El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) repudió la movilización de la “Asociación Convergencia Nacional” realizada el pasado sábado en el Paseo Ahumada y en la que se protestó contra los derechos de las personas trans. A la manifestación también se sumaron grupos evengélicos.
Portando la bandera chilena y carteles que asociaban a la diversidad sexual y de género con el abuso de menores, los manifestantes se pronunciaron contra los derechos trans y contra la Ley de Identidad de Género.
Sin embargo, la convocatoria a la movilización fue bastante reducida, asistiendo no más de 7 personas. El Movilh atribuyó esto a “las denuncias que formulamos ayer (viernes) ante la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) y a la Intendencia Metropolitana, la cual nos confirmó que la protesta no contaba con autorización”.
El Movimiento denunció que los manifestantes se acercaron al dirigente Rolando Jiménez para acusarlo de inmiscuirse “en la enseñanza de nuestros hijos” y que lo siguieron por varias cuadras.
“Son este tipo de hechos los que refuerzan nuestra demanda por una ley contra la incitación el odio. La Ley Zamudio no sanciona discursos, sólo acciones. Con una ley contra la incitación al odio, nos haríamos entonces cargo de aquellos discursos que incitan a la violencia y son responsables de los atropellos físicos”, indicó Jiménez.
El Movilh explicó que esta es la segunda protesta que la Asociación Convergencia Nacional efectúa en el transcurso de un mes. «La diferencia es que la de hoy fue un total fracaso», señaló la organización, agregando que «con todo, la ideología de este grupo es abiertamente neonazi, aún cuando no se autodenomina así, sino que sólo nacionalista. Es típico de los neonazis disfrazar lo que son, un absurdo, pues sus discursos y acciones los delatan”.
“Este odioso grupo es un peligro público, en tanto se manifiesta contra las personas por su nacionalidad, orientación sexual o identidad de género. Más aún, afirman que las personas lesbianas, gays, bisexuales o transexuales somos un peligro para los niños, lo cual es un abierto discurso de odio, que un Estado democrático y decente no puede tolerar”, puntualizó el Movilh.