El Consejo Ecológico Comunal de Molina, junto a varias organizaciones sociales de la región del Maule, difundieron esta semana una declaración pública en la que expresaron su rechazo al anuncio de concesión del Parque Nacional Radal Siete Tazas, el cual se convirtió así en el primer recinto de estas características en ser entregado a privados, a nivel nacional.
La concesión incluye todas las zonas de estadía turística al interior del mencionado parque, y entrega además a la Corporación de Turismo Municipal un camping en el sector de El Radal.
En este punto, desde el Consejo Ecológico recordaron que el sector que actualmente es Parque y Reserva Nacional, «tiene esa condición de protección debido a la movilización ciudadana realizada el año 1990, impulsada por nuestra organización, por lo que la participación de la comunidad de Molina frente a cualquier decisión de gran envergadura, respecto de esta área, debe ser promovida y tomada en cuenta por las autoridades locales y por los organismos que están a cargo de su propiedad, gestión y administración».
Sin embargo, tanto el Consejo como las organizaciones que suscriben la declaración, acusaron que «las bases de la licitación no fueron consultadas con la comunidad de Molina, cuestión básica para el significativo cambio que se pretende introducir en nuestra principal zona de afluencia turística, además de generadora de identidad local, e incluso provincial».
«El espíritu de la creación de la Reserva Nacional Radal Siete Tazas en 1996, y luego en 2008 del Parque Nacional Radal Siete Tazas, es la preservación de la biodiversidad y no el desarrollo del turismo, y menos el desarrollo monopólico del turismo. Porque una licitación para entregar la concesión de todos los predios con alojamiento turístico en el Parque Nacional, a una sola empresa, a 25 años plazo, es monopolio, sin lugar a dudas», añade el texto.
Las organizaciones entregan además un dato no menor: «Conaf invirtió en nueva infraestructura en dos campings de los concesionados, entonces, ¿esa inversión estaba pensada para dárselas a los privados? Es decir, ¿todos los chilenos y chilenas le financiamos el negocio por 25 años a una sola empresa? Esto no es aceptable, menos sin una consulta previa a quienes financiamos estas obras a través de las visitas al sector y el pago de nuestros impuestos».
Desde el Consejo Ecológico Comunal de Molina agregan que están reuniendo «toda la información, y juntando voluntades que nos ayuden a sentar un precedente en la historia de este país que quiso comenzar con la privatización de bienes estatales, bienes de todos y todas, para que sean los y las habitantes de las comunas en donde se pretende concesionar, quienes puedan decidir cómo quieren que se desarrollen sus actividades turísticas, de conservación y mantenimiento de los equilibrios ecológicos».
«Somos habitantes de Molina que estamos interesadas e interesados en proteger el Parque Nacional y estamos dispuestos a poner nuestro tiempo para participar de esos objetivos, es más, lo exigimos, por lo que esperamos que este proceso se anule y se realice nuevamente, esta vez con la participación vinculante de la comunidad molinense, respecto de nuestro mayor bien natural», puntualiza la declaración.
Finalmente, los firmantes emplazan a las autoridades «a ponerse a la altura de un proceso respetuoso por los y las ciudadanas que habitamos Molina. Nosotros no estamos incapacitados para decidir cómo queremos construir nuestro desarrollo como comuna y tenemos mucho que decir respecto de cómo queremos cuidar nuestro Parque Nacional Radal Siete Tazas, pues fuimos quienes luchamos por protegerlo y no claudicaremos en ese objetivo», concluye el comunicado.
Las organizaciones que suscriben la declaración son, además del Consejo Ecológico Comunal de Molina, el Centro Cultural y Artístico El Cahuín, el Movimiento por el Agua y los Territorios MAT (zonal centro), el Movimiento Maule en Acción, el Bloque Social El Rearme, el Bloque Andino por el Agua y los Territorios, la organización Somos Cerro Blanco, Conacin, el Colectivo de Mujeres de Curicó, la Red por la Defensa de la Precordillera, el Centro Cultural Wenumapu, el Centro Experimental de Arte y Cultura, la Ecoferia Alternativa de Curicó, el Centro Cultural de Asuntos Públicos y la ONG Konfluencia.