Por Francisco Marín Castro
A eso de las 19:30 horas de este domingo 7 diversos medios informan que el periodista Patricio Bañados ha muerto.
Bañados es uno de los pioneros de la televisión chilena. Fue el primero en transmitir –en 1962- la cuenta anual que cada 21 de mayo hacen en el Congreso Nacional los presidentes de Chile. Condujo los primeros noticiarios de la televisión chilena: Primer Plano (1961) y Chile TV (1962), ambos en el Canal de la Universidad de Chile. Tras el mundial de futbol realizado en Chile (1962), del que fue relator, inicio un largo periplo por Norteamérica y Europa. Trabajó en la BBC de Londres, la Agencia Informativa de Estados Unidos y en la Radio Suiza Internacional.
Al volver a Chile -en 1975- se reintegró al Canal de la Universidad de Chile, que estaba intervenido por la Junta Militar. En este y otros medios, hizo gala de su independencia lo que tuvo un alto costo en términos profesionales.
En entrevista para Proceso con este corresponsal (de octubre de 2013), https://www.proceso.com.mx/reportajes/2013/10/8/la-campana-que-derroto-pinochet-124364.html
Bañados contó que fue invitado a participar en la franja como conductor, en agosto de 1988, cuando quedaba menos de un mes para que esta se grabara.
En aquel tiempo “llevaba cinco años cesante porque fui la única persona de la televisión chilena que se atrevió a enfrentar a la dictadura y me negué a leer noticias que consideré falsas y ofensivas para la oposición”, señaló Bañados.
Quien lo contactó fue Genaro Arriagada, alto dirigente de la Democracia Cristiana y coordinador del Comando del No, quien le explicó que se acercaron a él porque, según un estudio de opinión pública que tuvieron a la vista, era lejos la persona con más credibilidad de la televisión chilena.
Bañados reflexionó. “Naturalmente era un harakiri, porque aunque ganara el No, (la Constitución establecía) que el dictador seguía un año y medio en el poder. Y si perdía, el poder económico, los propietarios de los canales de televisión y las radios, así como de las empresas auspiciadoras, continuaría en manos de gente que era partidaria del dictador”.
“Es decir –continuó Bañados-, en cualquier escenario yo iba a enfrentar una cosa muy dura. Y se lo dije a Arriagada. Y él me dijo que no iba a ser así… en fin, cosas que dicen los políticos. Así que lo pensé mucho. Pero la tentación de derrotar a un dictador sangriento a través de la televisión, para mi que soy un hombre de televisión, un fundador de la televisión, fue muy grande. Sería mi mayor desafío, así que acepté”.
El periodista narró aspectos de su participación en el programa: “Yo puse como condición, ser dueño de mis palabras, que nadie me impusiera lo que tenía que decir. Yo improvisaba en cámara sobre la base de la conversación que tenía previamente con Ignacio Agüero (cineasta) y Eduardo Tironi (especialista en televisión, hermano de Eugenio), que estaban en el estudio y eran los directores. Con ellos conversábamos los aspectos generales: ‘ahora viene un segmento sobre tal tema y tu podrías presentarlo de tal forma’. Y yo le decía: ‘me quedaría mejor de esta otra manera’, y así íbamos construyendo”.
Consultado respecto a la importancia que le asigna a la franja del No en el triunfo de esa opción, nos respondió con una analogía: “Mira, esto es lo mismo que un equipo de futbol, digamos el Barcelona que ahora está de moda y que juega maravillosamente bien. El que mete el gol es Messi. Pero eso no significa negar al equipo que viene detrás. Entonces: es indudable que la franja del No fue el golpe decisivo que permitió derrotar al dictador, pero eso no niega en absoluto la lucha de las organizaciones sociales, la tarea de años, el sacrificio que fue la resistencia para muchos (…) la franja del No remeció al país, lo estremeció, y le demostró que era posible oponerse y vencer al dictador”.
El rostro del No señala que al momento de realizarse el plebiscito la gente estaba muy atemorizada. La represión de la dictadura había sido y era muy brutal por lo que vencer el miedo era el principal desafío. “La gente no se atrevía a ir a votar porque creía que la iban a meter presa. Pensaba que iban a averiguar por quien habían votado y las iban a echar del trabajo, cosas que por lo demás sucedían. No era un miedo infundado”. En ese contexto lo que la franja se propuso fue dar confianza. A él le tocó la gran responsabilidad de transmitir esa confianza. Lo hizo muy bien, tanto, que intentaron matarlo… pero eso es otra historia.
A pesar de la alegría que le provoca haber protagonizado aquella franja, y haberse representado a sí mismo en la película No, Bañados está muy decepcionado con la Concertación porque –según su parecer- esta coalición de centroizquierda le entregó el país a los grandes grupos económicos.
“¿Qué cambió con la Concertación?”, se preguntó. Luego vino una ráfaga: “Pero si siguió el mismo modelo neoliberal, ¡uuuultraliberal! impuesto por la Margaret Tatcher y Ronald Reagan donde el mercado es dios y Milton Friedman su profeta”.
Este periodista aclara que sus posiciones son moderadas y obedecen al sentido común: “yo no creo que el modelo haya que cambiarlo de raíz, pero sí creo que es necesario corregir aquellas distorsiones, aquellas exageraciones que permiten en el país haya en realidad un traspaso de riquezas desde los pobres hacia los ricos”.
La verdadera franja
Aunque fueron muchos los aspectos que influyeron en el triunfo del “No” a Pinochet en el plebiscito de 5 de octubre de 1988, como la protesta social, la desigualdad y el rechazo a las violaciones a los derechos humanos, la prensa y la opinión pública han concentrado sus miradas en la “franja del no”, espacio de propaganda televisiva que fue determinante en la derrota de Pinochet.
El conocimiento de esta campaña adquirió dimensión global gracias a la película No (2012), protagonizada por Gael García Bernal y dirigida por el chileno Pablo Larraín. Esta tuvo un gran éxito de taquilla y fue nominada –en enero de 2013- al Oscar a la mejor película extranjera.
Este film instaló como héroes a los creativos, publicistas y sociólogos de la citada campaña. Destacó como este equipo logró imponer sus consideraciones publicitarias a las orientaciones políticas de los jefes de partidos, señalando que esa fue la clave del éxito.
Dos de los protagonistas de esta franja fueron el hombre de televisión y conductor de dicha franja, Patricio Bañados; y el director de contenidos de aquella campaña televisiva, el sociólogo de la Universidad Católica de Chile, Eugenio Tironi.
La suerte de ambos sería muy distinta en la etapa postdictadura: mientras Bañados fue marginado de todo protagonismo, Tironi se transformó en la estrella del nuevo gobierno. Fue nombrado director de comunicaciones del gobierno del Presidente Patricio Aylwin, y se convirtió en el ideólogo de la agenda modernizadora impulsada por la Concertación en alianza con el empresariado. Ahora es un acaudalado consultor que asesora a grandes consorcios en materia de comunicación estratégica.
Bañados tuvo una suerte muy distinta, pese a ser el más artífice de la televisión chilena, y, tal vez, su mejor figura de todos los tiempos, fue un excluido por Concertación de Partidos por la Democracia, que consolidó un modelo neoliberal, lleno de desigualdades e injusticias que nunca Bañados cayó.
Recuerdo que cuando lo entrevista, salimos caminando de la radio Beethoven en la que trabajaba. Ahí nos comentó la rabia que le daban las AFP, las isapres y tantos otros “negocios” y el hecho que los gobernantes de esos años -anteriores a 2013- nada hacían para cambiar.
Unas horitas en la radio, y un poco más. Poco y nada de televisión (estuvo un tiempo en El Mirador). Pero nada a la altura de lo que sabía y merecía. Fue un paria para los poderosos, pero para la ciudadanía consciente y el periodismo independiente, Patricio Bañados es un referente sin igual.
¡Hasta siempre!
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