La marcha estudiantil, que transcurrió desde Plaza Baquedano hasta la calle Echaurren, fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y llenó la Alameda bajo el lema «contra la violencia machista, educación no sexista».
La movilización recurrió su camino con tranquilidad y normalidad y sin incidentes destacables y, en esta ocasión, sí fue permitida a avanzar por la Alameda, a diferencia de la que convocó la Cones el pasado 9 de mayo, que debía pasar por Recoleta.
La manifestación se enmarca en una serie de tomas y protestas en contra del acoso sexual y la violencia machista por parte de profesores, autoridades y estudiantes. En este sentido, hasta la fecha 15 universidades y algún instituto secundario se mantienen en toma exigiendo protocolos en casos de denuncias de abuso sexual y que se termine con la violencia de género.
A minutos del comienzo de la marcha, el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) alertó de la presencia de un objeto sospechoso y desvió el tránsito en Vicuña Mackenna al norte con Rancagua. Sin embargo, el aviso de bomba resultó ser una falsa alarma y la manifestación pudo arrancar con toda normalidad.
Desvinculación de Tomás Henríquez
Previo al comienzo de la marcha, las estudiantes dieron una conferencia de prensa exponiendo sus demandas, donde reiteraron la exigencia de desvincular a Tomás Henríquez del Ministerio de Educación.
Henríquez es jefe jurídico del Mineduc y fundó la ONG Comunidad y Justicia, organización opositora al proyecto de Identidad de Género. Además, Henríquez tiene publicadas diversas columnas en las que critica la ley de aborto en tres causales y el matrimonio homosexual.
«Ley íntegra de violencia de género» y «protocolo efectivo»
En declaraciones a El Ciudadano, Amanda Luna, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) cargó duramente contra el ministro de Educación Gerardo Valera, la ministra de la Mujer Isabel Plá y el ministro de Salud Emilio Santelices, por obstaculizar la materialización de las demandas feministas.
Por su parte, Amanda Mitrovich, vocera de la Confech, exigió una «ley íntegra de violencia de género, que incluya la violencia intrafamiliar, que incluya el abuso sexual y que tipifique el acoso sexual». Además, apuntó que las universidades deben «crear protocolos claros y efectivos de denuncia que proteja a las denunciantes».
En este sentido, Mitrovich reivindicó un único protocolo estatal que unifique las vías de actuación en todos los centros educativos. Por otra parte, al ser preguntada por el operativo policial, compuesto principalmente por carabineras, la vocera señaló que «los carabineros lo que hacen es proteger al organismo estatal y a los mismos de siempre.»
Por su parte, Amanda Opazo, vocera de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), defendió «una democratización de la malla curricular a nivel transversal para todas las instituciones públicas y privadas» a la vez que la existencia de un protocolo contra la violencia machista.
Además, se oyeron llamados al Gobierno a que se haga cargo de lo que está ocurriendo en los centros educativos y que no lo delegue a las instituciones, como apuntó Francisca Ochoa, secretaria de comunicaciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech).
Durante la marcha se entonaron varios cánticos y gritos como los de «Piñera machista», «en este sistema te matan por ser mujer, a la institución burguesa la queremos ver arder» o «se necesita de forma urgente una educación feminista y disidente».
De este modo, a pesar de algún incidente aislado al término de la movilización, esta avanzó con normalidad y los llamados en favor de una educación no sexista y contra la violencia de género llenaron una gran marcha feminista en la que las mujeres tuvieron el protagonismo.