La comunidad LGTBIQ exigió este lunes justicia tras los crimines de odio, en medio de las agresiones que sufrió Isidora, una joven transgénero o de 26 años, quien recibió diversos impactos de perdigones en su cuerpo y rostro, el pasado 3 de mayo, que la hizo perder uno de sus ojos.
Ese día, seis mujeres transgénero fueron agredidas mientras estaban en su lugar de trabajo en la comuna de La Cisterna.
El ataque se realizó desde un automóvil en movimiento desde donde sus dos ocupantes dispararon perdigones.
Para repudiar esta acción, decenas de mujeres se concentraron en la Plaza de la Dignidad clamando por justicia y gritando ¡no más crímenes de odio!, justo en el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.
“Estamos reunidos para exigir una vez más justicia por todos los crímenes que se comenten contra nuestra población y en especial por el caso de Isidora, que es nuestra compañera, y que sufrió de un ataque con perdigones, que está internada, estamos todas para gritar fuerte que no queremos más crímenes de odio y no más transfobia para nosotras”, expresó Anastasia Benavente, del Sindicato de Trabajadoras Sexuales Amanda Jofré, en declaraciones a El Ciudadano.
De igual forma, muchas de las personas que se encontraban en la plaza, exigieron que se les permitieran tener los mismos derechos que todos los ciudadanos en el mundo.
“La ley de identidad de género (promulgada en 2018) solo fue el 30% que nos dio el estado para reconocernos, reconocer a alguien como persona. Todavía nos queda mucho más, no tenemos más ningún derecho”, recalcó una de las mujeres transgéneros presentes, quien afirmó que – por falta de esta situación – las mujeres tienen que vivir del trabajo sexual, con el peligro de ser baleadas.
“No queremos otra Isidora. Yo estuve al lado esta noche y la recogí del piso, por favor escúchenos”, agregó.
Señalaron que Isidora quedó ciega como Fabiola Campillai y Gustavo Gatica, pero a manos de un fascista transfóbico y un Estado discriminador y patriarcal.
Solo en 2020 se registraron 1.266 casos de abusos contra la comunidad LGBTI, lo que supone un aumento del 14,7 % con respecto al año anterior y es la cifra más alta desde que se tienen registros.
De la cifra total, seis fueron asesinatos, 132 fueron agresiones físicas o verbales perpetradas por civiles, 16 fueron de abusos policiales, 110 casos de discriminación laboral y 33 de tipo educacional, además de 379 episodios de marginación institucional, entre otros.