Ha sido de los ejes de la movilización social en los últimos años, junto con ser parte del defenestrado programa de gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, pero la reforma aún no ve la luz. Ni siquiera cuenta con el interruptor.
Al proyecto de reforma al sistema previsional -respuesta del Ejecutivo en esta materia- recién esta semana, a un mes del fin de la legislatura anual, se le dio la urgencia legislativa para apurar el trámite en el Congreso. Una iniciativa que busca inyectar 5% más de cotización individual al llamado Fondo de Ahorro Colectivo, que sería administrado por el Consejo del mismo nombre.
Durante este gobierno la promesa de la reforma previsional fue de lenta ejecución. Primero, con la Comisión Bravo, ente asesor que entregó una serie de propuestas que poco fueron consideradas en el proyecto enviado por el Ejecutivo. Luego, con la tozudez del ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, la iniciativa quedó entrampada y guardada al fondo de la bodega del edificio ministerial de Teatinos 120. Soportando, además, tanto la presión de los partidos de la Nueva Mayoría como de las multitudinarias manifestaciones ciudadanas desarrolladas entre 2016 y 2017.
El anuncio de las prioridades legislativas de la última etapa del Ejecutivo estuvo a cargo de su vocera, Paula Narváez, quien señaló que La Moneda está abierta a “llevar adelante todo lo comprometido con el país” y que “tenemos una coordinación muy importante con los partidos políticos y con los parlamentarios”.
En este sentido, la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, intentó ser positiva con el proceso iniciado el martes 2 de enero, explicando que «estimamos que los análisis debemos realizarlos y sí es posible lograr la discusión en primer trámite de algunos de los proyectos, en particular, del 5% y Ahorro Colectivo». Además, agregó: «respetamos al Parlamento, los tiempos legislativos y el debate en temas tan esenciales».
Mientras tanto, el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, haciendo defensa del recordado «realismo sin renuncia», expresó: «siendo realista, estos son proyectos complejos, por lo que pensar que dentro del actual gobierno pase al Senado, es temerario».
«Tiene las urgencias necesarias para que pase las correspondientes instancias y no quede a la cola», recalcó el jefe de la billetera fiscal, asumiendo que la discusión finalizará en el gobierno de Sebastián Piñera.
Mesina: «Es absurdo»
La Coordinadora NO+AFP ha sido una de las impulsoras de las manifestaciones ciudadanas para modificar el modelo de pensiones chileno, pasando de la capitalización individual a un sistema solidario. Tanto así que llevó a cabo una consulta nacional que superó el millón de votos y que prepara para el año siguiente una iniciativa popular de ley al respecto.
De esta forma, su vocero, Luis Mesina, es crítico de la jugada de La Moneda cuando en conversación con El Ciudadano sostiene que «hemos dicho que es un despropósito que insistan y persistan con una iniciativa que no cuenta ni siquiera con el total apoyo de la coalición de gobierno»
«Cuál es el sentido de insistir en la creación de este fondo de ahorro colectivo, cuando no se ha hecho nada con los otros proyectos de ley que presentó el Gobierno», critica el dirigente, quien argumenta que «si Piñera viene a ofrecer un 4% de capitalización individual, esta propuesta muere».
Mesina, quien también es secretario general de la Confederación de Trabajadores Bancarios, explica a este medio que la acción legislativa del Gobierno es reflejo de desesperación y que perdió la brújula política. En ese sentido, añade que el motivo sería finalmente «quedar bien con la gente respecto de que algo hicieron y endosarle a quienes se opongan la responsabilidad de no ser capaces de legislar».
«Es muy torpe, porque no cuenta con el apoyo del movimiento social ni del oficialismo en su totalidad», insiste el vocero de NO+AFP, agregando además que «es absurdo, porque de año legislativo queda muy poco».
Por último, Luis Mesina realiza una interpelación al Gobierno: «Debiera pensar que si hay tanta oposición a este proyecto, ¿cuál es el sentido de apurar el tranco cuando tuvieron cuatro años para hacerlo?».