El jefe del departamento de Estudios, Pablo Aranda aclaró esta mañana en Canal 13, que si bien las detenciones ciudadanas están amparadas por la ley, cuando una persona no sólo reduce a una persona, sino que también lo intimida y lo golpea está cometiendo un delito.
“Si la persona detuvo a otra cometiendo un delito hasta ahí la ley lo ampara y lo protege, pero de ahí a los golpes, a la intimidación y, en este caso que hablamos de un hecho fatal, de un linchamiento…Hay que distinguir entre lo que es una detención ciudadana y un linchamiento. Hay un límite que se cruza en el que efectivamente la persona detiene a otra está cometiendo un delito”, dijo.
El abogado explicó que lo que la ley permite es la detención de cualquier persona que está cometiendo un delito, “pero solo para ponerlo a disposición de las policías, ya sea Carabineros o la PDI, la Fiscalía u otra autoridad judicial. Lo que no se puede hacer es un ajusticiamiento, un linchamiento, golpes”, precisó
Y reiteró que una persona que ya fue maniatada o amarrada a un poste o a un árbol es alguien quien ya no se puede escapar, que está reducida y que, en ese caso, lo que corresponde ahí es llamar a las autoridades para que lo detengan.