Sucedió en la provincia de Cataluña, específicamente en Santa Coloma de Gramanet. Una mujer se encontraba dentro de una piscina refrescando su integridad y, al mismo tiempo, aprovechaba de amamantar a su hija de de ochos meses.
Los salvavidas del espacio, sin embargo, interrumpieron la tranquilidad veraniega de la madre y le hicieron saber que aquella actitud les parecía «antihigiénica». Así lo explica un artículo del diario El País, y cuenta que ella reivindicó su derecho a amamantar en cualquier lugar y a cualquier hora, denunciando además la actitud que mostraron las personas encargadas de vigilar el comportamiento de los bañistas.
«No paraban de gritarme e increparme. No me di por aludida y me hicieron gestos con las manos. Me dijeron que el bebé podía vomitar y le daría asco a los usuarios», escribió la mujer, Miryam Blázquez, a través de Facebook.
La empresa interpelada es Due Sports. Ellos gestionan la piscina municipal, y explicaron que «aunque no haya una normativa específica al respecto, los socorristas de dicha piscina se limitaron aplicar la normativa vigente por la que se prohíbe comer o beber en las zonas de baño».