Este martes fue ingresado a trámite legislativo el proyecto aprobatorio del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, más conocido como el TPP 11. El acuerdo, suscrito en Santiago en marzo de este año, compromete a once países de la región del Asia-Pacífico. Entre ellos, Australia, Canadá, México, Japón, Perú, Vietnam y Chile.
A fines de octubre, Australia se convirtió el sexto país en ratificar el tratado, con lo que el próximo 30 de diciembre comenzaría a entrar en vigencia. Esto, ya que se requiere de la aprobación de al menos seis miembros para su aplicación.
El acuerdo supondrá la eliminación de más del 95 por ciento de los aranceles entre los países miembros, que representan el 13.3 por ciento del PIB mundial y el 14.4 por ciento del comercio global. Por esta razón, desde el Gobierno se espera que el Tratado otorgue mejores oportunidades para la exportación, incremente los flujos de inversión y favorezca la diversificación de nuestra matriz productiva.
Malasia, Brunei, Perú, Vietnam y Chile son los otros firmantes que todavía no han ratificado el acuerdo alcanzado, esto, luego de que Estados Unidos abandonara el TPP original tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
La entrada en vigencia de este tratado se da en medio de críticas de diversas organizaciones que se agrupan en la plataforma Chile Mejor Sin TLC, desde donde cuestionan el constante secretismo de este acuerdo, además de posibles perjuicios a derechos sociales. Uno de sus voceros, Esteban Silva, apuntó al rol del Congreso chileno y a la importante señal política que se daría a nivel internacional en caso de rechazar esta propuesta.
“Tendría una implicancia de dar la señal de que Chile es capaz de discutir en el Parlamento sobre la soberanía económica y a las cosas que sí le convienen a Chile en materia de modelo económico y sus relaciones comerciales con el mundo” afirmó Silva.
En tanto, Camila Montecinos, integrante de GRAIN, organización que trabaja apoyando a campesinos y agricultores, ahondó en las implicancias negativas que tendría la puesta en marcha de este acuerdo.
“El TPP es un tratado que nos va a afectar profunda y muy negativamente. Va a terminar con muchos derechos laborales, va a imponer la privatización de las semillas, nos va a impedir terminar con las AFP, nos va a impedir terminar con el negociado de las isapres. Es un tratado con consecuencias tan negativas y, sin embargo, no ha sido debatido plenamente, no se ha informado adecuadamente a la opinión pública”, indicó Montecinos.
Desde la plataforma ciudadana adelantaron que buscarán reunirse con parlamentarios de todo el espectro político. Además, intentarán generar debate y discusión pública con todas las organizaciones que se verán afectadas con la implementación de este tratado.
Así lo expresó Lucía Sepúlveda, vocera de Chile Mejor Sin TLC, quien criticó que diputados de oposición den su visto bueno a esta medida. “Nosotros creemos que tenemos que pegar un remezón a la clase política y a los ciudadanos que los hemos votado para que voten en contra (…) es incomprensible que haya parlamentarios supuestamente de izquierda que voten a favor de un tratado de esta naturaleza, entonces tenemos el imperativo de llamarlos a recapacitar” concluyó Sepúlveda.
Vía Radio Universidad de Chile