«Talatur» es el nombre del canto kunza, originario del pueblo Lickanantay o Atacameño, que fue recuperado por los académicos del Departamento de Sonido de la Facultad de Artes de nuestro plantel, Luis Núñez, Federico Schumacher y Pablo Kogan, junto al profesional de la Mediateca, Francisco Miranda. Interpretada por Honorio Carral en 1956, la obra -que significa «canto al agua»- fue grabada por el musicólogo Carlos Lavín.
“La Mediateca resguarda un importante patrimonio sonoro y audiovisual, entre el cual se cuenta con grabaciones originales de incalculable valor cultural y patrimonial, como lo es la obra Talatur. Desde la Mediateca del Departamento de Sonido de la U. de Chile, los tres académicos y el profesional de la Unidad Mediateca hemos buscado aportar al espíritu actual de valorización de las diversas lenguas originarias”, explicó el Dr. Pablo Kogan, coordinador de esta iniciativa que se enmarca en el Plan de Implementación 2020-2025 del Proyecto de Desarrollo Institucional del Departamento de Sonido (DSON).
“Siguiendo con uno de los objetivos estratégicos de este plan, el OE6, que refiere al resguardo, recolección y promoción del patrimonio cultural de Chile, se decidió apoyar desde la Mediateca este proceso de recuperación y revalorización del patrimonio intangible de los pueblos originarios”, añadió el profesor respecto de este proyecto que busca salvaguardar el patrimonio sonoro del país.
En ese contexto, el rescate de Talatur permite rememorar el canto ceremonial que realizaba el pueblo Lickanantay al agua durante el mes de octubre, en ocasión de la siembra. En este rito, denominado fiesta del agua, se agradecía a la vida y se pedía para que no faltara el alimento.
“La celebración se hacía en el pueblo de Socaire o en Peine, hacia el sur de Atacama y solo se realizaba cuando se llevaba a cabo la limpieza de los canales de la zona. El canto no tiene una transcripción o interpretación total. Sin embargo, muchas palabras que ahí se nombran y que nosotros podemos hacer una recopilación actual, se representan en el sonido”, destacó Ximena Anza, experta en patrimonio cultural del pueblo Atacameño y también electa convencional constituyente (que por paridad de género no pudo asumir), quien ejemplificó que estos términos pueden ser el maíz, el agua, los niños, los jóvenes, el bien y el mal.
“Además, del quehacer de la siembra y del riego con nuestra Pachamama, con nuestra comunidad y sus componentes. Nosotros podemos entenderla, pero no traducirla”, aclaró Anza.
Grabada en 1956 en el pueblo de Peine, provincia de Antofagasta, por el musicólogo Carlos Lavín, el registro de Talatur se realizó inicialmente en un disco de acetato: “En 1971, las grabaciones fueron copiadas a cinta magnética. En el año 2006, el Laboratorio de Restauración Sonora, perteneciente en esa época al Centro Tecnológico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, a cargo del profesional Francisco Miranda, que hoy es parte de la actual Mediateca, realizó la primera digitalización de los registros originales que se encontraban en formatos analógicos”, comentó el académico.
Añadió, además, que durante el 2021 se ha trabajado en los procesos de edición, filtrado y limpieza de la señal digital, así como en la indagación acerca de los orígenes, el significado de la pieza y la validación del canto recuperado, por parte de representantes del pueblo Lickanantay.
El plurilingüismo de los pueblos originarios en Chile
Hoy, la Convención Constitucional, que ha relevado el reconocimiento del plurilingüismo de los pueblos originarios de Chile, tiene entre sus filas a representantes del pueblo Lickanantay.
“En el contexto de la generación de una nueva Constitución, nos parece de gran relevancia el rescate de esta obra. Para que se reconozca la pluriculturalidad y se garantice el derecho al más vital de los recursos naturales. Debido a que el Talatur representa un canto al agua y a la abundancia que ella trae, para nosotros esta pieza no solo simboliza la puesta en valor de las culturas originarias, sino que también la recuperación de este derecho para el pueblo de Chile en su conjunto”, señaló el profesor Kogan, quien destacó que este registro resulta clave para el rescate de lenguas que se han perdido durante décadas.
“La grabación original también puede representar un instrumento de mayor comprensión de este ritual tradicional y la restitución de su manifestación cantada”, agregó el docente.
Tras el rescate de esta obra, el equipo del DSON se reunió con los integrantes de la nación Lickanantay de la Convención Constitucional, quienes manifestaron su gratitud por esta importante contribución y resguardo de este patrimonio sonoro.
“Nos llena de emoción esta noticia, escuchar la recuperación de este valioso material interpretado por Honorio Carral, uno de nuestros pitchau (que en lengua kunza significa hermano). Valoramos y agradecemos enormemente esta consideración, que -sin duda- contribuye al rescate y puesta en valor del pueblo nación Lickanantay”, expresó el convencional constituyente y representante Atacameño, Félix Galleguillos Aymani.
Por otra parte, la experta Ximena Anza afirmó que “volver a escuchar este canto nos trajo a la memoria a nuestros mayores y abuelos, nos llenó el corazón de alegría. Fue muy emocionante saber que esta grabación fue recuperada y que pudimos reencontrarnos con la familia de Honorio Carral, quienes son los herederos de este contenido, que será entregado formalmente para que pueda trascender a nuestra comunidad”.
La recuperación de este canto original le permitirá al pueblo Lickanantay ”recuperar la pronunciación y algunas palabras perdidas de la lengua. Esto es fundamental porque como el kunza no es un idioma hablado actualmente, es lo más complejo. Sin duda que será un gran aporte para la revitalización de nuestras expresiones lingüísticas”, sostuvo Ximena Anza, añadiendo que, en el marco del actual proceso constituyente, este rescate patrimonial contribuirá en el reconocimiento de esta nación, su lenguaje y su cultura.
Para el profesor Kogan, el rescate de la obra Talatur representa una puerta para “la puesta en valor del patrimonio inmaterial de los pueblos originarios de Chile, los que representan los cimientos culturales de esta tierra y, sin embargo, han sido históricamente invisibilizados. Desde la Mediateca creemos que la recuperación, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural de los pueblos originarios debe configurarse en una acción prioritaria de interés nacional, como parte del proceso constituyente, en miras a la construcción de un país que vea, respete, valore y se enorgullezca de sus orígenes”.
Finalmente, el pueblo Lickanantay “está muy agradecido de los académicos y el profesional de la Mediateca de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile por tener la sensibilidad de contribuir al acercamiento con nuestros ancestros y permitir mostrarle al país que nuestro territorio y nuestra cultura es milenaria. Queremos que nuestro patrimonio inmaterial sea valorado y devuelto hacia sus habitantes, por lo que es muy importante destacar esta forma de mirar y el acercamiento que ha tenido la academia para dar a conocer este legado”, concluyó Ximena Anza.