Este miércoles, Nicolás Zepeda apeló su condena de 28 años de cárcel, por el crimen de su expareja, Narumi Kurosaki, quien desapareció en diciembre de 2016 y su cuerpo no ha sido encontrado desde entonces.
Con esta decisión, se espera que se realice un segundo juicio en 2023 o, a más tardar, en 2024, fecha que deberá ser fijada por la justicia, citan medios franceses.
Cabe recordar que, la Fiscalía había solicitado la cadena perpetua, sin embargo, el Tribunal de Doubs lo sentenció a 28 años de cárcel y le prohibió permanecer en Francia tras el cumplimiento de la condena.
Además de la sentencia de cárcel, la legislatura gala ordenó la indemnización a la familia de Narumi.
El abogado de la familia de Narumi Kurosaki solicitó una indemnización de 50 mil euros por cada padre (más de 44 millones de pesos chilenos) y 40 mil euros a cada una de sus dos hermanas (35 millones de pesos) por el concepto de «inmenso daño moral sufrido», refiere el diario Franceinfo.
Por otro lado, se pidió que el ex novio de la joven, Arthur del Piccolo, reciba la suma de 5.000 euros (4 millones de pesos) por daño moral que serán donados a una asociación benéfica.
El juicio contra el chile comenzó el pasado 29 de marzo en Francia, debido a que Narumi Kurosaki, se encontraba estudiando en la nación europea.
Durante las investigaciones, el policía que lideró la indagatoria del presunto homicidio, David Borne, presentó como pruebas una carta y mensajes entre el acusado y Narumi, respecto a un supuesto embarazo y aborto de la víctima.
En ella, Zepeda le decía: “Tomaste mi confianza y la destruiste. Esta es la quinta vez que me pides disculpas esta semana. Cuando decidiste ir a Francia me dijiste que podía confiar en ti”, refiere 24Horas.
Por su parte, Zepeda ya había reconocido que se vio con Narumi el 6 de diciembre en su habitación de la residencia universitaria, no obstante; aseguró salió del lugar cuando ella estaba con vida.
Estas declaraciones se contradicen con algunos testigos y estudiantes de la universidad, que señalan que escucharon «gritos de terror» y ruidos de «como si alguien golpeara».