o en la casa de la amiga, cientos de niñas, mujeres y otras personas gestantes, recibirán el resultado positivo de un test de embarazo que simplemente no va a prosperar. La decisión es implacable y está tomada como opción vital “por si alguna vez me ocurre”. Y ocurre.

Las cifras recogidas por la Red Con Las Amigas y En La Casa así lo demuestran. El promedio de abortos acompañados durante el año 2022 son más de 9.000 y sólo durante marzo, abril y mayo, las solicitudes de acompañamiento para abortos de embarazos no deseados alcanzan su máxima demanda. Desde el 2017, el aumento sostenido de un 30% anual, ha significado que hasta el año 2022, la Red acompañó más de 40 mil abortos. Al día se reciben unos 250 contactos de quienes ya tomaron la decisión de abortar, solas o acompañadas.

De todos estas situaciones, un porcentaje no despreciable podría recurrir a la tercera causal de violación de la Ley de Interrupción del Embarazo, IVE, pero aunque existe la norma, no existen suficientes alternativas que informen sobre el engorroso proceso que muchas veces termina por desincentivar el ejercicio de un derecho supuestamente consagrado.

Más de la mitad de los médicos obstetras son objetores en la causal de violación, y hay ciudades donde el sistema de salud completo se rehúsa a garantizar el derecho a aborto, como Osorno. ¿Qué les queda?.

Por eso, el acompañamiento hoy es clave. Las acompañantes de abortos son defensoras de derechos humanos. Están ahí para velar y resguardar condiciones seguras de un aborto que ya fue decidido. Brindan información segura sobre las leyes de aborto y sobre la medicación correcta, construyendo narrativas que se alejan de la victimización y que ubican en el centro de interés a quienes deciden abortar como únicas protagonistas en la búsqueda de su bienestar a través de decisiones autónomas.

De hecho, la medicación para la interrupción del embarazo que sugiere la misma Organización Mundial de la Salud ha facilitado esta autonomía, sin embargo el aumento de la persecución a quienes deciden abortar sin el respaldo de las restrictivas leyes que se han aprobado en la región, sólo reduce los espacios de acceso al aborto seguro, estimulando el mercado ilegal y generando condiciones sanitarias de riesgo.

Las acompañantes están ahí para hacer frente a estos vicios de una cultura patriarcal y machista que sigue negando lo inevitable, poniendo en peligro la vida de miles de mujeres, niñas que van a abortar de igual forma.

La criminalización aumenta. Porque no sólo se ha demarcado a las “buenas abortantes” de las “malas abortantes”, sino que se persigue también a quienes, en cualquier caso, deciden acompañar un aborto para garantizar condiciones seguras, gestionar de manera autónoma los derechos sexuales y reproductivos, y enfrentar la violencia de genero.

El informe “Explorando el activismo vinculados al Aborto Seguro a través de las experiencias e historias feministas que integran las redes de acompañamiento de América Latina” presentado en el año 2022, da cuenta de la magnitud de las redes feministas que cada vez más crecen en el continente para garantizar un derecho tan inherente al ser humano, como la autonomía sobre nuestro propio cuerpo.

El 90% del activismo hace acompañamiento telefónico y/o por mail durante los abortos, el 66% además hace talleres y comparte información sobre aborto con medicamentos y el 57% hace también acompañamiento presencial.

Ya en Argentina y otros países de la región, varias acompañantes han sido detenidas y enjuiciadas por promover la información y el acceso a los derechos sexuales y reproductivos.

En Chile, estamos a tiempo de detener esta nueva arremetida conservadora, especialmente en estos próximos meses, cuando muchas mujeres y personas gestantes, abandonadas por el Estado y perseguidas por los medios de comunicación, necesitarán nuestra orientación para concretar el aborto que ya decidieron.

Contacto: [email protected]

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