Con tan solo 34 años y más de seis mil firmas de respaldo a su candidatura, el independiente Matías Toledo ha logrado escalar hasta los primeros lugares de las encuestas de Puente Alto y amenaza con terminar con más de dos décadas de hegemonía RN en la comuna.
En entrevista con El Ciudadano, Toledo habla sobre el cerco comunicacional que ha enfrentado su candidatura, los distintos escándalos que han marcado las sucesivas gestiones de Renovación Nacional y entrega algunas de sus propuestas para devolver Puente Alto a los puentealtinos.
Tu candidatura llegó a portada de La Segunda hace unos meses atrás porque te convertiste en el candidato independiente con más firmas a nivel nacional. ¿Esto fue algo espontáneo o se lo pusieron como objetivo?
Nosotros resolvimos que queríamos disputar la alcaldía como independientes para no tener compromisos políticos con empresarios ni con partidos. Dijimos: «Si vivimos en la comuna más grande de Chile, ¿cómo no vamos a ser la primera mayoría nacional?» Y bueno, terminamos juntando más firmas que muchos candidatos, incluso más que algunos alcaldes en ejercicio.
¿Cuál es tu diagnóstico de los 25 años que lleva Renovación Nacional en la comuna?
Según el Índice de Calidad de Vida Urbana de la Universidad Católica, Puente Alto al año 2012 tenía un alto nivel de calidad urbana. Hoy día estamos ubicados en el medio bajo, es decir, hemos retrocedido. A los puentealtinos nos da mucha rabia cuando se habla de la buena gestión de estos últimos 25 años, que es el slogan que utiliza Karla Rubilar para hacer campaña. Somos nosotros quienes hemos crecido estos 25 años con las calles destruidas, con las filas afuera de los Cesfam, sin derecho a la ciudad, sin transporte público. Hoy día vemos cómo los dineros de los puentealtinos se pierden en los bolsillos de los corruptos. Puente alto es la caja pagadora de Renovación Nacional: tenemos subsecretarios de Piñera, como Ermardo Hantelmann o René Borgna, los cuales han estado involucrados en casos de corrupción y hoy día en puestos claves del municipio.
¿Cómo ha sido enfrentarse a la maquinaria de Renovación Nacional en esta campaña?
El desafío ha sido bien complejo debido a que tenemos un cerco comunicacional tremendo. No se han realizado tantos debates en la comuna debido a que Karla Rubilar no ha querido debatir. Ellos (RN) tienen prensa todo el día, pero de esta manera no podemos nosotros intercambiar propuestas. Creemos que le hace mal a la democracia. Estamos compitiendo hoy día contra los grandes medios económicos, los capitales que manejan los medios de comunicación, y por otro lado tenemos a toda la derecha encima, con una contracampaña feroz, y sin capacidad de respuesta debido al tremendo bloqueo comunicacional.
¿Cuál es tu trayectoria en la comuna?
Yo vengo de una familia que no tiene militancia política: mi mamá es maestra de la construcción, mi papá es mecánico, siempre con una opinión política en la mesa al momento de tomar once. Sin embargo, siempre hemos estado alejados de la política. Al momento que nosotros empezamos a trabajar de manera social nunca lo hicimos con afán partidista o con afán de disputar algún cargo. Pasé por el Colectivo Hijos de la Calle, Vinculación Puente Alto, Centro Abierto Rayito de Luz, la Radio Popular Enrique Torres, la Coordinadora Social Shishigang, Puente Jurídico Social, que son agrupaciones que hoy día hacen un trabajo muy importante en la comuna de Puente Ato. Nos hemos dedicado a hacer: hemos realizado capacitaciones de contabilidad municipal a colegios técnico profesionales, hemos podido mover planetarios a distintos establecimientos para hablar de astronomía, hemos podido realizar 180 audiometrías mensuales, estamos con casi 250 atenciones mensuales en las distintas especialidades de salud, realizamos 120 atenciones jurídicas y de asistencia social al mes. Hoy día tenemos un proyecto súper grande, súper hermoso, que nunca lo constituimos para disputar la alcaldía, pero hoy día los vecinos nos reconocen por ser quienes han estado en el territorio todo estos años.
Como vecino de Puente Alto, ¿cuáles dirías que son las principales urgencias que tiene la comuna?
Seguridad, salud y derecho a la ciudad. Hoy día tenemos 84 funcionarios que cumplen labores de seguridad. En cambio Santiago tiene 309, mientras que El Tabo tiene 120. Tenemos 15 vehículos , mientras que Calle Larga, una comuna cerca de Los Andes, tiene 19. La realidad de Puente Alto hoy día es que tenemos muy poco personal y muy poco equipamiento. Queremos duplicar el personal de seguridad, duplicar también el equipamiento, queremos pasar de 84 a 160 funcionarios de seguridad. Es poco, pero es el doble de lo que hoy día tenemos, y es una de las medidas que podemos tomar según la responsabilidad presupuestaria que hoy día tenemos.
Queremos también crear un observatorio de datos criminalísticos que nos permita georreferenciar el delito. Hoy día los vehículos no pueden andar por cualquier lado, tienen que estar donde se informa que existe el delito. Un observatorio nos va a permitir crear un mapa de calor del delito y nos va a poder permitir crear bases de datos de delincuentes frecuentes. Queremos entrar a la Central Centralizada de Cámaras, una central donde estén conectadas todas las cámaras públicas, privadas y comunitarias, porque hoy día cada una trabaja por su cuenta. También queremos sumar los patrullajes en dron, porque actualmente no tenemos imágenes aéreas para que el día de mañana el municipio pueda hacer las denuncias.
¿Qué hay del área de salud?
Nosotros somos una de las pocas comunas que todavía hace filas afuera de los Cesfam. Este es un problema de gestión. Tenemos que mejorar el agendamiento de horas e implementar el servicio de extensión horaria en los distintos Cesfam. Hay dineros que nos permiten optar a la extensión horaria para poder contratar más personal y de esta manera descomprimir la sobrecarga que hoy día tienen. También es muy importante la colaboración público-privada. ¿Por qué la Municipalidad de Puente Alto no puede tener convenios con los centros médicos de los puentealtinos? Porque aquí cuando hablo del sector prohibido no hablo ni de Luksic ni de Mañalich, hablo de profesionales de la comuna que estudiaron, compraron sus máquinas, levantaron sus centros médicos y hoy día pueden recibir la carga que tiene el sector público y descomprimir las listas de espera.
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