Más del 60% de los trabajadores de la agencia de monitoreo y análisis de medios Litoral Press decidieron unirse y conformaron el primer sindicato de la empresa a fines de marzo. Hoy están en proceso de negociación, lidiando con una postura intransigente de parte del empleador, señalan los trabajadores.
Adrián Flandes, presidente del sindicato, dijo que “esperábamos que la empresa tuviera apertura, pero no se han abierto a la idea de negociar. Nosotros como organización tenemos una gran fuerza negociadora, somos 63 asociados de un universo de 96 trabajadores en la empresa. Pero aun así el empleador no se ha abierto. Ante nuestra propuesta de contrato colectivo, nos dio solo el piso mínimo de negociación, es decir, las condiciones que actualmente existen y que están en nuestros contratos individuales”.
El dirigente añade que ante la constitución de este sindicato la empresa no reaccionó de la mejor manera. “Ellos no se esperaban esto, menos que fuera tan masivo. Tienen miedo, porque con los socios que tenemos podemos parar la empresa, pero nosotros no tenemos ánimo de destruir, sino que de construir un ambiente de trabajo mejor para todos”, puntualizó.
Las principales demandas de este grupo de trabajadores está en mejorar sus estructuras de jornadas, en base a turnos y la forma en que se construyen sus remuneraciones, que es básicamente a través de bonos, con un sueldo base muy bajo. “Hay estructuras de turno poco humanas, nos piden horas extras. De hecho, hay bonos que se han anexado a estas horas extraordinarias, lo que sin duda es un incentivo perverso, que está sumamente reñido con lo ético”, dijo el dirigente.
Respecto a sus salarios, Flandes explicó que afirmó que el sueldo base por poco supera el sueldo mínimo, pero que sus sueldos reales están en promedio alrededor de los 600 mil pesos. El presidente detalló que “el grueso de esa cantidad es por concepto de horas extras, bonos de cumplimiento de metas, asociados a no faltar; lo que se conoce como bonos ‘castigo’. Queremos que se regularicen nuestros salarios, porque siempre está el temor de que nos quiten los bonos”.
Por otro lado, los trabajadores incluyeron en su contrato una cláusula de género exigiendo a su empleador la contratación de mujeres en la empresa, pues señalaron que ha sido una política sostenida en el tiempo el hecho de contratar solo a hombres.
“Con esto hacen que las trabajadoras que están actualmente en la empresa no puedan acceder, por ejemplo, al beneficio de la sala cuna, porque no alcanzan a ser la cantidad mínima para que se otorgue el beneficio. Además, creemos que detrás está la idea de no tener que pagar los ítems asociados a la seguridad social de las mujeres, lo que nos parece un acto de total discriminación”, concluyó Flandes.