Por Ignacia Uribe Rojas, Directora General de Fundación Vegetarianos Hoy, Periodista y Máster en Derecho Animal y Sociedad por la Universidad Autónoma de Barcelona
El pasado 16 de enero la Iniciativa Popular de Norma N° 1650 superó las 15.000 firmas, siendo así la primera iniciativa animalista en obtener las firmas para ser presentada y discutida en la Convención Constitucional (CC), y la número 11 a nivel nacional.
La Iniciativa #NoSonMuebles -campaña de la Fundación Vegetarianos Hoy que nace el año 2015- busca incorporar y reconocer a los Animales No Humanos (ANH) como seres sintientes en la nueva Constitución y, de esta forma, modificar el actual estatus legal de “cosas” que tienen en nuestro ordenamiento jurídico, el que es dado por el Código Civil ya que en la Constitución de 1980 ni siquiera son mencionados.
Luego de 6 años, más de 220.000 firmas en Change.org y apoyos internacionales de la talla del filósofo Peter Singer y la primatóloga Jane Goodall, que la propuesta de #NoSonMuebles sea discutida en la CC es un hito histórico en el movimiento por los derechos animales chileno, ya que es la primera vez que la temática de la protección y el bienestar de los ANH será debatida de forma amplia al más alto nivel de discusión política, en el contexto de la redacción de nuestra nueva Constitución.
Este escenario no solo abre nuevos desafíos en el propio mundo animalista y sus múltiples posturas, sino que también entre las diversas posiciones que se dan a través de las y los 154 Constituyentes. Así entonces, parece que ahora los esfuerzos tienen que dirigirse a ser lo más estratégicos y pragmáticos posibles ante esta gran posibilidad que tienen los ANH y que, por supuesto, conlleva una gran responsabilidad.
En el mundo animalista, el debate tiene que ver con cuál concepto resulta ser el más apropiado, y sus implicancias. Aunque hay sectores que dicen que la sintiencia de los ANH –la capacidad de experimentar cosas, de poder vivenciar lo que nos pasa– ya se encuentra en nuestra legislación (por ejemplo, la Ley de Tenencia Responsable de Animales o el mismo Código Penal) esto es más que impreciso, y a todas luces insuficiente. Otro sector plantea la necesidad de utilizar la idea de los ANH como Sujetos de Derecho, terminología que se empareja con la idea de los ANH como Personas No Humanas. Ambos términos son hoy parte de la academia, de la investigación y de la acción jurídica de vanguardia, pero no forman parte del mundo real: no existe ningún antecedente a nivel de derecho comparado donde se utilicen estos términos en otra Constitución en el mundo.
Si los ANH fueran declarados sujetos de derecho, al mismo tiempo que algunos de ellos siguen siendo explotados por diferentes industrias (lo que no cambiará por escribirlo en la Constitución, ya que consumir productos de origen animal es parte de los hábitos de la mayoría de las y los chilenos) tendremos una situación compleja donde se normalizaría que un sujeto de derecho sea vendido, comprado, asesinado y/o explotado.
Por ello, la alternativa de reconocer a los ANH como “seres sintientes” y así modificar su estatus legal de “cosas” prevalece con varias fortalezas. Por un parte, es un término que se basa en la evidencia científica y que reconoce no sólo la sintiencia de los ANH, sino también su individualidad: busca que los ANH sean reconocidos como individuos con la capacidad no sólo de experimentar dolor o placer, entre otras emociones, sino también que sean reconocidos como individuos conscientes, con la capacidad de exhibir comportamientos con intenciones. Y, por otra parte, dado su origen científico, es un término que llama a establecer consensos entre todas las múltiples y diversas posiciones que representan todos y cada uno de las y los constituyentes. En otras palabras, la Iniciativa #NoSonMuebles es capaz de dialogar de forma seria y responsable con todas las demás posiciones que hoy conforman la Convención Constituyente.
Por todas estas razones, el llamado es a estar a la altura del momento histórico, ser eficaces y dejar de lado los populismos sin criterio de realidad, poniendo como norte a los ANH y lo que sea mejor para ellos. Solo de esta forma podremos asegurar un avance significativo en sus derechos a través de un principio constitucional de protección animal y lograr, a posterior, transformaciones a nivel legal que sean relevantes y mejoren sus vidas en la práctica y no solo en el papel.
Foto Portada: @josefina_delaf (Twitter)