«Mientras tengamos tierra no seremos pobres». Con esas palabras el Lonko Pedro Antimilla del Lof Kona Rupu y la Comunidad Carlos Antimilla expresó su rechazo a la Consulta Indígena, ante más de 130 asistentes que estuvieron presentes en la conversación y taller autónomo que se dio en Coñaripe -Región de Los Ríos- el pasado 5 de junio, realizado tras un nuevo fracaso en la realización de esta iniciativa del gobierno de Piñera en la zona.
La reunión aglutinó a 15 territorios y 11 comunidades jurídicas mapuche que conversaron entre ellos por más de dos horas sobre las implicancias de los puntos propuestos por el Estado para la modificación de le Ley Indígena. Al final, firmaron una declaración conjunta y un acta de los puntos tratados, y salieron a marchar por las calles de Coñaripe.
Para los habitantes de esta zona cordillerana llamó la atención el contingente policial presente esa mañana. “A qué consulta vamos a querer asistir con esos carabineros rodeando la sede comunitaria” le dijo Pedro Antimilla a Sergio Bórquez, director regional de Conadi Región de los Ríos que se encontraba en el lugar antes de que fuera la reunión. Una vez que se movieron los carabineros, un gran número de mapuche que se habían autoconvocado cruzaron la calle e ingresaron lenta y calmadamente a la sede vecinal de “la Dehesa” en Coñaripe.
Los funcionarios públicos instalaron el proyector, dispusieron a los presentes y el director regional de Conadi quiso dar por inaugurada la sesión. “Con mucho respecto, pero nosotros acá como mapuche somos dueños de casa y ustedes los del gobierno son visitas” señaló Antimilla. Luego, el lonko dio el paso al vocero de las comunidades para esta ocasión, Manuel Chocori Huenullanca, quien leyó una declaración.
Luego comenzaron las opiniones y comentarios de los presentes. “Nosotros como mapuche tenemos una forma de vida que es distinta. Ninguno de los gobiernos lo han querido entender y han querido imponernos cómo quieren que nosotros nos desarrollemos. Esa misma palabra desarrollo incluso nos trae maleficios. El desarrollo para ellos son carreteras, tendidos eléctricos, pero no es el buen vivir, el kume moguen. El kume moguen es muy distinto al desarrollo que nos quieren imponer” sostuvo Beatriz Chocori del Lof Kona Rupu y Comunidad Carlos Antimilla.
No respeto de los estándares
Uno de los motivos más fuertes de rechazo a esta instancia de diálogo convocada por el Estado, es porque desde que en 2013 fuese aprobado decreto 66 por el primer gobierno de Sebastián Piñera, la implementación del Convenio 169 de la OIT a nivel nacional no se rige por los estándares fijados por dicha norma internacional en cuanto a la consulta indígena. “Nos quieren consultar por un decreto, no por el convenio 169 de la OIT. Se hace de una forma que le conviene al gobierno” planteó el Lonko Pedro Antimilla
En tanto, Beatriz Chocori planteó “si se hiciera una consulta que fuera vinculante, es decir que todo lo que opináramos acá se respetara; pero ya lo sabemos, hemos vivido muchas consultas, sabemos cómo es el procedimiento” agregó Beatriz Chocori.
Desde Challupen, Cecilia Cayuman recordó a los presentes que “la consulta no es vinculante. Después va ir al Congreso y ahí vamos a tener que ir a pelearla de nuevo”. En la misma línea, Beatriz Chocori argumentó que la consulta no fue solicitada por las comunidades y territorios y que sí existen temáticas que preocupan al pueblo mapuche, pero que esas no están planteadas en esta convocatoria. “No se está renunciando al derecho a consulta porque es un derecho ganado” sostuvo Cayuman.
Conversar como mapuche
“Le vamos a pedir a los funcionarios públicos que se retiren. Nosotros sabemos los puntos de esta consulta y podemos explicarlos. Vamos a aprovechar esta convocatoria para reunirnos. Hoy no queremos funcionarios públicos. Habrá otras miles de instancias para conversar, pero en base a las garantías que nosotros estamos exigiendo” explicó Beatriz.
Según Wikipedia, la más sencilla de las enciclopedias en línea, el derecho de autodeterminación, es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural, y estructurarse libremente, sin injerencias externas. La libre determinación está recogida en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. El ejercicio de ese derecho fue el que llevaron a la práctica los diversos lof ancestrales, territorios y comunidad indígenas jurídicas el pasado miércoles 5 de junio.
Así, salieron de la sede comunitaria Sergio Bórquez Ojeda, director regional de la Conadi; Juan Marcelo Ramírez Matus, director regional de Indap; Anne Hunter, Seremi de Gobierno en la Región de los Ríos; y Felipe Mena, Core de Los Ríos, entre otros funcionarios públicos y sus respectivos asesores, que venían a desarrollar la actividad. En esos momentos, venía llegando Carlos Blas Rolack, Seremi de la Región de Los Ríos del Ministerio de Desarrollo Social y Raúl Escárate, del Serviu, los cuales tampoco pudieron ingresar. Estos dos últimos venían llegando desde Panguipulli donde suspendieron la actividad dada la oposición dada por las comunidades que se aglutinaron en dicho sector.
Un lugar para seguir viviendo
Entre los puntos que aglutinaron varias palabras fue el rechazo a la modificación de la Ley Indígena 19.253, porque entre las 11 propuestas, muchas medidas apuntaban a facilitar los procesos para arriendo y venta de tierra. Del mismo modo, las diferencias sustanciales de la concepción, uso y pertenencia a la tierra de los pueblos originarios y el mundo occidental capitalista.
En la difusión digital de esta convocatoria estatal a nivel nacional la frase era “súmate y participa en el proceso de la consulta para la actualización de la Ley Indígena. Decide lo que quieres para tu vida, tu economía y tu cultura”. En dicha simple oración queda en evidencia la perspectiva individual y utilitarista del territorio. Por lo que he observado y se ha explicado en la vida mapuche, uno no es dueño de la tierra, es parte de ella y el mundo es un espacio más amplio donde coexisten muchas vidas.
En ese sentido, una de las medidas propuestas que actualmente se está sometiendo a consulta indígena plantea eliminar la restricción de subdivisión mínima de 3 hectáreas, aplicando las reglas generales de subdivisión predial que permiten dividir en hasta media hectárea (5000m2). “Nosotros tenemos la inquietud frente a las futuras generaciones si la poca tierra que tenemos la quieren volver a dividir” planteó Manuel Chocori.
“Los abuelitos nos dejaron un derecho que mi papá mantuvo. Él ya no está más. Es poco lo que nos corresponde a los hermanos que somos y queremos mantenerlos. Nunca pensamos que la mente nos trabaje mal. El mapuche no tiene otro modo de vivir. Viviendo en el campo yo soy feliz” comentó José Antiqueo de la Comunidad Pehuen Mapu de Coñaripe Alto al ser entrevistado luego de la reunión.
Otro aspecto que está proponiendo el Estado es permitir que el Derecho Real de Uso y Derecho Real de Goce puedan constituirse en título individual de dominio. Es decir, obtener el dominio de aquella parte de los terrenos donde los herederos cohabitan y ejercen sus derechos y en los que han construido sus casas, entre otras edificaciones. “Se puede hacer emprendimiento, pero por qué tiene que ser en una tierra subdividida”, argumentó Beatriz.
Pérdida de los pocos derechos ganados
Cabe señalar que la Ley Indígena firmada en 2003 fue uno de los Acuerdos de Nueva Imperial, suscrito luego de un amplio proceso de movilización y en el que representantes del pueblo mapuche pactaron con la naciente Concertación de Partidos por la Democracia ciertos aspectos que eran centrales para el nuevo período. Si bien poco lograron concretarse y la ley indígena que emanó no fue exactamente lo que se esperaba, muchos señalan que al menos entrega algunas garantías.
Juan Reinahuel, Werken de la Comunidad Vicente Reinahuel de Trafun, explicó que “todos los de acá de la cordillera estamos en contra de la Consulta como todo el Wallmapu. No estamos de acuerdo que la modifiquen porque es la única arma que tenemos nosotros los mapuche como para podernos defender. Nosotros no queremos más con las mentiras, con los engaños como pueblo mapuche. Nosotros no queremos más que el Estado nos siga engañando que el gobierno nos esté engañando.
Pablo Epuñanco del Lof Pocura, también se mostró preocupado por esta propuesta de modificación de ley indígena: “Se convocaron hartos territorios trayendo mensajes desde sus comunidades de oposición a la reforma a la ley indígena. Yo creo que todo mapuche consciente desde las comunidades nos oponemos a esto porque han sido ya 200 años de enajenación. Todos sabemos los hechos históricos que ha hecho el Estado hacia nuestro pueblo y esta tampoco es una instancia de diálogo, esto es algo predeterminado que viene a imponerse. Hay que tratar de conservar lo poco y nada que nos queda de patrimonio, de derechos”.
Tierras restituidas
Desde La Moneda propone disminuir de 25 a 5 años el período para que los predios que se han restituido por medio del Fondo de Tierras de Conadi puedan ser vendidos entre indígenas. Junto con lo anterior, un aspecto controversial es permitir la entrega de dinero en vez de tierra cuando existan dificultades para encontrar propiedades a la venta en las condiciones requeridas y en sus respectivos territorios de origen.
“Todos necesitamos algo de plata para vivir y para movernos, eso no se cuestiona, pero cuando te dicen que tu tierra ancestral, que tú has luchado 10 o 20 años por recuperar, como no hay solución, te ofrecen plata. Y sabemos que la plata ha traído conflictos” recordó Beatriz Chocori.
En cuanto a las tierras indígenas individuales, proponen la ampliación de los contratos de 5 a 25 años para arriendos, comodatos o medierías y en esto varios de los asistentes a la reunión ven un peligro.
“Si uno se pone a analizar es como que en el fondo no existamos. Que nuestra tierra es una mercancía que se puede vender, arrendar para que otros usufructúen de nuestra tierra. Se dice que la tierra se puede arrendar a 25 años no importa a quién sea. Se les puede arrendar a las empresas transnacionales y las inversiones que hacen las empresas no son sustentable. Hacen reforestación con pinos y eucaliptus y ya sabemos los males que eso tiene. Yo me imagino que todos han sufrido en algún minuto la escasez del agua. Nos falta agua porque el bosque nativo se está sustituyendo por pinos y eucaliptus”, detalló Beatriz Chocori.
Herminda Huilipan de la Comunidad Felipe Caripan coincide en el diagnóstico de ver esta medida como una amenaza al ser una posibilidad para la llegada de más y mayores empresas: “Vivo en Traitraiko y venimos a manifestarnos porque llegan y quieren meternos leyes. Acá no se va a apoderar el chico, si no el grande porque está viendo lo lindo que es acá Coñaripe y el Lof acá. Ellos están viendo la riqueza natural para explotar ellos. Así que por eso hay que defender la mapu”
Luego de esta instancia de intercambio entre mapuche, se tomó un acta de este rechazo la que fue firmada por los asistentes y posteriormente por el director regional de Conadi. Los siguientes territorios y comunidades asistentes dijeron no a la consulta:
Territorio de Pocura, Territorio de Llonkura, Territorio Challupen, Territorio de Kona Rupu, Territorio de Chépica, Territorio de Llancahue, Territorio de Traitraiko, Territorio de Pellaifa, Territorio Culan, Territorio de Llonquen Territorio de Tranguil, Territorio de Reyehueico, Territorio de Carririñe, Territorio de Pilinhue, Territorio de Trafun Chico.
Comunidad Clemente Cheuquepan (Pocura), Comunidad Ramón Chincolef (Pocura), Comunidad Vicente Reinahuel (Trafun), Comunidad Pehuen Mapu (Coñaripe Alto), Comunidad Manuel Lefinao, Comunidad Lorenzo Cariman (Reyehueico), Comunidad José Calfuluan (Culan), Comunidad Juan Catrilaf, Comunidad Newen de Tranguil, Comunidad Piren Mapu (Coñaripe Alto), Comunidad José Neculfilu.