Organizaciones ciudadanas y sindicato piden renuncia del directorio de TVN y demandan «rol activo» en proceso constituyente

Este jueves en las afueras de TVN diferentes organizaciones sociales y ciudadanas demostraron su descontento por la situación del canal del Estado y la necesidad urgente de construir un canal de televisión pública que cumpla con su papel social

Organizaciones ciudadanas y sindicato piden renuncia del directorio de TVN y demandan «rol activo» en proceso constituyente

Autor: Absalón Opazo

Este jueves en las afueras de TVN diferentes organizaciones sociales y ciudadanas demostraron su descontento por la situación del canal del Estado y la necesidad urgente de construir un canal de televisión pública que cumpla con su papel social. Con pancartas con mensajes como #TVPúblicaDeTodxs, #EducaciónYTVPública y #UnCanalParaTodxs, los manifestantes se agolparon en torno al recinto del canal en medio de cánticos y cacerolazos.

Tanto el Comité por la Defensa de la Televisión Pública como Unidad Social firmaron la misiva que se entregó al directorio en medio de la movilización. La carta expone los principales puntos críticos que ilustran el incumplimiento de la misión pública impuesta por ley a TVN, reseñando tanto las exigencias más urgentes como aquellas de largo plazo.

Entre las demandas se contemplan: que el 50% de la programación de alta audiencia se oriente a informar exclusivamente sobre el proceso constituyente; que se re-evalúe la conformación del actual directorio para construir una integración nueva bajo criterios de pluralismo, paridad y como exige la ley; y la apertura de un debate amplio que apunte a la modificación del modelo de financiamiento de la señal.

Hace un mes, la misma organización ya había enviado una primera misiva para llamar la atención sobre el hecho de que (TVN), único medio de comunicación de propiedad estatal del país, ha incumplido su misión como estación de televisión pública.

Frente a la falta de interés por abordar el problema y la nula respuesta de parte del canal, CDT solicitó públicamente y mediante una carta dirigida al directorio, la renuncia completa de la estructura directiva del canal. Además, se exigió la modificación inmediata del programa «Estado Nacional» -único programa político de la parrilla- para que pueda encarnar la exigencia de diversidad y pluralismo, incorporando representantes de todas las expresiones políticas, sociales y plurinacionales de la ciudadanía y sus organizaciones.

Junto con lo anterior, se solicitó detener el progresivo desmantelamiento de la infraestructura y bienes materiales de la señal pública.

Respecto de la alta convocatoria que tuvo el cacerolazo, los organizadores señalaron que pone en evidencia la necesidad de que TVN cumpla con su misión de «velar por la efectiva realización de su misión pública, que incluye promover y difundir los valores democráticos, los derechos humanos, la cultura, la educación, la participación ciudadana, la identidad nacional y las identidades regionales o locales, la multiculturalidad, el respeto y cuidado del medio ambiente, la tolerancia y la diversidad» (Ley Nº21.085, que modifica la Ley Nº 19.132).

Esta misión, establecida por ley, diferencia a TVN de los medios de comunicación privados y en consecuencia tiene otras obligaciones de cara a la sociedad.

Cristián Jiménez, miembro del Comité de Defensa de la Televisión, señaló: «Ennio Vivaldi planteó que el debilitamiento por décadas de la educación pública ha dañado una de los principales pilares de la cohesión social. Lo mismo podría afirmarse respecto de la televisión. Un medio de comunicación público, fuerte, independiente y pluralista es fundamental para tener una sociedad cohesionada y una democracia sólida en que los ciudadanos tengan garantizado el derecho a la información. Hoy día muchos de los problemas de TVN son comunes a los demás canales. Pero TVN es distinto, porque pertenece a todos los chilenos y tiene una misión pública. Reivindicamos esa diferencia».

Javiera Olivares, también miembro de CDT, destacó que «como organizaciones sociales, sindicales, académicas y científicas hemos venido a insistir en una amplia demanda de la ciudadanía, que se ha evidenciado en las últimas semanas de movilización. Chile necesita una TV pública que eduque e informe inspirada en la promoción de los derechos humanos y de la pluralidad de voces. Una televisión que no deba comprometer un financiamiento comercial para poder financiarse cediendo a presiones de grupos económicos para aumentar rating y vender».

«Exigimos nuestro derecho a una TV Pública y de calidad. También nuestro derecho a la información veraz que debiese estar consagrado en la nueva Constitución y aquello implica iniciar una urgente modificación de la señal pública; solo así podremos pensar en un debate público y democrático amplio, participativo y educativo frente al proceso constituyente y al nuevo Chile que se busca construir. Hoy más que nunca, cuando vemos la alta concentración de la propiedad de los medios de comunicación en manos privadas, que además poseen acciones en la banca, el retail o las forestales», agregó Olivares.

Por su parte, Roberto Reyes, presidente del Sindicato 1 de Trabajadores de TVN, también se hizo parte de la demanda, poniendo voz a sus representados, quienes claman por una verdadera televisión pública para el pueblo de Chile, con alcance nacional y contenidos que reflejen los cambios que el país vive y del que se sienten parte.

«Exigimos que la televisión nacional sea pública de verdad, ese es el sueño de nuestros trabajores así como de un país movilizados que ha pedido sistemáticamente que TVN cumpla con su rol de informar verazmente lo que está sucediendo, sin invisibilizar las demandas y los graves hechos que ocurren a diario en nuestro país desde el 18 de Octubre», expresó Reyes.

En tanto, la vocera de Unidad Social, Carolina Espinoza, expuso que para enfrentar el proceso sociopolítico por el que atraviesa el país, se hace urgente que «tal como hemos exigido desde el movimiento social: educación pública, salud pública y pensiones dignas, exigiremos también una TV pública, gratuita y de calidad que promueva la cultura de los derechos humanos. No queremos más programación basura que estigmatice al movimiento social. Queremos que el canal que es de todos y todas, se reforme hasta que verdaderamente aloje las diversidad de voces de este país y denuncie los abusos».

Finalmente, Espinoza criticó la mala señal que dio el Consejo Nacional de Televisión al dejar al margen de la franja televisiva del plebiscito a la ciudadanía y sólo dar espacio a los partidos políticos.


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