Entre los años 2015 y 2022, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) aprobó más de 500 planes de corta y reforestación de bosque nativo para instalar proyectos de energía renovable en el país, lo que produjo la tala de un total 1.269 hectáreas de bosque nativo.
Esta cifra equivale a alrededor de 2.000 canchas de fútbol, lo que abre la polémica sobre la afectación a la naturaleza en los planes de cambiar las centrales a carbón por centrales de fuentes renovables.
De acuerdo con información solicitada por la ONG Chile Ambiental a la institución, las regiones donde más hectáreas han sido taladas para construir centrales de generación eléctrica renovables son Valparaíso (263 ha), el Maule (218 ha), los Lagos (209 ha) y la Región Metropolitana (174 ha).
Estas cuatro regiones concentran el 50% de las cortas autorizadas en el país.
Según la información revelada por la ONG, los proyectos de energía solar son los que han solicitado la mayoría de los planes de corta, seguidos de los asociados a energía hidroeléctrica.
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