El Obispado de Valparaíso explicó, a través de un comunicado de prensa, la orden de no innovar solicitada a la Corte de Apelaciones de Rancagua, la que paralizó parcialmente las investigaciones por encubrimientos de abusos en la Iglesia.
Recordemos que la entidad presentó el recurso, poniendo en cuestión la incautación que le fue realizada el pasado 13 de septiembre. Por ello, en su declaración, el obispado señaló que aquel día «se entregó todo lo que vino a incautar la Fiscalía (…) (el obispado) abrió sus puertas, no tenía nada oculto y el personal colaboró amablemente con el Fiscal. Así lo haremos cada vez que seamos solicitados. Siempre ayudaremos tal como lo hicimos ese día. Y en ese sentido estamos trabajando con resultados de conocimiento público».
En ese sentido, según el obispado, el recurso se presentó para «cuidar y proteger la dignidad y los derechos de todos los ciudadanos» y «colaborar con la mayor eficacia con la justicia. Así como cuidamos la dignidad de las víctimas de abusos de parte de algunos clérigos, así también cuidamos a los que han sido sometidos a un allanamiento de parte del Ministerio Público, al que jamás nos opondremos y que sólo pedimos se realice según su propia reglamentación», puntualiza la declaración.
«Nuestra intención no es obstaculizar ni menos impedir la acción de la justicia. Pedimos que se haga conforme a derecho para cuidar la dignidad y los derechos fundamentales de todo ciudadano. Convencidos de que así se avanza con la mayor celeridad en los procesos judiciales. De esta forma colaboramos de la mejor manera para encontrar la verdad de los hechos y administrar con eficacia la justicia que exigen las víctimas», finaliza la declaración de la Iglesia porteña.