Más de 300 andadores, también conocidos como “burritos”, sillas de ruedas y camas, son parte del stock del nuevo Banco de Salud Comunitaria que fue lanzado este martes en la casa consistorial porteña con decena de personas mayores de Valparaíso, quienes serán los principales beneficiados con este nuevo servicio de salud popular por parte de la Alcaldía Ciudadana.
Tras entregar los burritos a las familias, el alcalde Jorge Sharp recalcó que al cumplirse dos años de su gestión, el área salud ha sido una de las más destacables respecto a sus logros y propuestas: «Cuando se cumplen dos años del triunfo electoral, la pregunta que todos se hacían era si íbamos a ser capaces de cumplir lo prometido, y creo que así ha sido. Un ejemplo de ello es todo lo que hemos hecho en materia de salud con 2 farmacias populares y se vienen 2 más, también lo es la óptica con más de 20 mil atenciones, y lo será el próximo proyecto en la ex escuela Japón con el laboratorio y la clínica dental popular».
«A esta iniciativa se suma este Banco de Salud Comunitaria, que no percibirá el lucro, ni el endeudamiento, sino que se sustenta en principios como la solidaridad, el cooperativismo y la ayuda al prójimo. Se trata de un depósito de todo tipo de implementos y equipos para adultos mayores o personas con movilidad reducida que son fundamentales para garantizar la autonomía de estas personas», añadió Sharp.
Finalmente, el alcalde del Frente Amplio hizo un llamado a la comunidad a cuidar los equipos y a donar aquellos que tienen en sus casas en desuso: «Les pedimos que cuiden los equipos para que cuando los devuelvan a este banco, estén en buenas condiciones para ser reutilizados por otras personas. Y a quienes tengan implementos en sus casas, les pedimos que donen para que otros vecinos puedan beneficiarse. Este es un banco, pero un banco solidario».
De acuerdo a lo explicado por el subdirector de Innovación del Área Salud de la Corporación Municipal de Valparaíso, Marco Fernández, los equipos fueron donados por una vecina del cerro Playa Ancha, radicada en Noruega, y va en beneficio de todos los vecinos y vecinas sin importar su condición social ni sistema de salud.
«En primera instancia, el Banco de Salud Comunitaria estará funcionando en el edificio consistorial en Condell 1490. Y en los próximas semanas funcionará de manera permanente en la Cooperativa La Porteña, ubicada en Brasil #1535», explicó Fernández.
Vecinos contentos con la iniciativa
Ana Órdenes es una vecina del cerro O’Higgins que llegó hasta el consistorial para recibir un esperado “burrito” para su madre. “Ella tiene 97 años y se afirma de las paredes para caminar, tiene un bastón pero no le servía mucho. Por eso, es como si le hubiera caído del cielo este andador porque va a poder caminar mejor. Estamos muy agradecidas y contentas con este préstamo que después va a ocupar otra persona”, puntualizó la vecina.