Durante el pasado lunes, el presidente ejecutivo de Fundación Iguales, Luis Larrain, participó de la entrega de cifras oficiales que el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, y la subsecretaria de Evaluación Social, Heidi Berner, hicieron de la encuesta Casen, la cual por primera vez preguntó por orientación sexual e identidad de género.
Entre los datos dados a conocer hoy, destaca que el 3.0% de los/as encuestados/as entre 18 y 29 años se reconocen como lesbianas, gays o bisexuales, lo que baja a un 1.2% en personas entre 30 y 54 años y a un 0.2% en mayores de 55. En total, un promedio de 1.4% de personas reconocen ser lesbianas, gays o bisexuales.
La mayor apertura de este grupo etario –entre 18 y 29 años– a asumir una orientación sexual diversa se puede explicar gracias a los cambios que ha habido en Chile y el mundo en materia de aceptación de la diversidad sexual. A nivel nacional, en los últimos años se ha aprobado la Ley Antidiscriminación, que entre sus categorías incluye la orientación sexual y la identidad de género, y la Ley de Unión Civil, que permite que las parejas del mismo sexo puedan unirse y ser reconocidas como familia ante el Estado chileno. A nivel internacional, el matrimonio igualitario ya es una realidad en más de veinte países.
Los/as mayores de 55, en tanto, han vivido la mayor parte de su vida en una sociedad en que la diversidad sexual ha sido tabú, por lo que muchos/as de ellos/as simplemente nunca han aceptado o se han atrevido a confesar su orientación sexual.
Larrain explicó estas cifras: “La cifra de 1.4% no debe verse como el total de personas LGB en Chile, sino más bien aquellas que se atreven a confesarlo. La misma encuesta nos muestra que las personas mayores prácticamente no reportan tener una orientación sexual diferente, lo que no significa que no la tengan sino que simplemente no lo asumen o no lo admiten. Además, a ese 1.4% hay que sumar las personas trans e intersex”.
En cuanto a las personas trans, la encuesta no pregunta directamente si una persona se identifica o no como tal, sino que pregunta por la identidad de género -masculina, femenina u “otra”- y la contrasta con el sexo biológico. Este cruce arroja cifras sorprendentemente altas: un 3.1% de las personas de sexo biológico masculino consultadas dijeron tener una identidad femenina, mientras que un 2.3% de las personas de sexo biológico femenino dijeron tener una identidad masculina.
Ante estas cifras, el presidente ejecutivo de Iguales expresó: “Nos llama la atención que las personas trans sean más que los/as lesbianas, gays y bisexuales, porque lo que observamos en la práctica es más bien lo contrario. La pregunta estaba formulada de forma extraña, porque primero definía identidad de género pero después preguntabapor género. Es probable que alguna gente no la haya entendido bien”.