Niveles de arsénico en Quintero y Puchuncaví superaron hasta 23 veces la norma europea

Según la OMS, “la exposición prolongada al arsénico inorgánico, principalmente a través del consumo de agua contaminada o comida preparada con esta y cultivos alimentarios regados con agua rica en arsénico puede causar intoxicación crónica. Los efectos más característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel”.

Niveles de arsénico en Quintero y Puchuncaví superaron hasta 23 veces la norma europea

Autor: Felipe Menares

A comienzos de agosto, la Seremi de Salud de Valparaíso emitió un informe sobre la presencia de arsénico respirable en la zona de la costa norte, expresado en promedios anuales de concentración del elemento registrados por cinco estaciones de monitoreo en la denominada “zona de sacrificio”.

El documento, que fue enviado a Contraloría, cruzó los datos medidos con las concentraciones establecidas por la comunidad europea (0,006 ug/m3), dado que Chile no cuenta con una norma específica para el químico. Según revela La Tercera, entre los años 2010 y 2015, los promedios anuales superaron hasta 23 veces la norma europea.

El reporte del matutino sobre el informe indica que las concentraciones más altas se han encontrado en La Greda, lugar donde estuvo ubicada una escuela cuyos alumnos resultaron intoxicados por la contaminación y que tuvo que ser reubicada en el año 2013.

Según la OMS, “la exposición prolongada al arsénico inorgánico, principalmente a través del consumo de agua contaminada o comida preparada con esta y cultivos alimentarios regados con agua rica en arsénico puede causar intoxicación crónica. Los efectos más característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel”.

El organismo de Naciones Unidas recuerda que el arsénico inorgánico está naturalmente presente en altos niveles en las aguas subterráneas de diversos países, entre ellos la Argentina, Bangladesh, Chile, China, la India, México y los Estados Unidos de América. Las principales fuentes de exposición son: el agua destinada a consumo humano, los cultivos regados con agua contaminada y los alimentos preparados con agua contaminada.

“Los pescados, mariscos, carnes, aves de corral, productos lácteos y cereales también pueden ser fuentes alimentarias de arsénico, aunque la exposición a través de estos alimentos suele ser muy inferior a la exposición a través de aguas subterráneas contaminadas. En el marisco, el arsénico está presente principalmente en su forma orgánica menos tóxica”, afirma la OMS.

Respecto de los resultados del informe, LT recoge las declaraciones de Hernán Ramírez, investigador de la Fundación Terram, quien sostiene que “los promedios son altísimos y hay que pensar que eso es un resumen anual. Es decir, para haber llegado a esos valores, significa que hubo días o semanas en que las concentraciones fueron incluso mayores de lo que ahí se muestra”.

En tanto, María Fernanda Cavieres, presidenta de la Sociedad de Toxicología, plantea que el área de Puchuncaví y Quintero “es una zona contaminada por metales y, por ello, los planes de monitoreo anunciados deberían incluir y considerar metales no solo en el aire, sino además en el mar y los suelos, porque hay un peligro. El arsénico ha pasado a último plano, porque la gente está expuesta en forma crónica, entonces no genera contingencias agudas”.


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